jueves, 23 de febrero de 2017

SAN POLICARPIO, OBISPO DE ESMIRNA, 23 DE FEBRERO


Hoy 23 de febrero la Iglesia conmemora 
a San Policarpo, Obispo y Mártir


 (ACI).- San Policarpo nació hacia el año 70, probablemente al interior de una familia cristiana. Su nombre significa: “el que produce muchos frutos”.

Este Santo fue discípulo del apóstol San Juan y más tarde se convirtió en Obispo de Esmirna (Turquía). Es considerado uno de los obispos más famosos de la Iglesia primitiva. Además, entre sus discípulos y seguidores se encuentran varios Santos como San Ireneo de Lyon y Papías.

Desde su sede en Esmirna alentó a los fieles a seguir el Evangelio y no dejarse llevar por las herejías de los paganos. Así lo confirma el mejor discípulo suyo, San Ireneo de Lyon:

“Él enseñó siempre la doctrina que había aprendido de los apóstoles. Llegado a Roma bajo Aniceto apartó de la herejía de Valentín y Marción a un gran número de personas y los devolvió a la Iglesia de Dios, proclamando que había recibido de los apóstoles una sola y única verdad, la misma que era transmitida por la Iglesia”.

Todo lo que se sabe de San Policarpo antes de su martirio es contado por Eusebio de Cesarea, “padre de la historia de la Iglesia”.

Este cuenta que en una ocasión San Policarpo se dirigió a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo en unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa. Como ninguno se puso de acuerdo, ambos decidieron conservar sus propias costumbres y permanecer unidos por la caridad.

También se conoce de San Policarpo que salió a recibir y besar las cadenas de San Ignacio de Antioquía cuando este se dirigía al martirio, y recibió una carta suya muy admirada por los primeros cristianos.

El día del martirio de San Policarpo fue el 23 de febrero del año 155. Aquel día fue llevado ante el procónsul Decio Cuadrato, quien le dio la oportunidad de dejar el cristianismo. No obstante, San Policarpo se negó y prefirió ser quemado vivo.

“Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga”, fueron las palabras del Santo contenidas en el documento de su martirio.

Posteriormente, los verdugos recibieron la orden de atravesar con una lanza su corazón. La Iglesia celebra su fiesta el 23 de febrero.

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Biografía de San Policarpio
23 de febrero


San Policarpo era obispo de la ciudad de Esmirna, en Turquía, y fue a Roma a dialogar con el Papa Aniceto para ver si podían ponerse de acuerdo para unificar la fecha de fiesta de Pascua entre los cristianos de Asia y los de Europa. Y caminando por Roma se encontró con un hereje que negaba varias verdades de la religión católica. El otro le preguntó: ¿No me conoces? Y el santo le respondió: ¡Si te conozco. Tu eres un hijo de Satanás!

Cuando San Ignacio de Antioquía iba hacia Roma, encadenado para ser martirizado, San Policarpo salió a recibirlo y besó emocionado sus cadenas. Y por petición de San Ignacio escribió una carta a los cristianos del Asia, carta que según San Jerónimo, era sumamente apreciada por los antiguos cristianos.

El pueblo estaba reunido en el estadio y allá fue llevado Policarpo para ser juzgado. El gobernador le dijo: "Declare que el César es el Señor". Policarpo respondió: "Yo sólo reconozco como mi Señor a Jesucristo, el Hijo de Dios". Añadió el gobernador: ¿Y qué pierde con echar un poco de incienso ante el altar del César? Renuncie a su Cristo y salvará su vida. A lo cual San Policarpo dio una respuesta admirable. Dijo así: "Ochenta y seis años llevo sirviendo a Jesucristo y Él nunca me ha fallado en nada. ¿Cómo le voy yo a fallar a El ahora? Yo seré siempre amigo de Cristo".

El gobernador le grita: "Si no adora al César y sigue adorando a Cristo lo condenaré a las llamas". Y el santo responde: "Me amenazas con fuego que dura unos momentos y después se apaga. Yo lo que quiero es no tener que ir nunca al fuego eterno que nunca se apaga".

En ese momento el pueblo empezó a gritar: ¡Este es el jefe de los cristianos, el que prohíbe adorar a nuestros dioses. Que lo quemen! Y también los judíos pedían que lo quemaran vivo. El gobernador les hizo caso y decretó su pena de muerte, y todos aquellos enemigos de nuestra santa religión se fueron a traer leña de los hornos y talleres para encender una hoguera y quemarlo.

Hicieron un gran montón de leña y colocaron sobre él a Policarpo. Los verdugos querían amarrarlo a un palo con cadenas pero él les dijo: "Por favor: déjenme así, que el Señor me concederá valora para soportar este tormento sin tratar de alejarme de él". Entonces lo único que hicieron fue atarle las manos por detrás.

Policarpo, elevando los ojos hacia el cielo, oró así en alta voz: "Señor Dios, Todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo: yo te bendigo porque me has permitido llegar a esta situación y me concedes la gracia de formar parte del grupo de tus mártires, y me das el gran honor de poder participar del cáliz de amargura que tu propio Hijo Jesús tuvo que tomar antes de llegar a su resurrección gloriosa. Concédeme la gracia de ser admitido entre el grupo de los que sacrifican su vida por Ti y haz que este sacrificio te sea totalmente agradable. Yo te alabo y te bendigo Padre Celestial por tu santísimo Hijo Jesucristo a quien sea dada la gloria junto al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos".

"Tan pronto terminó Policarpo de rezar su oración, prendieron fuego a la leña, y entonces sucedió un milagro ante nuestros ojos y a la vista de todos los que estábamos allí presentes (sigue diciendo la carta escrita por los testigos que presenciaron su martirio): las llamas, haciendo una gran circunferencia, rodearon al cuerpo del mártir, y el cuerpo de Policarpo ya no parecía un cuerpo humano quemado sino un hermoso pan tostado, o un pedazo de oro sacado de un horno ardiente. Y todos los alrededores se llenaron de un agradabilísimo olor como de un fino incienso. Los verdugos recibieron la orden de atravesar el corazón del mártir con un lanzazo, y en ese momento vimos salir volando desde allí hacia lo alto una blanquísima paloma, y al brotar la sangre del corazón del santo, en seguida la hoguera se apagó".

"Los judíos y paganos le pidieron al jefe de la guardia que destruyeran e hicieran desaparecer el cuerpo del mártir, y el militar lo mandó quemar, pero nosotros alcanzamos a recoger algunos de sus huesos y los veneramos como un tesoro más valioso que las más ricas joyas, y los llevamos al sitio donde nos reunimos para orar".

El día de su martirio fue el 23 de febrero del año 155. Esta carta, escrita en el propio tiempo en que sucedió el martirio, es una narración verdaderamente hermosa y provechosa.

SANTORAL DE HOY JUEVES 23 DE FEBRERO DEL 2017

Giovannina Franchi, BeataGiovannina Franchi, Beata
Fundadora, 23 de febrero
Braulio Carlos (Juan Lucas Manzanares), BeatoBraulio Carlos (Juan Lucas Manzanares), Beato
Religioso y Mártir, 23 de febrero
Juan Theristes, SantoJuan Theristes, Santo
Monje, 23 de febrero
Milburga, SantaMilburga, Santa
Abadesa, 23 de febero
Luis Mzyk, BeatoLuis Mzyk, Beato
Sacerdote y Mártir, 23 de febrero
Esteban Vicente Frelichowski, BeatoEsteban Vicente Frelichowski, Beato
Sacerdote y Mártir, 23 de febrero
Josefina Vannini, BeataJosefina Vannini, Beata
Fundadora, 23 de febrero
Romina , SantaRomina , Santa
Virgen, 23 de febrero
Sireno, SantoSireno, Santo
Mártir, 23 de febrero
Rafaela Ybarra de Vilallonga, BeataRafaela Ybarra de Vilallonga, Beata
Fundadora, 23 de febrero
Policarpo de Esmirna, SantoPolicarpo de Esmirna, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de febrero

FELIZ JUEVES!!




miércoles, 22 de febrero de 2017

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 22 DE FEBRERO DEL 2017

Mohamed Muley Abdalá, BeatoMohamed Muley Abdalá, Beato
Religioso Mercedario, 22 de febrero
Papías de Hierápolis, SantoPapías de Hierápolis, Santo
Obispo, 22 de febrero
Maximiano de Ravena, SantoMaximiano de Ravena, Santo
Obispo, 22 de febrero
María de Jesús, BeataMaría de Jesús, Beata
Fundadora, 22 de febrero
Margarita de Cortona, SantaMargarita de Cortona, Santa
Terciaria Franciscana, 22 de febrero
Isabel de Francia, BeataIsabel de Francia, Beata
Princesa, 22 de febrero
Diego Carvalho, BeatoDiego Carvalho, Beato
Sacerdote y Mártir, 22 de febrero
La Cátedra del Apóstol San PedroLa Cátedra del Apóstol San Pedro
Fiesta Litúrgica, 22 de febrero

FIESTA DE LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO, 22 DE FEBRERO


Hoy 22 de febrero se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro



 (ACI).- Cada 22 de febrero, la Iglesia celebra la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, una ocasión importante que se remonta al siglo IV y que rinde homenaje al primado y autoridad del Apóstol Pedro, el primer Papa de la Iglesia.

Esta celebración recuerda además la potestad conferida por Cristo al Apóstol cuando le dice, según relatan los Evangelios: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella".

La palabra "cátedra" significa asiento o trono y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también "sede" (asiento o sitial): la "sede" es el lugar desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del Obispo de Roma, el Papa.

La cátedra o sede que actualmente se conserva en la Basílica de San Pedro en Roma fue donada por Carlos el Calvo al Papa Juan VIII en el siglo IX, con motivo de su viaje a Roma para su coronación como emperador romano de occidente. Este trono se conserva como una reliquia, en una magnífica composición barroca, obra de Gian Lorenzo Bernini construida entre 1656 y 1665.

La obra de Bernini está enmarcada por pilastras. En el centro se sitúa el trono de bronce dorado, en cuyo interior se encuentra la silla de madera y que se decora con un relieve representando la “traditio clavum” o "entrega de llaves".

El trono se apoya sobre cuatro grandes estatuas, también en bronce, que representan a cuatro doctores de la Iglesia, en primer plano San Agustín y San Ambrosio, para la Iglesia latina, y San Atanasio y San Juan Crisóstomo, para la Iglesia oriental.

Por encima del trono aparece un sol de alabastro decorado con estuco dorado rodeado de ángeles que enmarca una vidriera en la que está representada una paloma de 162 cm de envergadura, símbolo del Espíritu Santo. Es la única vidriera coloreada de toda la Basílica de San Pedro.

Todos los años en esta fecha, el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado todo el día con docenas de velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer, concluyendo con la Misa del Capítulo de San Pedro.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 22 DE FEBRERO DEL 2017


Siempre habrá un reto.
San Mateo 16, 13-19. Festividad de la Cátedra de San Pedro



Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 





En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¿Qué quieres de mí, Jesús? Vengo para escuchar tus palabras y pedirte que me indiques el camino que debo de seguir. No quiero hacer mi propia voluntad sino la tuya porque al final Tú eres quien muestra el camino de la felicidad y yo quiero ser feliz. Sin duda para Pedro no fue nada fácil y él te fallo muchas veces, pero así como Pedro, quiero ponerme en tus manos y escuchar tu voz que me llama y me manda a cumplir una misión. «Habla, Señor, que tu siervo escucha».
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-19
En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: “Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas”
Luego les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Jesús le dijo entonces: “Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!» La vocación es un regalo de Dios, más que una carga o un fardo, es causa de la mayor alegría para la persona que escucha su nombre y responde a Dios con todas las fuerzas de su corazón. Pero ¿qué es la vocación? La vocación es la llamada que Jesús hace a cada persona, es la misión en la vida que Dios asigna a cada persona. Y lo más importante no es descubrir cuál sea la mejor o la más complicada sino a la que estoy llamado.
Es un poco como los deportes. Lo importante no es cuál sea el deporte más o menos extremo, cuál sea el más caro o cuál el más intenso sino la pregunta más importante es, ¿cuál es para mí? Y podrá ser el deporte más raro, pero si ese deporte es en el que yo puedo realizarme completamente es el mejor deporte para mí. Ahora, sea el deporte que sea siempre habrá un reto, dificultades a superar, victorias y también derrotas de las que levantarse. Pero lo importante no es cuántas veces se cae o uno se equivoca sino lo importante es llegar a la meta, superar el reto.
Así san Pedro descubrió y escucho cuál era su deporte, su vocación. Vio el reto y se lanzó a conquistarlo. Sin duda no lo sabía todo y a lo largo del Evangelio podemos ver la de veces que se equivoca, la de veces que le falla a su maestro. Pero todo eso no importa porque fue un hombre que supo aprender de sus errores, que supo escuchar, que supo confiar en Jesús, que supo, en fin, mirar siempre a su ideal y no cansarse. Aunque a veces pueda parecer que no podemos ser auténticos cristianos en el mundo de hoy, no hay que desanimarnos porque si Jesús nos fichó para su equipo es porque sabe que podemos. Lo único que tenemos que hacer es ver siempre el ideal y seguir corriendo.
«El relato Evangélico de su profesión de fe y la consiguiente misión confiada por Jesús nos muestra que la vida de Simón, pescador de Galilea ?como la vida de cada uno de nosotros? se abre, florece plenamente cuando acoge de Dios la gracia de la fe. Entonces, Simón se pone en el camino ?un camino largo y duro? que le llevará a salir de sí mismo, de sus seguridades humanas, sobre todo de su orgullo mezclado con valentía y con generoso altruismo. En este su camino de liberación, es decisiva la oración de Jesús: “yo he pedido por ti (Simón), para que tu fe no se apague”.»

(Homilía de S.S. Francisco, 29 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a dedicar un momento para estar delante del Sagrario y escucharé lo que Jesús me pueda estar pidiendo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

FELIZ MIÉRCOLES!!




martes, 21 de febrero de 2017

SAN PEDRO DAMIÁN, DOCTOR DE LA IGLESIA, 21 DE FEBRERO


Hoy 21 de febrero se celebra
 a San Pedro Damián, Doctor de la Iglesia




 (ACI).- “Tras la tristeza, espera con alegría el gozo que vendrá”, decía el benedictino San Pedro Damián, Doctor de la Iglesia. En una dura época, ayudó con sus escritos y legaciones a la reforma eclesiástica y clerical. Damián significa “el que doma su cuerpo” y su fiesta se celebra cada 21 de febrero.

“Que la esperanza te levante ese gozo, que la caridad encienda tu fervor. Así tu mente, bien saciada, será capaz de olvidar los sufrimientos exteriores y progresará en la posesión de los bienes que contempla en su interior”, decía San Pedro Damián.


El Santo nació en el 1007 en Ravena (Italia). Perdió a sus padres cuando era niño y quedó al cuidado de un hermano suyo que lo trató como esclavo. Otro hermano, arcipreste de Ravena, se compadeció y se encargó de su educación. Al sentirse como un hijo, Pedro tomó de su hermano el nombre de Damián.

San Pedro desde joven se acostumbró a la oración, vigilia, ayuno, invitaba a los pobres a su mesa y les servía personalmente. Ingresó a la vida monacal con los benedictinos de la reforma de San Romualdo.

Para dominar sus bajas pasiones, se colocaba correas con espinas (cilicio) debajo de su camisa, se azotaba y ayunaba con pan y agua. Pero su cuerpo, al no estar acostumbrado, se debilitó y empezó a sufrir de insomnio.

Es así que comprendió que estos castigos no debían ser tan severos y que la mejor penitencia es la paciencia con las penas que Dios permite que nos lleguen. Esta experiencia le sirvió más adelante para acompañar espiritualmente a otros.

Cuando murió el Abad, Pedro asumió por obediencia la dirección de la comunidad. Fundó otras cinco comunidades de ermitaños y en todos los monjes buscaba que se fomente el espíritu de retiro, caridad y humildad. De ellos surgieron Santo Domingo Loricato y San Juan de Lodi.

Varios Papas acudían a San Pedro por sus consejos. En 1057 fue ordenado Cardenal y Obispo de Ostia, aun cuando el santo siempre prefirió su vida de ermitaño. Más adelante se le concedería el deseo de volver al convento como simple monje, pero con la condición de que se le podía emplear en el servicio de la Iglesia.

Se dedicó a enviar cartas a muchos Pontífices y personas de alto rango para que se erradique la simonía, que era la compra o venta de lo que es espiritual por bienes materiales, incluyendo cargos eclesiásticos, sacramentos, sacramentales, reliquias y promesas de oración.

Escribió el “libro Gomorriano” (haciendo alusión a la ciudad de Gomorra del Antiguo Testamento) y habló en contra de las costumbres impuras de aquel tiempo. De igual manera escribía sobre los deberes de los clérigos, monjes y recomendaba la disciplina más que ayunos prolongados.


Solía decir: “Es imposible restaurar la disciplina una vez que ésta decae; si nosotros, por negligencia, dejamos caer en desuso las reglas, las generaciones futuras no podrán volver a la primitiva observancia. Guardémonos de incurrir en semejante culpa y transmitamos fielmente a nuestros sucesores el legado de nuestros predecesores”.

Era una persona severa, pero sabía tratar a los pecadores con indulgencia y bondad cuando la prudencia y caridad lo requerían. En sus ratos libres, acostumbraba hacer cucharas de madera y otros utensilios para no permanecer ocioso.

El Papa Alejandro II envió a San Pedro Damián para que resolviera un problema con el Arzobispo de Ravena, que estaba excomulgado por ciertas atrocidades que cometió. Lamentablemente el Santo llegó cuando el Prelado había fallecido, pero convirtió a los cómplices, a quienes les impuso una justa penitencia.

De regreso a Roma, cae enfermo por una aguda fiebre en un monasterio de las afueras de Faenza. Partió a la Casa del Padre el 22 de febrero de 1072. Dante Alighieri, en el canto XXI del Paraíso, coloca a San Pedro Damián en el cielo de Saturno, destinado a los espíritus contemplativos. Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1828.

SANTORAL DE HOY MARTES 21 DE FEBRERO DEL 2017

Roberto Southwell, SantoRoberto Southwell, Santo
Mártir Jesuita, 21 de febrero
Eleonora (Leonor) de InglaterraEleonora (Leonor) de Inglaterra
Reina y Religiosa, 21 de febrero
Noël (Natal) Pinot, BeatoNoël (Natal) Pinot, Beato
Presbítero y Mártir, 21 de febrero
Pedro Damián, SantoPedro Damián, Santo
Memoria Litúrgica, 21 de febrero

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 21 DE FEBRERO DEL 2017


Recuperar el corazón de niño
San Marcos 9, 30-37, VII Martes de Tiempo Ordinario. Ciclo A.


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por todos los regalos que me has hecho, en especial por este momento de encuentro personal contigo. Creo en Ti, pero dame la fe que me falta. Espero en Ti, mas ayúdame a que mi confianza no desfallezca. Te amo, pero regálame Tu corazón para que pueda amar a todos los que me rodean como Tú quieres que yo los ame. María, en tus manos pongo el fruto de esta oración suplicándote que me enseñes a amar a Jesús.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “De qué discutían por el camino?”. Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Jesús, Tú has prometido que quien recibiera a un niño, te recibiría también a Ti.
Hoy, Jesús, quisiera pedirte perdón. He crecido y mil preocupaciones llenan todo mi tiempo. Ya casi no tengo tiempo para recordar (y mucho menos para agradecer) todo las risas y las lágrimas que viví siendo niño.
He dejado que el tiempo empañe aquella mirada pura y la sonrisa radiante que tenía antaño. Ya casi no miro las estrellas y la lluvia, lejos del asombro que me causaba, ahora me fastidia porque o embotella el tráfico o me impide llegar seco a mis ocupaciones.
Perdóname, Señor, no por haber crecido, sino por haber olvidado que fui niño. Porque me he vuelto una persona tan ocupada que no sé recibir esos pequeños regalos que Tú me das como lo son una noche estrellada o una hermosa flor. Perdóname, Jesús, y ayúdame a volver a tener un corazón de niño capaz de recibirte y de llegar al cielo, pues sólo quien se hace como niño entrará en el reino de los cielos
«Todos estamos llamados por vocación cristiana al servicio que sirve y a ayudarnos mutuamente a no caer en las tentaciones del «servicio que se sirve». Todos estamos invitados, estimulados por Jesús a hacernos cargo los unos de los otros por amor. Y esto sin mirar de costado para ver lo que el vecino hace o ha dejado de hacer. Jesús dice: «Quien quiera ser el primero, que sea el último y el servidor de todos». Ese va a ser el primero. No dice, si tu vecino quiere ser el primero que sirva. Debemos cuidarnos de la mirada enjuiciadora y animarnos a creer en la mirada transformadora a la que nos invita Jesús.»
(Homilía de S.S. Francisco, 20 de septiembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a detenerme a habar 5 minutos con un niño y, al final, le pediré a Dios que me regale un corazón así.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

FELIZ MARTES!!



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