lunes, 27 de junio de 2016

EL IMPACTANTE TESTIMONIO DE UN MÁRTIR DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA QUE SERÁ SANTO


El impactante testimonio de un mártir de la Revolución Francesa que será santo




DENVER, 27 Jun. 16 / (ACI).- El próximo 16 de octubre, el Papa Francisco canonizará al Beato Salomón Leclercq, mártir de la Revolución Francesa, quien murió a manos de una turba que lo asesinó junto a otros religiosos por mantener su fidelidad a Cristo. Esta es su historia.

El Beato Salomón Leclercq, cuyo nombre de bautizo fue Guillaume-Nicolas-Louis, fue hijo de un rico comerciante de vino. Nació en Boulogne, Francia, en 1745.

En 1767, a los 21 años de edad, ingresó al noviciado de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, instituto de educadores fundada por San Juan Bautista de La Salle, donde tomó el nombre religioso de Salomón.

Durante su tiempo en la comunidad, se desempeñó como profesor, maestro de novicios, administrador de una escuela, y, finalmente, como secretario del superior general de la orden, el Hermano Agathon. Era conocido por su gran amor por las personas y su duro trabajo.

En 1790, con la Revolución Francesa ya en marcha, la Constitución Civil del Clero dio al Estado el control total sobre la Iglesia en Francia. El gobierno comenzó a vender bienes de la Iglesia y exigió a todos los sacerdotes y religiosos hacer un juramento al gobierno para que sus instituciones mantengan su estatus operativo legal.


Al igual que muchos clérigos de la época, la mayoría de los hermanos del instituto de Salomón se negaron al juramento, por lo que se les obligó a abandonar sus escuelas y comunidades.

Por esta razón, el Beato Salomón se vio obligado a vivir solo y en clandestinidad durante un tiempo en París, sin embargo pudo mantener contacto con su familia a través de cartas, pese a estar supervisado por el gobierno .

En agosto de 1792, la Asamblea Legislativa cerró todas las escuelas católicas en París y prohibió el uso público de hábitos o vestimentas religiosas. A los sacerdotes que se habían negado a prestar el juramento requerido por la Constitución Civil del Clero se les ordenó salir del país: alrededor de 25 mil lo hicieron.

Salomón, aún en esa ciudad, escribió su última carta a su familia el 15 de agosto de 1792, y ese mismo día fue detenido y encarcelado en el monasterio carmelita Hôtel des Carmes en París, por negarse al juramento.

El 2 de septiembre, los revolucionarios interceptaron un transporte con 30 sacerdotes que iban camino a la prisión y los mataron a todos. La turba continuó su avance y, armados con espadas, irrumpieron en el monasterio carmelita donde asesinaron al Beato Salomón y a unos 150 otros sacerdotes y religiosos.

Al día siguiente, el 3 de septiembre, los revolucionarios se dirigieron hacia un seminario Lazarista, donde mataron a la mayoría de los sacerdotes y estudiantes. Las cifras de muertos de lo que se conoce como las Masacres de Septiembre oscilan entre 1.247 y 1.368 fallecidos.

El 17 de octubre de 1926, el Papa Pío XI beatificó al hermano Salomón y a 188 mártires católicos que murieron durante la Masacre de Septiembre. Salomón fue el primer mártir de su instituto, aunque pronto se le unieron otros tres miembros conocidos como los hermanos mártires de los pontones de Rochefort, quienes también fueron asesinados por su fe durante la Revolución Francesa. El día de la fiesta de estos cuatro hermanos mártires es el 2 de septiembre.

El milagro atribuido a la intercesión del Beato Salomón Leclercq es la inexplicable curación de una niña venezolana que fue mordida por una serpiente venenosa.

El 16 de octubre, el Papa Francisco canonizará, junto al Beato Salomón Leclercq, a los siguientes beatos: Manuel González García, obispo español; Ludovico Pavoni, sacerdote italiano; Alfonso María Fusco, sacerdote fundador de las Hermanas de San Juan Bautista; Isabel de la Trinidad, monja carmelita francesa considerada "hermana espiritual" de Santa Teresa de Lisieux; el Cura Brochero de Argentina y el niño cristero mexicano José Sánchez del Río.

Traducido y adaptado por Bárbara Bustamante. Publicado originalmente en CNA.

LOS SANTOS DE HOY LUNES 27 DE JUNIO DEL 2016

Arialdo de Milán, SantoArialdo de Milán, Santo
Diáconoo y Mártir, 27 de junio
Crescente (Crescencio) de Galacia, SantoCrescente (Crescencio) de Galacia, Santo
Obispo y Mártir, 27 de junio
Sansón de Constantinopla, SantoSansón de Constantinopla, Santo
Sacerdote, 27 de junio
Margarita Bays, BeataMargarita Bays, Beata
Laica, 27 de junio
Luisa Teresa Montaignac, BeataLuisa Teresa Montaignac, Beata
Fundadora, 27 de junio
Tomás Toán, SantoTomás Toán, Santo
Mártir, 27 de junio
Nuestra Señora del Perpetuo SocorroNuestra Señora del Perpetuo Socorro
Advocación Mariana, 27 de junio
Cirilo de Alejandría, SantoCirilo de Alejandría, Santo
Memoria Litúrgica, 27 de junio

NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO, ADVOCACIÓN MARIANA, 27 DE JUNIO

Hoy se celebra a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
Por Abel Camasca



 27 Jun. 16 (ACI).- El 27 de junio se celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de los Padres Redentoristas y cuyo icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso.

Esta imagen recuerda el cuidado de la Virgen por Jesús, desde su concepción hasta su muerte, y que hoy sigue protegiendo a sus hijos que acuden a ella.

Se dice que en el siglo XV un comerciante adinerado del Mar Mediterráneo tenía la pintura del Perpetuo Socorro, aunque se desconoce el cómo llegó a sus manos. Para proteger el cuadro de ser destruido, decidió llevarlo a Italia y en la travesía se desató una terrible tormenta.

El comerciante tomó el cuadro en alto, pidió socorro y el mar se calmó. Estando ya en Roma, él tenía un amigo, a quien le mostró el cuadro y le dijo que un día el mundo entero rendiría homenaje a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.


Después de un tiempo, el mercader enfermó y, antes de morir, le hizo prometer a su amigo que colocaría la pintura en una iglesia ilustre. Sin embargo, la esposa del amigo se encariño con la pintura y este no realizó su promesa.

Nuestra Señora se le apareció al hombre en varias ocasiones pidiéndole cumpliera, pero al no querer disgustar a su mujer, enfermó y murió. Más adelante la Virgen habló con la hija de seis años y le dio el mismo mensaje de que deseaba que el cuadro fuera puesto en una iglesia. La pequeña fue y se lo contó a su madre.

La mamá se asustó y a una vecina que se burló de lo ocurrido le vinieron unos dolores tan fuertes que solo se alivió cuando invocó arrepentida la ayuda de la Virgen y tocó el cuadro. Nuestra Señora se volvió a aparecer a la niña y le dijo que la pintura debía ser puesta en la iglesia de San Mateo, que quedaba entre las Basílicas Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. Finalmente, así se hizo y se obraron grandes milagros.

Siglos después, Napoleón destruyó muchas iglesias, entre ellas la de San Mateo, pero un padre agustino logró llevarse secretamente el cuadro y más adelante fue colocado en una capilla agustiniana en Posterula.

Los Redentoristas construyen la Iglesia de San Alfonso sobre las ruinas de la iglesia de San Mateo y en sus investigaciones descubrieron que antes ahí estaba el milagroso cuadro de del Perpetuo Socorro y que lo tenían los Agustinos. Gracias a un sacerdote jesuita conocieron el deseo de la Virgen de ser honrada en ese lugar.

Es así que el superior de los Redentoristas solicitó al Beato Pío IX, quien dispuso que el cuadro fuera devuelto a la Iglesia entre Santa María la Mayor y San Juan de Letrán. Asimismo, encargó a los Redentoristas que hicieran que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fuera conocida.

Los Agustinos, una vez que supieron la historia y el deseo del Pontífice, gustosos devolvieron la imagen mariana para complacer a la Virgen.

Hoy en día la devoción a Nuestra Señora del perpetuo Socorro se ha expandido por diversos lugares, construyéndose iglesias y santuarios en su honor. Su retrato es conocido y venerado en todas partes del mundo.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 27 DE JUNIO 2016



Condiciones de los seguidores de Jesús
Tiempo Ordinario


Tiempo Ordinario. Si la cruz no llega a resultarnos fuente de felicidad ¿cómo podemos decir que la creemos redentora? 


Por: Xavier Caballero | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 8, 18-22
Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos». 

Oración introductoria
Señor, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad. Teóricamente yo también quiero seguirte, ansío ser fiel a los innumerables dones de tu gracia; pero, bien conoces mi debilidad, mis apegos… Hoy me pongo de rodillas ante Ti y te suplico me des la luz y la fuerza de tu Espíritu Santo.

Petición
Ven, Espíritu Santo, aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad

Meditación del Papa
Quien lee atentamente el texto descubre que las Bienaventuranzas son como una velada biografía interior de Jesús, como un retrato de su figura. Él, que no tiene donde reclinar la cabeza, es el auténtico pobre; El, que puede decir de sí mismo: Venid a mí, porque soy sencillo y humilde de corazón, es el realmente humilde; Él es verdaderamente puro de corazón y por eso contempla a Dios sin cesar. Es constructor de paz, es aquel que sufre por amor de Dios: en las Bienaventuranzas se manifiesta el misterio de Cristo mismo, y nos llaman a entrar en comunión con Él. Pero precisamente por su oculto carácter cristológico las Bienaventuranzas son señales que indican el camino también a la Iglesia, que debe reconocer en ellas su modelo; orientaciones para el seguimiento que afectan a cada fiel, si bien de modo diferente, según las diversas vocaciones. (Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 36).

Reflexión
El riesgo es parte sustancial de la condición humana. No se puede en este mundo hacer nada serio sin exponerse, con frecuencia, al fracaso. Y, desde luego, la única manera de no equivocarse nunca – es decir, de equivocarse siempre – es renunciar a toda aventura por pura cobardía. Sí, estamos por el riesgo y contra la seguridad. Estamos con la audacia frente a la comodidad. Creemos más humano el atrevimiento que la renuncia sistemática al combate.

El evangelio de hoy es uno de esos que solemos calificar como sólo para gente intrépida. El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza....Todo un riesgo. Cuando nos acercamos a este pasaje podemos caer en el error de pensar que se refiere sólo a los llamados al sacerdocio, a la vida consagrada, etc. Y sin embargo, nos interpela a todos como cristianos. Forma parte de nuestra vocación. La vocación no es un lujo de elegidos ni un sueño de quiméricos. Todos llevan dentro encendida una estrella. A veces, la estrella es tan clara que mucha gente no la ve. Y es que una de las cosas importantes de la vida es la de descubrir cuál es metaluego, buscarla como una mezcla, a partes iguales, de ilusión y realismo. Sígueme, deja a los muertos sepultar a los muertos». Sólo con realismo nos quedaremos a ras de tierra. Sólo con ilusión nos romperemos las narices. No siempre es fácil. Pero, ¿es que puede ser un sacrificio amar a Alguien?

Con frecuencia hay que tomar la cruz; pero si la cruz no llega a resultarnos fuente de felicidad ¿cómo podemos decir que la creemos redentora? Somos cristianos. Nuestra vocación está unida a la de Cristo.

Repitamos hoy y hagamos vida en nuestro interior, la oración de J. H. Newman:

«Amado Señor, enséñanos a sufrir contigo; haz que el sufrir por amor a ti, sea dulce para nosotros, y santifica con tus méritos todos nuestros sufrimientos. A ti, Jesús, fuerza y sostén del universo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén»
Propósito

Ante el Santísimo Sacramento, revisar mi vida: ¿qué me pide Dios que no he querido darle?

Diálogo con Cristo 
Señor, el ambiente y los medios de comunicación buscan imponer un estilo de vida donde lo práctico y el bienestar ocupan el primer lugar. Seguirte, comprometer la vida al ideal del Evangelio, es ir contra corriente. Así es, y así ha sido siempre. No permitas que me engañe, que busque evadir mis responsabilidades. Ayúdame a saber vivir mi misión, identificándome plenamente con el ideal que me propone tu Evangelio.

domingo, 26 de junio de 2016

SAN JOSEMARÍA ESCRIVA DE BALAGUER, SACERDOTE Y FUNDADOR, 26 DE JUNIO


Josemaría Escrivá de Balaguer, Santo
Sacerdote y Fundador, 26 de Junio


Por: Opusdei.org | Fuente: Opusdei.org 




Fundador de la Prelatura "Opus Dei"

Martirologio Romano: En Roma, san Josemaría Escrivá de Balaguer, presbítero, fundador del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz († 1975).

Fecha de beatificación: 17 de marzo de 1992 por S.S. Juan Pablo II
Fecha de canonización: 6 de octubre de 2002 por S.S. Juan Pablo II

Breve Biografía

Infancia y Juventud

Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (Huesca, España) el 9 de enero de 1902. Sus padres se llamaban José y Dolores. Tuvo cinco hermanos: Carmen (1899-1957), Santiago (1919-1994) y otras tres hermanas menores que él, que murieron cuando eran niñas. El matrimonio Escrivá dio a sus hijos una profunda educación cristiana.

En 1915 quebró el negocio del padre, que era un industrial de tejidos, y hubo de trasladarse a Logroño, donde encontró otro trabajo. En esa ciudad, Josemaría percibe por primera vez su vocación: después de ver unas huellas en la nieve de los pies descalzos de un religioso, intuye que Dios desea algo de él, aunque no sabe exactamente qué es. Piensa que podrá descubrirlo más fácilmente si se hace sacerdote, y comienza a prepararse primero en Logroño y más tarde en el seminario de Zaragoza. Siguiendo un consejo de su padre, en la Universidad de Zaragoza estudiará también la carrera civil de derecho como alumno libre.

La fundación del Opus Dei

D. José Escrivá muere en 1924, y Josemaría queda como cabeza de familia. Recibe la ordenación sacerdotal el 28 de marzo de 1925 y comienza a ejercer el ministerio en una parroquia rural y luego en Zaragoza.

En 1927 se traslada a Madrid, con permiso de su obispo, para obtener el doctorado en Derecho. En Madrid, el 2 de octubre de 1928, Dios le hace ver la misión que desde años atrás le venía inspirando, y funda el Opus Dei. Desde ese día trabaja con todas sus fuerzas en el desarrollo de la fundación que Dios le pide, al tiempo que continúa con el ministerio pastoral que tiene encomendado en aquellos años, que le pone diariamente en contacto con la enfermedad y la pobreza en hospitales y barriadas populares de Madrid.

Al estallar la guerra civil, en 1936, Josemaría se encuentra en Madrid. La persecución religiosa le obliga a refugiarse en diferentes lugares. Ejerce su ministerio sacerdotal clandestinamente, hasta que logra salir de Madrid. Después de una travesía por los Pirineos hasta el sur de Francia, se traslada a Burgos.

Cuando acaba la guerra, en 1939, regresa a Madrid. En los años siguientes dirige numerosos ejercicios espirituales para laicos, para sacerdotes y para religiosos. En el mismo año 1939 termina sus estudios de doctorado en Derecho.

Guiando el crecimiento del Opus Dei

En 1946 fija su residencia en Roma. Obtiene el doctorado en Teología por la Universidad Lateranense. Es nombrado consultor de dos Congregaciones vaticanas, miembro honorario de la Pontificia Academia de Teología y prelado de honor de Su Santidad. Sigue con atención los preparativos y las sesiones del Concilio Vaticano II (1962-1965), y mantiene un trato intenso con muchos de los padres conciliares. Desde Roma viaja en numerosas ocasiones a distintos países de Europa, para impulsar el establecimiento y la consolidación del Opus Dei en esos lugares. Con el mismo objeto, entre 1970 y 1975 hace largos viajes por México, la Península Ibérica, América del Sur y Guatemala, donde además tiene reuniones de catequesis con grupos numerosos de hombres y mujeres.

Fallece en Roma el 26 de junio de 1975. Varios miles de personas, entre ellas numerosos obispos de distintos países —en conjunto, un tercio del episcopado mundial—, solicitan a la Santa Sede la apertura de su causa de canonización.

Beatificación y Canonización

El 17 de mayo de 1992, Juan Pablo II beatifica a Josemaría Escrivá de Balaguer en la plaza de San Pedro, en Roma, ante 300.000 personas. «Con sobrenatural intuición», dijo el Papa en su homilía, «el beato Josemaría predicó incansablemente la llamada universal a la santidad y al apostolado».

Diez años más tarde, el 6 de octubre de 2002, Juan Pablo II canoniza al fundador del Opus Dei en la plaza de San Pedro ante una multitud de más de 80 países. El Santo Padre, en su discurso a los participantes en la canonización, dijo que "san Josemaría fue elegido por el Señor para anunciar la llamada universal a la santidad y para indicar que la vida de todos los días, las actividades comunes, son camino de santificación. Se podría decir que fue el santo de lo ordinario".

LOS SANTOS DE HOY DOMINGO 26 DE JUNIO DEL 2016

David de Salónica, Santo
Eremita, Junio 26
Rodolfo, SantoRodolfo, Santo
Obispo de Gubbio, 26 de junio
David de Salónica, SantoDavid de Salónica, Santo
Eremita, Junio 26
Antelmo de Belley, SantoAntelmo de Belley, Santo
Obispo, 26 de junio
Santiago Ghazir, BeatoSantiago Ghazir, Beato
Sacerdote Capuchino y Fundador, 26 de junio
Andrés Jacinto Longhin, BeatoAndrés Jacinto Longhin, Beato
Obispo Capuchino, 26 de junio
Magdalena Fontaine y sus Compañeras, BeatasMagdalena Fontaine y sus Compañeras, Beatas
Mártires de la Revolución Francesa, Junio 26
Josemaría Escrivá de Balaguer, SantoJosemaría Escrivá de Balaguer, Santo
Sacerdote y Fundador, 26 de Junio
José María Robles HurtadoJosé María Robles Hurtado
Mártir Mexicano, 26 de Junio
Pelayo (Paio) de Córdoba, SantoPelayo (Paio) de Córdoba, Santo
Mártir de la castidad juvenil, Junio 26

LECTURAS BÍBLICAS Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 26 DE JUNIO 2016


XIII del Tiempo Ordinario – Ciclo C
Domingo 26 de Junio de 2016

“Dejar todo lo tuyo para tenerlo todo… siendo suyo“



Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 19,16b.19-21

En aquellos días, el Señor dijo a Elías: «Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén.»
Elías se marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: «Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.»
Elías le dijo: «Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?»
Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.

Palabra de Dios    

______________________

Salmo
Salmo Responsorial: 15,1-2a.5.7-8.9-10.11

R/. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R/.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

______________________

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 5,1.13-18

Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud. Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la Ley se concentra en esta frase: «Amarás al prójimo como a ti mismo.» Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente. Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais. En cambio, si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la Ley.

Palabra de Dios


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc 9, 51-62

SIN INSTALARSE NI MIRAR ATRÁS

Seguir a Jesús es el corazón de la vida cristiana. Lo esencial. Nada hay más importante o decisivo. Precisamente por eso, Lucas describe tres pequeñas escenas para que las comunidades que lean su evangelio, tomen conciencia de que, a los ojos de Jesús, nada puede haber más urgente e inaplazable.

Jesús emplea imágenes duras y escandalosas. Se ve que quiere sacudir las conciencias. No busca más seguidores, sino seguidores más comprometidos, que le sigan sin reservas, renunciando a falsas seguridades y asumiendo las rupturas necesarias. Sus palabras plantean en el fondo una sola cuestión: ¿Qué relación queremos establecer con él quienes nos decimos seguidores suyos?

Primera escena

Uno de los que le acompañan se siente tan atraído por Jesús que, antes de que lo llame, él mismo toma la iniciativa: «Te seguiré adonde vayas». Jesús le hace tomar conciencia de lo que está diciendo: «Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros nido», pero él «no tiene dónde reclinar su cabeza».

Seguir a Jesús es toda una aventura. Él no ofrece a los suyos seguridad o bienestar. No ayuda a ganar dinero o adquirir poder. Seguir a Jesús es «vivir de camino», sin instalarnos en el bienestar y sin buscar un falso refugio en la religión. Una Iglesia menos poderosa y más vulnerable no es una desgracia. Es lo mejor que nos puede suceder para purificar nuestra fe y confiar más en Jesús.

Segunda escena

Otro está dispuesto a seguirle, pero le pide cumplir primero con la obligación sagrada de «enterrar a su padre». A ningún judío puede extrañar, pues se trata de una de las obligaciones religiosas más importantes. La respuesta de Jesús es desconcertante: «Deja que los muertos entierren a sus muertos: tú vete a anunciar el reino de Dios».

Abrir caminos al reino de Dios trabajando por una vida más humana es siempre la tarea más urgente. Nada ha de retrasar nuestra decisión. Nadie nos ha de retener o frenar. Los «muertos», que no viven al servicio del reino de la vida, ya se dedicarán a otras obligaciones religiosas menos apremiantes que el reino de Dios y su justicia.

Tercera escena


A un tercero que quiere despedir a su familia antes de seguirlo, Jesús le dice: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios». No es posible seguir a Jesús mirando hacia atrás. No es posible abrir caminos al reino de Dios quedándonos en el pasado. Trabajar en el proyecto del Padre pide dedicación total, confianza en el futuro de Dios y audacia para caminar tras los pasos de Jesús.

jueves, 23 de junio de 2016

LOS SANTOS DE HOY JUEVES 23 DE JUNIO DEL 2016

Pedro Jacobo de Pésaro, Beato
Presbítero, 23 de junio
Walhero, SantoWalhero, Santo
Presbítero, 23 de junio
Agripina de Roma, SantaAgripina de Roma, Santa
Virgen y Mártir, 23 de junio
Lanfranco de Pavia, SantoLanfranco de Pavia, Santo
Obispo, 23 de junio
Eteldreda de Ely, SantaEteldreda de Ely, Santa
Abadesa, 23 de junio
María Rafaela Cimatti, BeataMaría Rafaela Cimatti, Beata
Virgen, 23 de junio
Mártires de Nicomedia, SantosMártires de Nicomedia, Santos
Mártires, 23 de junio
Tomás Garnet, SantoTomás Garnet, Santo
Sacerdote y Mártir, 23 de junio
María de Oignies, BeataMaría de Oignies, Beata
Reclusa, 23 de junio
José Cafasso, SantoJosé Cafasso, Santo
Presbítero, 23 de junio

SAN JOSÉ CAFASSO, 23 DE JUNIO, PATRONO DE LAS CÁRCELES Y MODELO DE CONFESOR, 23 DE JUNIO


Hoy es fiesta de San José Cafasso, patrono de las cárceles y modelo de confesor
Por Abel Camasca


23 Jun. 16  (ACI).- “No será muerte sino un dulce sueño para ti, alma mía, si al morir te asiste Jesús, y te recibe la Virgen María”, escribió poco tiempo antes de morir San José Cafasso, patrono de las cárceles italianas y modelo de sacerdotes comprometidos en la confesión y dirección espiritual. Bajo su guía se formó San Juan Bosco.

San José Cafasso nació en Italia en 1811. Desde pequeño su familia y la gente del pueblo lo estimaban como un “santito”. Fue ordenado sacerdote en 1833 y meses después se estableció en el “Convictorio Eclesiástico” para perfeccionar su formación sacerdotal.

San José Cafasso acompañó a la horca a muchos condenados a muerte y todos murieron confesados, arrepentidos y asistidos por su paternal presencia porque le recordaban a Cristo prisionero.


San José Cafasso ayudó a San Juan Bosco en el seminario y más adelante en el Convictorio. En el apostolado de las cárceles, Bosco presenció los horrores que sufre la juventud al no tener quien los oriente en la fe y educación. Así fue surgiendo la inquietud de crear obras que prevengan a los jóvenes de caer en estos lugares.

A pesar de las críticas, San José siempre defendió el servicio juvenil de su discípulo y se volvió un bienhechor de la naciente comunidad salesiana.

Al despacho del P. Cafasso llegaba toda clase de personas necesitadas. Él se caracterizaba por su amabilidad y una alegría contagiosa. Solía inculcar en sus alumnos una gran devoción al Santísimo Sacramento y la Virgen María.

“Toda la santidad, la perfección y el provecho de una persona está en hacer perfectamente la voluntad de Dios… querer lo que Dios quiere, quererlo en el modo, en el tiempo y en las circunstancias que Él quiere, y querer todo eso únicamente porque Dios así lo quiere”, decía San José Caffaso.

Cierto día en un sermón expresó: “qué bello morir un día sábado, día de la Virgen, para ser llevados por Ella al cielo”. Así sucedió, partió a la casa del Padre el sábado 23 de junio de 1860.

San Juan Bosco, en la oración fúnebre, recordó a su director espiritual y confesor como maestro del clero, un seguro consejero, consuelo de los moribundos y gran amigo.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 23 DE JUNIO 2016


Día litúrgico: Jueves XII del tiempo ordinario
Texto del Evangelio (Mt 7,21-29): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!’. 

»Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».

Y sucedió que, cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas.

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«No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos»
Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu 
(Sant Feliu de Llobregat, España)


Hoy nos impresiona la afirmación rotunda de Jesús: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial» (Mt 7,21). Por lo menos, esta afirmación nos pide responsabilidad en nuestra condición de cristianos, al mismo tiempo que sentimos la urgencia de dar buen testimonio de la fe.

Edificar la casa sobre roca es una imagen clara que nos invita a valorar nuestro compromiso de fe, que no puede limitarse solamente a bellas palabras, sino que debe fundamentarse en la autoridad de las obras, impregnadas de caridad. Uno de estos días de junio, la Iglesia recuerda la vida de san Pelayo, mártir de la castidad, en el umbral de la juventud. San Bernardo, al recordar la vida de Pelayo, nos dice en su tratado sobre las costumbres y ministerio de los obispos: «La castidad, por muy bella que sea, no tiene valor, ni mérito, sin la caridad. Pureza sin amor es como lámpara sin aceite; pero dice la sabiduría: ¡Qué hermosa es la sabiduría con amor! Con aquel amor del que nos habla el Apóstol: el que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera».

La palabra clara, con la fuerza de la caridad, manifiesta la autoridad de Jesús, que despertaba asombro en sus conciudadanos: «La gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas» (Mt 7,28-29). Nuestra plegaria y contemplación de hoy, debe ir acompañada por una reflexión seria: ¿cómo hablo y actúo en mi vida de cristiano? ¿Cómo concreto mi testimonio? ¿Cómo concreto el mandamiento del amor en mi vida personal, familiar, laboral, etc.? No son las palabras ni las oraciones sin compromiso las que cuentan, sino el trabajo por vivir según el Proyecto de Dios. Nuestra oración debería expresar siempre nuestro deseo de obrar el bien y una petición de ayuda, puesto que reconocemos nuestra debilidad.

-Señor, que nuestra oración esté siempre acompañada por la fuerza de la caridad.

CINCO BEATOS SERÁN CANONIZADOS EL 16 DE OCTUBRE 2016

5 beatos serán canonizados
La ceremonia se efectuará el 16 de octubre de 2016


Por: n/a | Fuente: es.zenit.org 



El papa Francisco presidió el pasado 20 de junio de 2016 el consistorio ordinario público para la canonización de cinco beatos. Así, se ha determinado que sean canonizados el domingo 16 de octubre.
Los beatos a ser canonizados son: el español  Manuel González García, obispo de Palencia, fundador de la Unión Eucarística Reparadora y de la Congregación de las Hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret.
También el francés Salomón Leclerc, de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, mártir. Ludovico Pavoni, sacerdote italiano, fundador de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada.  Alfonso María Fusco, sacerdote italiano, fundador de la Congregación de las Hermanas de San Juan Bautista. Y finalmente Isabel de la Trinidad, francesa, monja profesa de la Orden de los Carmelitas Descalzos.
La fecha elegida coincide con la canonización de José Sánchez del Río y José Gabriel del Rosario Brochero.
Artículo originalmente publicado en Zenit.org
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