miércoles, 8 de febrero de 2017

PAPA FRANCISCO: SAMURAI BEATIFICADO EN JAPÓN ES EJEMPLO DE FORTALEZA EN LA FE Y LA CARIDAD


Papa Francisco: Samurái beatificado en Japón es ejemplo de fortaleza en la fe y la caridad
Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa




VATICANO, 08 Feb. 17 / 06:20 am (ACI).- El Papa Francisco recordó, en la Audiencia General del miércoles, a Takayama Ukon, conocido como "el samurái de Cristo", que fue beatificado el 7 de febrero en la ciudad japonesa de Osaka y lo puso como ejemplo de fortaleza en la fe y en la caridad.

“Ayer, en Osaka, en Japón, fue proclamado Beato Justo Takayama Ukon, fiel laico japonés, muerto como un mártir en el 1615”, dijo el Pontífice.

“Renunció a honores y comodidades aceptando las humillaciones y el exilio. Se mantuvo fiel a Cristo y al Evangelio; por eso representa un admirable ejemplo de fortaleza en la fe y de dedicación a la caridad”.

Takayama nació en 1552, tres años después que el misionero jesuita San Francisco Javier llevara el cristianismo a Japón. Su familia, que era noble, ayudaba en las actividades misioneras en Japón y eran protectores de cristianos y misioneros jesuitas.

En 1587, cuando se había iniciado la persecución contra la Iglesia en su país, Takayama y su padre abandonaron sus tierras y honores para no luchar contra sus hermanos y mantener la fe.

La ceremonia de beatificación tuvo lugar en el estadio Osaka-jo Hall y fue transmitida por la televisión japonesa. Estuvo presidida por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato, en representación del Papa Francisco.

“Fundó diferentes comunidades cristianas y seminarios en Azuchi y ‎Takatsuki para la formación de misioneros y catequistas. Su trabajo fue muy arriesgado”, dijo el Cardenal Amato sobre el nuevo Beato.

También recordó que, después de su llegada a las Filipinas, Takayama “supo que el Señor lo había preparado para el martirio, no de sangre, pero sí de una lenta y prolongada muerte con muchos sufrimientos”.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 8 DE FEBRERO DEL 2017


Un corazón nuevo
San Marcos 7, 14-23, V Miércoles de Tiempo Ordinario. Ciclo A.


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, purifica mi corazón, dame un corazón nuevo. Quítame el corazón de piedra y dame un corazón de carne para que sepa amar. Ayúdame a darme cuenta del gran amor que Tú me tienes para que aprenda a ser un hermano con mis hermanos. Quiero gozar, en este momento, del gran amor que me tienes para después llevar esta experiencia de tu amor a los que están necesitados de Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 7, 14-23
En aquel tiempo, Jesús llamó de nuevo a la gente y les dijo: “Escúchenme todos y entiéndanme. Nada que entre de fuera puede manchar al hombre; lo que sí lo mancha es lo que sale de dentro”.
Cuando entró en una casa para alejarse de la muchedumbre, los discípulos le preguntaron qué quería decir aquella parábola. Él les dijo: “¿Ustedes también son incapaces de comprender? ¿No entienden que nada de lo que entra en el hombre desde afuera puede contaminarlo, porque no entra en su corazón, sino en el vientre y después, sale del cuerpo?” Con estas palabras declaraba limpios todos los alimentos.
Luego agregó: “Lo que sí mancha al hombre es lo que sale de dentro; porque del corazón del hombre salen las intenciones malas, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, las codicias, las injusticias, los fraudes, el desenfreno, las envidias, la difamación, el orgullo y la frivolidad. Todas estas maldades salen de dentro y manchan al hombre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
¿Qué es lo que pasa cuando pensamos mal de alguien o lo criticamos? ¿De dónde vienen esos sentimientos negativos? ¿Porqué vemos de forma distinta los defectos del amigo y los defectos del vecino del cual ya estamos cansados? ¿Qué pasaría si en lugar de centrarnos en los aspectos negativos y los defectos de alguien viésemos sus cualidades? Y con estas preguntas nos podemos dar cuenta que muchas veces la visión del mundo parte de nuestro interior. Podemos ver las cosas con un espíritu positivo o podemos ver todo de forma oscura.
Por eso es necesario renovar nuestro corazón y hacerlo como el de un niño. Dejar a un lado nuestros intereses y amar con un corazón puro. Pienso que los niños nos enseñan muchas cosas, a ser felices; a ver las cosas con sencillez y no hacernos líos; a saber reír de uno mismo y a perdonar. Los niños son grandes porque no se quedan encerrados en sus problemas sino que saben abrir el corazón para recibir a todos, sea quien sea y piense como piense.
Jesús, dame un corazón que sepa amar sin cálculos ni medidas. Un corazón que no se limite ante las dificultades sino que sepa abrir el corazón a todos, sin temor a ser herido o humillado. Un corazón con buen humor para que sepa ver mis propias flaquezas y reírme de ellas. Un corazón inteligente que sepa ver en el otro no una barrera sino un amigo y un compañero. Un corazón que sepa dar y ver en los demás a hermanos necesitados de un consejo o un abrazo. Un corazón de niño.
«De diversos modos la Sagrada Escritura nos dice que las intenciones buenas y malas no entran en el hombre desde el exterior, sino que brotan de su “corazón”. “De dentro —afirma Jesús—, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas”. En la Biblia, el corazón es el órgano no sólo de los afectos, sino también de las facultades espirituales, la razón y la voluntad, es la sede de las decisiones, del modo de pensar y de obrar. La sabiduría de las elecciones, abierta al movimiento del Espíritu Santo, compromete también el corazón. De aquí nacen las obras buenas, pero también las que son fruto de una equivocación, cuando se rechaza la verdad y las sugerencias del Espíritu.»
(Homilía de S.S. Francisco, 3 de marzo de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Jesús, voy a vivir viendo lo positivo de todos. Voy a tratar a los demás con especial delicadeza y si alguien me cae mal pasaré un tiempo con él.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIONES A SANTA JOSEFINA BAKHITA


Oración a Santa Josefina Bakhita


Santa Josefina Bakhita, cuando niña, fuiste vendida como esclava
y tuviste que pasar indecibles dificultades y sufrimiento.

Una vez liberada de tu esclavitud física,
hallaste la verdadera redención en tu encuentro con Cristo y su Iglesia.

Oh, Santa Bakhita, ayuda a todos aquellos que
están atrapados en la esclavitud;
en nombre de ellos, intercede ante Dios
para que sean liberados de las cadenas de su cautiverio.

Que Dios libere a todo aquel que ha sido
esclavizado por el hombre.

Bríndales alivio a los que sobreviven la esclavitud
y permite que ellos Le vean como modelo de fe y esperanza.

Ayuda a todos los sobrevivientes para que
encuentren la sanación de sus heridas.

Te suplicamos orar e interceder por los que se
encuentran esclavizados entre nosotros.

Amen

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Oración a Santa Josefina Bakhita para peticiones desesperadas


¡Oh Dios, Padre de misericordia!,
que liberas a los oprimidos
y consuelas a los necesitados,
padre bondadoso que nos diste
a Santa Josefina Bakhita
como hermana universal y modelo evangélico
de fidelidad sencilla y de activa caridad,
y la enriqueciste con tantos dones y virtudes
y dotaste de tan fuerte y profunda fe
que ninguno de los tantos obstáculos
que encontró en su camino lograron abatirla
y nos dejó un noble ejemplo de santidad
enseñándonos que la virtud y la perfección
están al alcance de todos,
danos también a nosotros
creer y amar según nos enseña el Evangelio.

Padre escucha la oración de todo el que invoca con fe
la intercesión de santa Josefina Bakhita,
y concédenos por su mediación
solución para lo que hoy nos desespera y oprime el corazón:

(pedir lo que se quiere conseguir).

Santa Josefina, tú que encontraste a nuestro Señor
y no te cesabas de decir:
“… He dado todo a mi Señor:
El cuidará de mi...”
…“María me protegía antes que yo la conociese!...”,
ruega por nosotros y lleva nuestras suplicas ante Ellos,
pídeles que nos cuiden en nuestras dificultades y carencias,
que nos ayuden en nuestros fracasos y desgracias,
y que crezcamos en su amor
y en el amor de todos nuestros hermanos,
sin distinción de sexo, edad, raza, color, ni condición social
y que nos otorguen la gracia de un corazón
misericordioso como el tuyo,
un corazón tan grande que sea capaz de perdonar
aún a quien le causo tanto daño,
un corazón capaz de vencer todo el mal
con la poderoso auxilio de la fuerza del bien.

¡Santa Bakhita, ruega por nosotros!

Así sea.

SANTA JOSEFINA BAKHITA, RELIGIOSA DE SUDÁN, 8 DE FEBRERO


Hoy 8 de febrero la Iglesia Católica celebra a Santa Josefina Bakhita, ejemplo de esperanza cristiana



 (ACI).- Josefina Bakhita nació en Sudán (Africa) y vivió en carne propia la esclavitud durante gran parte de su vida. El nombre Bakhita, que quiere decir “afortunada”, lo obtuvo por medio de sus captores a los 9 años, y el de Josefina, doce años después al recibir su bautismo.

"Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa", son las recordadas palabras de la santa que se convirtió en un ícono de la historia de África.


Se dice que Bakhita proviene del pueblo de Olgossa en Darfur y pudo haber nacido en 1869, algo que ni ella sabía a ciencia cierta. Vivió con sus padres y hermanos hasta el día en que unos negreros la capturaron en el bosque. La llevaron a una ciudad llamada El Obeid, donde fue vendida al primero de un total de cinco amos.

Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue con su cuarto amo, cuando tenía aproximadamente 13 años. Fue tatuada, le realizaron 114 incisiones, y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal", cuenta en su biografía.

En 1884 Josefina llegó a Italia acompañando a su quinto amo y a un amigo de este, Augusto Michieli. Este amigo se convirtió en su nuevo dueño posteriormente y la llevó a vivir con su familia.

Bakhita trabajó de niñera en su nuevo hogar y se hizo muy amiga de la hija de sus nuevos amos, Minnina. Más adelante ambas ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, por consejo de las religiosas.

Fue en este proceso en el que Bakhita conoció a Dios y supo que "Él había permanecido en su corazón" y le había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud, "pero recién en ese momento sabía quién era".

El 9 de enero de 1890 recibió el bautismo, la primera comunión y la confirmación. Desde ese momento tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada.

Pasó el tiempo y la religiosa africana decidió permanecer en Italia –debido a que la esclavitud era ilegal– y después se convirtió en una de las hermanas de la orden el 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad.

En 1902 fue enviada a Venecia para trabajar limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó milagros ni fenómenos sobrenaturales pero tenía fama de santa. Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió siempre sus obligaciones diarias.

Por su espiritualidad y fuerza ante las adversidades San Juan Pablo II la llamó “Nuestra Hermana Universal”, y su historia de vida fue en realidad la historia de todo un continente. Bakhita falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio y miles de personas fueron a darle el último adiós.

En 1978 fue declarada venerable y San Juan Pablo II la beatificó en 1992, declarando su día de culto el 8 de febrero. Finalmente el mismo Ppontífice la canonizó en el año 2000, durante el Jubileo, lo que significó un motivo de honra para el pueblo africano, por todos los cristianos y mujeres que sufrieron por la esclavitud.

Benedicto XVI, la esperanza y la Santa


En el 2007 el Papa Benedicto XVI utilizó el ejemplo de vida San Josefina Bakhita en su encíclica Spe Salvi para hablar de la esperanza.

En el texto, el Papa Emérito escribe que Bakhita “solo había conocido dueños que la despreciaban y maltrataban o, en el mejor de los casos, la consideraban una esclava útil. Ahora, por el contrario, oía decir que había un ‘Paron’ por encima de todos los dueños, el Señor de todos los señores, y que este Señor es bueno, la bondad en persona. Se enteró de que este Señor también la conocía, que la había creado también a ella; más aún, que la quería. También ella era amada, y precisamente por el ‘Paron’ supremo, ante el cual todos los demás no son más que míseros siervos. Ella era conocida y amada, y era esperada".

"Incluso más: este Dueño había afrontado personalmente el destino de ser maltratado y ahora la esperaba ‘a la derecha de Dios Padre’. En este momento tuvo ‘esperanza’; no solo la pequeña esperanza de encontrar dueños menos crueles, sino la gran esperanza: yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera. Por eso mi vida es hermosa”.

Benedicto XVI recuerda que “a través del conocimiento de esta esperanza ella fue ‘redimida’, ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios; sin esperanza porque estaban sin Dios".

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Biografía  Santa Josefina Bakhita
8 de febrero


No se conocen datos exactos sobre su vida, se dice que podría ser del pueblo de Olgossa en Darfur, y que 1869 podría ser el año de su nacimiento. Creció junto con sus padres, tres hermanos y dos hermanas, una de ellas su gemela.

La captura de su hermana por unos negreros que llegaron al pueblo de Olgossa, marcó mucho en el resto de la vida de Bakhita, tanto así que más adelante en su biografía escribiría: "Recuerdo cuánto lloró mamá y cuánto lloramos todos".

En su biografía Bakhita cuenta su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos. "Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: 'Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro de poco'. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la alarma.

Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacia. Cuando estaba en el bosque, me percate que las dos personas estaban detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: 'Si gritas, morirás! Síguenos!'".

Los mismos secuestradores fueron quienes le pusieron Bakhita al ver su especial carisma.

Luego de ser capturada, Bakhita fue llevada a la ciudad de El Obeid, donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos.

Nunca consiguió escapar, a pesar de intentarlo varias veces. Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue con su cuarto amo, cuando tenía más o menos 13 años. Fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal", cuenta en su biografía.

El comerciante italiano Calixto Leganini compró a Bakhita por quinta vez en 1882, y fue así que por primera vez Bakhita era tratada bien.

"Esta vez fui realmente afortunada - escribe Bakhita - porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".

En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita se negó a dejar a su amo, y consiguió viajar con él y su amigo Augusto Michieli, a Italia.

La esposa de Michieli los esperaba en Italia, y sabiendo la llegado de varios esclavos, exigió uno, dándosele a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli.

En 1888 cuando la familia Michieli compró un hotel en Suakin y se trasladaron para allá, Bakhita decidió quedarse en Italia.

Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, tras ser aconsejadas por las hermanas. Esta congregación fue fundada en 1808 con el nombre de Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, pero son más conocidas como Hermanas de Canossa.

Recién en el Instituto, Bakhita conoció al Dios de los cristianos y fue así como supo que "Dios había permanecido en su corazón" y le había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud, "pero recién en ese momento sabía quién era". Recibió el bautismo, primera comunión y confirmación al mismo tiempo, el 9 de enero de 1890, por el Cardenal de Venecia. En este momento, tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada.

"¡Aquí llego a convertirme en una de las hijas de Dios!", fue lo que manifestó en el momento de ser bautizada, pues se dice que no sabía cómo expresar su gozo. Ella misma cuenta en su biografía que mientras estuvo en el Instituto conoció cada día más a Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".

La Señora de Michieli volvió de Sudán a llevarse a Bakhita y a su hija, pero con un gran coraje, Bakhita se negó a ir y prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. La esclavitud era ilegal en Italia, por lo que la señora de Michieli no pudo forzar a Bakhita, y es así que permaneció en el Instituto y su vocación la llevó a convertirse en una de las Hermanas de la Orden el 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad.

Fue trasladada a Venecia en 1902, para trabajar limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó milagros ni fenómenos sobrenaturales, pero obtuvo la reputación de ser santa. Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió siempre sus obligaciones diarias.

Algo que le costó demasiado trabajo fue escribir su autobiografía en 1910, la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le ordena ir a Venecia a contar la historia de su vida. Luego de la publicación de sus memorias, se convirtió en un gran personaje, viajando por todo Italia dando conferencias y recolectando dinero para la orden.

La salud de Bakhita se fue debilitando hacia sus últimos años y tuvo que postrarse a una silla de ruedas, la cual no le impidió seguir viajando, aunque todo ese tiempo fue de dolor y enfermedad. Se dice que le decía la enfermera: "¡Por favor, desatadme las cadenas… es demasiado!". Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras: "Madonna! Madonna!"

Miles de personas fueron a darle el último adiós, expresando así el respeto y admiración que sentían hacia ella. Fue velada por tres días, durante los cuales, cuenta la gente, sus articulaciones aún permanecían calientes y las madres cogían su mano para colocarla sobre la cabeza de sus hijos para que les otorgase la salvación. Su reputación como una santa se ha consolidado. Josefina ha sido recordada y respetada como Nostra Madre Moretta, en Schio.

Fue santificada por el pueblo, por lo que en 1959 la diócesis local comenzó las investigaciones para encontrarla venerable. Todo salió muy bien y fue así que el 1 de diciembre de 1978 fue declarada Venerable. Por tanto, el proceso para declararla santa empezó con gran auge y el 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II y se declaró día oficial de culto el 8 de febrero.

En la ceremonia de beatificación, el Santo Padre reconoció el gran hecho de que transmitiera el mensaje de reconciliación y misericordia.

Ella misma declaró un día: "Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa".

S.S. Juan Pablo II la canonizó el 1 de octubre del 2000. Lo cual, para los católicos africanos es un gran símbolo que era necesario, para que así los cristianos y las mujeres africanas sean honradas por lo que sufrieron en momentos de esclavitud.

Verdaderamente, Bakhita es la santa africana y la historia de su vida es la historia de un continente, válida para los católicos, protestantes, musulmanes o seguidores de cualquier otro tipo de religión tradicional. Su espiritualidad y fuerza la han convertido en Nuestra Hermana Universal, como la llamó el Papa.

ORACIONES A SAN JERÓNIMO EMILIANI POR UN ENFERMO Y POR TRABAJO


Oración a San Jerónimo Emiliani por trabajo y dinero

Bendito san Jerónimo Emiliani
que pasaste por la tierra haciendo el bien;
caritativo padre de los más necesitados,
noble y entregado servidor de los pobres,
que con dedicación consagraste tu vida a los demás,
y pusiste todas tus fuerzas y energías
en consolar y ayudar a los que sufrían carencias;
que con amor socorriste a los humildes,
a los niños desamparados,
a las viudas y a los enfermos,
para tratar de conseguir tu propia santificación
y la salvación de las almas y cuerpos de los afligidos,
y por ello Dios premió tu oración, tu sacrificio,
tu compasión, tu desprendimiento y generosidad
permitiéndote obrar frecuentes prodigios y milagros.

¡Oh prodigiosísimo San Jerónimo!,
conociendo cuan agradable eres ante Dios,
y por los múltiples favores y milagros
que por medio tuyo
se ha dignado otorgar a tus devotos,
acudo a ti para solicitar tu ayuda,
no desprecies mis humildes súplicas
y llévalas ante el trono del Altísimo,
pues, aunque me encuentro triste y afligido
y las dificultades me agobian
confío plenamente en el Amor,
la Bondad y Misericordia de nuestro Padre celestial.

¡Oh santo de los pobres y afligidos!
glorioso san Jerónimo,
ahora que gozas de la dicha eterna
dame tu auxilio, amparo y protección,
alivia mis angustias y necesidades
sobre todo mis estrecheces económicas
que ahora tanto me preocupan y abaten:

(hacer la petición),

te pido que por tu santa y poderosa intercesión,
y con la gracia de Dios Misericordioso,
sea escuchada mi oración
y mi petición sea despachada favorablemente.

¡Oh, san Jerónimo, santo de los milagros!,
alivia la congoja de mi corazón,
y haz que yo viva aquí
como verdadero amante de nuestro Señor,
para poder gozar de Él, junto a ti, en el Cielo.

Amén.

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Oración a San Jerónimo Emiliani por un enfermo

¡Oh prodigiosísimo San Jerónimo!,
que durante vuestra vida mortal
y mucho más después
de vuestra gloriosa muerte,
os mostrasteis lleno de ternura
para con los enfermos,
especialmente con los niños,
obrando en su alivio maravillosos milagros. 

Vos, que hicisteis brotar de seca peña
el agua prodigiosa y saludable
y abristeis para los que a Vos acuden
un manantial inagotable
de maravillas y gracias.

Os ruego me alcancéis la salud de:
(decir el nombre del enfermo)
por quien Os ruego,
para que experimente también él/ella
los beneficios de vuestra intercesión, 
en la que pone todas sus esperanzas. 

Amén.

SAN JERÓNIMO EMILIANI,8 DE FEBRERO


Hoy 8 de febrero es la fiesta de San Jerónimo Emiliani, patrono de los huérfanos y jóvenes abandonados



 (ACI).- San Jerónimo Emiliani fue un religioso italiano que se consagró al servicio de los pobres y fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de Somasca, con la que ayudó niños huérfanos de escasos recursos.

Jerónimo nació en Venecia (Italia) en 1486.


De joven fue militar y llegó a ser comandante de las fuerzas que defendían la fortaleza de Castelnouvo de Quero. Sin embargo, al ser apresado en su propio castillo, inicia su camino de conversión y le pide a la Virgen María por su liberación.

En el silencio de la cárcel Jerónimo encontró la amistad con Dios por medio de la oración y la meditación. Y un día, de forma inesperada, se liberó de los grilletes y logró salir sin oposición alguna.

Tras esta experiencia volvió a Venecia para dirigir la educación de sus sobrinos, y su tiempo libre lo consagró al estudio de la teología y a las obras de caridad.

Después de su ordenación como sacerdote en 1518, los hospitales y las casas de los pobres fueron sus destinos favoritos.

En 1531, tras la propagación de la peste del cólera, Jerónimo fue a Verona e indujo a los ciudadanos a construir un hospital; en Brescia erigió un orfanato; y en Bérgamo, uno para muchachos, y otro para muchachas. Allí también fundó la primera casa para mujeres de mala vida que deseaban hacer penitencia.

Con dos sacerdotes, Alejandro Besuzio y Agustín Bariso, ahora unidos a sus obras de caridad, fundó en 1532 una sociedad religiosa, colocando la casa matriz en Somasca (entre Milán y Bérgamo).

La Congregación, que en la actualidad cuenta con unas 75 casas en el mundo con unos 500 religiosos, se dedicó desde un inicio al cuidado de los huérfanos, pobres, enfermos, y ordenó que el hospedaje, la comida y la ropa, llevarán la marca de la pobreza religiosa.

Jerónimo falleció el 8 de febrero de 1537 a los 56 años. Después de muerto hizo numerosos milagros.

Fue beatificado por el Papa Benito XIV en 1747 y canonizado por el Papa Clemente XIII en 1767. Después el Pontífice Pío XI lo declaró Patrono de los niños huérfanos en 1928.

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Biografía de San Jeronimo Emiliani
8 de febrero

De joven fue militar y llegó a ser comandante de las fuerzas que defendía la ciudad de Castelnouvo de Quero.

Las fuerzas enemigas francesas, muy superiores en número, lograron tomar a Castelnouvo y Jerónimo cayó prisionero, y encarcelado en un calabozo con cadenas en manos y pies. Y éste fue el golpe de gracia para su conversión.

Hasta entonces había llevado una vida muy mundana, pero en la soledad de la cárcel se dedicó a meditar en aquellas palabras de Jesús: ¿De qué le sirve a un hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo? Y se propuso dedicar su vida entera y todas sus energías a tratar de conseguir su propia santificación y la salvación de muchos otros.

Estando en la tenebrosa prisión, y viendo que humanamente no tenía remedio para aquella aflicción, se dedicó a rezar con toda fe a la Santísima Virgen María para que le consiguiera de Dios su pronta liberación. Y he aquí que de la manera más inesperada son quitadas las cadenas de sus manos y de sus pies y logra salir sin que los guardianes se le opongan. En el silencio de la cárcel había encontrado la amistad con Dios por medio de la oración y la meditación.

Reconociendo que su liberación de la cárcel era un favor especialísimo de la Sma. Virgen, se dirigió ante la imagen de Nuestra Señora en Treviso y a sus pies dejó sus cadenas y sus armas de militar, como recuerdo y agradecimiento y se propuso propagar incansablemente la devoción a la Madre de Dios.

Por aquellos tiempos apareció en Italia una serie de apóstoles formidables que se propusieron, iluminados por el Espíritu Santo, enfervorizar al pueblo en la piedad, y dedicar el mayor número posible de personas a obras de caridad en favor de los necesitados. Algunos de estos santos fueron: Santa Catalina de Génova, San Cayetano, San Camilo de Lelis, San Bernardino de Feltre, San Felipe Neri, San José Calazans, y Santa Angela de Merici. Un verdadero "sindicato" de apóstoles de la caridad. A ellos se unió San Jerónimo.

En 1531 se propagó por Italia la terrible peste del cólera. Jerónimo vendió todo lo que tenía, incluso los muebles de su casa, y se dedicó a atender a los enfermos más abandonados. El mismo tenía que cavarles las sepulturas y llevarlos al cementerio, porque casi nadie se atrevía a acercárseles, por temor al contagio. También él se contagió de la terrible enfermedad, pero por favor de Dios logró curarse.

Miles y miles de niños pobres quedaron huérfanos y desamparados, por la muerte de sus padres en la epidemia de cólera. Entonces Jerónimo se dedica a recogerlos y a proporcionales alimento, vestido, hospedaje y educación, todo totalmente gratis. De casa en casa va pidiendo limosnas para poder ayudar a sus niños huérfanos. Muchos le colaboran. Levanta dos grandes edificios; en uno recibe a los niños y en el otro a las niñas. Y como muchas mujeres ante la absoluta miseria se han dedicado a la prostitución, entonces el santo funda una Casa para mujeres arrepentidas y allí aprenden costura, bordados y otras artes para ganarse la vida honestamente.

Varios de sus amigos y colaboradores deseaban dedicarse por completo a la obra de atender a los niños huérfanos y desamparados, y con ellos fundó el santo una nueva comunidad, en Somasca, cerca de Milán. El nombre de esta congregación religiosa fue de "Servidores de los pobres", pero en recuerdo al sitio donde se efectuó su fundación, ahora se llama la Comunidad de los Padres Somascos. En la actualidad tienen unas 75 casas en el mundo con unos 500 religiosos, y se dedican preferencialmente a educar niños desamparados.

Las gentes decían que la vida de Jerónimo Emiliani estaba toda hecha de caridad. Que de él se podía repetir (en sus debidas proporciones) el elogio que fue hecho de Jesús: "Pasó su vida haciendo el bien" (Hech. 10,38). Nadie que viniera a pedirle un favor quedaba sin ser atendido. Lo llamaban "el paño de lágrimas" de los que sufrían y lloraban. No reparaba en ningún sacrificio con tal de hacer el bien, especialmente a los niños más pobres, para los cuales se sacrificaba hasta el extremo con tal de conseguirles maestros, alimentos y toda clase de ayudas espirituales y materiales.

Y Dios premiaba su oración, su caridad y su sacrificio, permitiéndole obrar frecuentes milagros. A muchos enfermos los cuidaba como especializado y amable enfermero, y a varios otros les colocaba las manos sobre su cabeza y los curaba de sus enfermedades.

La fama de sus milagros se extendió por todos los alrededores de las ciudades donde trabajaba.

Viajaba por los campos predicando misiones, y en los ratos libres se iba a trabajar con los campesinos y aprovechaba la confianza y el cariño que éstos le tenían, para darles buenos consejos y ponerlos en amistad con Dios.

Volvió a propagarse la peste del cólera y San Jerónimo volvió a dedicarse a curar enfermos, a llevarles alimento y vestidos y a enterrar personalmente a los muertos llevándolos sobre sus hombros. Pero se contagió de la violenta enfermedad y en pocos días estuvo agonizante. Era el buen amigo que ofrecía su vida por sus amigos.

Cuando apenas tenía 56 años de edad, murió santamente el 8 de febrero de 1537. Después de muerto hizo numerosos milagros y el Papa Clemente XIII lo declaró santo en 1767. Después el Pontífice Pío XI lo declaró Patrono de los niños huérfanos en 1928.

Propósito: Recordaré una frase de Jesús que animaba mucho a San Jerónimo para dedicarse al apostolado: "Todo el que reciba a un niño en mi nombre, me recibe a Mí. Quien regale aunque sea un vaso de agua, en razón a que es discípulo mío, no quedará sin recompensa. Todo el bien que habéis hecho a los demás, aun a los más humildes, lo recibo como si me lo hubierais hecho a Mí personalmente" (Mt. 25,40).

Señor Jesús: haz que nuestro corazón sea tan generoso para ayudar a los niños pobres y necesitados como lo fue tu Corazón Santísimo y el corazón de los grandes santos que dedicaron su vida al bien de la juventud abandonada.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 8 DE FEBRERO DEL 2017

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martes, 7 de febrero de 2017

BEATO IUSTUS TAKAYAMA UKON, MÁRTIR JAPONES, 5 DE FEBRERO


Iustus Takayama Ukon, Beato
Justo Takayama


Mártir, 5 de febrero


Por: Varios | Fuente: ACI Prensa // Religión en Libertad 



El Samurái de Cristo

En Manila, Filipinas, Iustus Takayama Ukon, japonés, que renunció a su alta posición social y a sus riquezas por amor a Cristo y que a causa de los maltratos que sufrió en su patria, por quienes odiaban su fe, murió en el exilio en 1615.
Breve Biografía

Takayama nació en 1552, tres años después que el misionero jesuita San Francisco Javier introdujera el cristianismo en Japón.

Los Takayama eran daimio, miembros de la clase gobernante de los señores feudales que secundaban a los shogun entre la época medieval hasta el inicio de la etapa moderna en Japón. Como daimio poseían varias propiedades y tenían derecho a formar ejércitos y contratar samuráis.
Takayama tenía 12 años cuando trajo al castillo de Sawa al P. Gaspare di Lella, un sacerdote católico, lo hizo por petición de su padre, el señor Tomoteru, un hombre con inquietudes religiosas, que quería debatir las virtudes del budismo con un sabio cristiano.
Tomoteru analizó en profundidad y con detenimiento la propuesta cristiana y le gustó, por lo que se bautizó él y su casa: su hijo, el joven Takayama (cuyo nombre real era Hikogoro Shigetomo) recibió como nombre de bautismo el de “Iustus” (Justo).


Los Takayama ayudaban en las actividades misioneras en Japón y eran protectores de los cristianos y de los misioneros jesuitas.
En 1576, con el sacerdote italiano Gnecchi Soldo, Ukon Takayama hizo construir la primera iglesia de Kyoto, que durante 11 años sería un centro misionero de Japón. De ella hoy sólo queda la campana.
En 1587, cuando el samurái tenía 35 años, Toyotomi Hideyoshi el gran unificador de Japón, era ya el nuevo Canciller de Japón, pronto fue evidente que no sólo quería un Japón unido, sino absolutamente dominado bajo su poder.
Según algunos relatos, una noble chica cristiana se negó a ser una más de sus concubinas, debido a su fe, y eso le enfadó mucho, inició una persecución contra los cristianos: expulsó a los misioneros e instó a los católicos japoneses a abandonar la fe.
Mientras que muchos daimio optaron por renunciar al catolicismo, Takayama y su padre optaron por abandonar sus tierras y sus honores para mantener la fe. Muchas personas trataron de convencerlo de renegar de su catolicismo. Sin embargo él se negó y eligió vivir como un cristiano hasta la muerte.
El P. Anton Witwer, postulador general de la Compañía de Jesús, indicó que el samurái "no quería luchar contra otros cristianos. Por lo tanto prefirió una vida pobre, ya que cuando un samurái no obedece a su 'jefe' pierde todo lo que tiene".
"Eligió la pobreza para ser fiel a la vida cristiana y durante años, vivió bajo la protección de amigos aristocráticos, llevando así una vida digna, (…) era un noble, una persona conocida”.
En 1597, el Canciller ordenó la ejecución de 26 católicos japoneses y extranjeros que fueron crucificados el 5 de febrero.
Cuando, en 1614, el nuevo shogun Ieyasu Tokugawa prohibió definitivamente el cristianismo Takayama fue al exilio y lideró un grupo de 300 católicos japoneses que partieron al extranjero en tres barcos. Dos iban a la portuguesa Macao. Otro, en el que viajaban Ukon Takayama, su esposa, hija y nietos, y unos 100 laicos japoneses, fue a Manila, Filipinas.
“Dios dice que quien toma la espada se arruina con ella. Formad familias en Filipinas y regresad a Japón como enviados para la paz”, dijo el daimio en el puerto de Nagasaki a su pueblo que se exiliaba con él.
Su esperanza es que aquellos cristianos volverían a Japón, más numerosos, como un puente entre culturas. Ya no pensaba en ejércitos, sino en algo más poderoso, que vive de generación en generación: pensaba en familias.
No podía saber que Japón se iba a cerrar a toda influencia extranjera durante más de 250 años, un fenómeno cultural y político realmente singular en la historia.
Llegaron a Filipinas en diciembre de ese año y se establecieron en Manila, la capital del país. donde fueron recibidos por una multitud de curiosos y los españoles le trataron con todo respeto. Incluso se habló de preparar una expedición militar española a Japón bajo su mando o consejo, pero él se negó.
Murió el 3 de febrero, 40 días después de su llegada a Filipinas, debilitado por los estragos de la persecución
Para el postulador de la causa, el padre Kawamura, este daimio puede ser un modelo para los políticos actuales, porque vivió en un entorno hostil, de políticas siempre cambiantes, pero “nunca se dejó extraviar por los que le rodeaban y vivió una vida según su conciencia, de forma persistente, una vida adecuada para un santo, que sigue dando ejemplo a muchos hoy”.
El 21 de enero de 2016, el Santo Padre Francisco autorizó la promulgación del decreto reconociendo como martirio la muerte del Siervo de Dios. Iustus Takayama Ukon.
Fuentes bibliográficas:
ACI Prensa
Religión en Libertad

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