domingo, 19 de junio de 2016

LECTURAS BÍBLICAS Y MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 DE JUNIO DEL 2016


XII del Tiempo Ordinario – Ciclo C
Domingo 19 de Junio de 2016

“Jesús es la respuesta a tantas preguntas“



Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías 12,10-11;13,1

Así dice el Señor: «Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo único, y llorarán como se llora al primogénito. Aquel día será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Hadad-Rimón en el valle de Meguido.» Aquel día, se alumbrará un manantial, a la dinastía de David y a los habitantes de Jerusalén, contra pecados e impurezas.

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo Responsorial: 62

R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.

Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3,26-29

Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús. Y, si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos de la promesa.

Palabra de Dios

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Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (9,18-24)

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»
Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»

Palabra del Señor



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc, 9,18-24

¿CREEMOS EN JESÚS?

Las primeras generaciones cristianas conservaron el recuerdo de este episodio evangélico como un relato de importancia vital para los seguidores de Jesús. Su intuición era certera. Sabían que la Iglesia de Jesús debería escuchar una y otra vez la pregunta que un día hizo Jesús a sus discípulos en las cercanías de Cesárea de Filipo: «Vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Si en las comunidades cristianas dejamos apagar nuestra fe en Jesús, perderemos nuestra identidad. No acertaremos a vivir con audacia creadora la misión que Jesús nos confió; no nos atreveremos a enfrentarnos al momento actual, abiertos a la novedad de su Espíritu; nos asfixiaremos en nuestra mediocridad.

No son tiempos fáciles los nuestros. Si no volvemos a Jesús con más verdad y fidelidad, la desorientación nos irá paralizando; nuestras grandes palabras seguirán perdiendo credibilidad. Jesús es la clave, el fundamento y la fuente de todo lo que somos, decimos y hacemos. ¿Quién es hoy Jesús para los cristianos?

Nosotros confesamos, como Pedro, que Jesús es el «Mesías de Dios», el Enviado del Padre. Es cierto: Dios ha amado tanto al mundo que nos ha regalado a Jesús. ¿Sabemos los cristianos acoger, cuidar, disfrutar y celebrar este gran regalo de Dios? ¿Es Jesús el centro de nuestras celebraciones, encuentros y reuniones?

Lo confesamos también «Hijo de Dios». Él nos puede enseñar a conocer mejor a Dios, a confiar más en su bondad de Padre, a escuchar con más fe su llamada a construir un mundo más fraterno y justo para todos. ¿Estamos descubriendo en nuestras comunidades el verdadero rostro de Dios encarnado en Jesús? ¿Sabemos anunciarlo y comunicarlo como una gran noticia para todos?

Llamamos a Jesús «Salvador» porque tiene fuerza para humanizar nuestras vidas, liberar nuestras personas y encaminar la historia humana hacia su verdadera y definitiva salvación. ¿Es esta la esperanza que se respira entre nosotros? ¿Es esta la paz que se contagia desde nuestras comunidades?

Confesamos a Jesús como nuestro único «Señor». No queremos tener otros señores ni someternos a ídolos falsos. Pero ¿ocupa Jesús realmente el centro de nuestras vidas? ¿Le damos primacía absoluta en nuestras comunidades? ¿Lo ponemos por encima de todo y de todos? ¿Somos de Jesús? ¿Es él quien nos anima y hace vivir?

La gran tarea de los cristianos es hoy aunar fuerzas y abrir caminos para reafirmar mucho más la centralidad de Jesús en su Iglesia. Todo lo demás viene después.

SAN ROMUALDO, RECHAZADO POR OTROS MONJES PERO ACOGIDO POR JESÚS, 19 DE JUNIO


Hoy es fiesta de San Romualdo, rechazado por otros monjes, pero acogido por Jesús
Por Abel Camasca


 19 Jun. 16 / (ACI).- "Amado Cristo Jesús, ¡tú eres el consuelo más grande que existe para tus amigos!", solía decir el abad San Romualdo, fundador de los “Camaldulenses”, que empezaron a usar vestimenta blanca por una visión que el santo tuvo. 

San Romualdo nació en Ravena (Italia) hacia la mitad del siglo X en una familia adinerada. Se educó sin formación cristiana, dejándose llevar por las cosas del mundo. No obstante, de vez en cuando sentía inquietudes y cargo de conciencia.

Después de ver cómo su padre mató a un hombre en un duelo, se decidió ir a un monasterio benedictino. Poco a poco fue teniendo una vida ejemplar, lo que molestó e incomodó a otros monjes y San Romualdo se alejó.


Empezó a tratar más con un monje rudo y áspero llamado Marino y de esta manera fue progresando rápidamente en su vida de penitencia.

Los dos juntos lograron muchas conversiones como la del jefe civil y militar de Venecia, el Dux de Venecia, quien se fue a vivir en oración y soledad y llegó a ser San Pedro Urseolo. También el papá de San Romualdo terminó arrepintiéndose de las cosas que había hecho y se retiró a un convento hasta su muerte.

El Santo tuvo que experimentar fuertes tentaciones contra la pureza. El demonio, además, buscaba desalentarlo haciéndole ver que la vida de oración, silencio y penitencia era algo inútil. Incluso en las noches se le presentaba el enemigo con imágenes feas y espantosas.

San Romualdo redobló sus prácticas de piedad hasta que un día, en medio de los más terribles ataques diabólicos, exclamó: "Jesús misericordioso, ten compasión de mí". El demonio, al oír esto, huyó inmediatamente y el santo recobró la paz.

Después de muchos sufrimientos y rechazos a manos de otros monjes, en 1012 fundó a los “Camaldulenses”. Cierto día, San Romualdo tuvo una visión de una escalera en la que sus discípulos subían al cielo vestidos de blanco y desde entonces cambió el hábito negro de sus religiosos por uno claro.

El Santo profetizó su muerte muchos años antes y al final de su vida experimentó arrebatos místicos. Partió a la Casa del Padre un 19 de junio de 1027.

Sobre los “Camaldulenses”, actualmente hay dos congregaciones, la de Camaldoli, integrada en la Confederación Benedictina, y la reformada de Monte Corona, fundada por el Beato Pablo Giustiniani que restauró la vida camaldulense en su forma más eremítica y austera. Estos últimos tienen monasterios en Italia, Polonia, España, Estados Unidos, Colombia y Venezuela.

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San Romualdo, Abad

Aunque creció como un joven mundano, esclavo de sus pasiones, algunas veces aspiró a ideales más elevados. La muerte de un pariente suyo a manos de su propio padre durante un duelo, hizo que el joven escapase horrorizado, y se internase en un monasterio cercano, donde permaneció por tres años en la más absoluta austeridad y fervor. 

Luego, el santo permaneció por años en compañía de un santo ermitaño, quien veló por la total conversión y formación de San Romualdo, de manera que éste pudiese predicar con ardor y corazón a Jesús. Justamente, el anuncio del evanglio fue uno de sus más grande sueños, y contando con el permiso del Papa, decidió partir a Hugría para iniciar su misión evangelizadora. Sin embargo, una terrible enfermedad impidió su viaje, y San Romualdo, que siempre estuvo atento a las señales de Dios, se dio cuenta que el Padre Celestial no lo quería para esa misión. 

Por treinta años, el santo fundó numerosas ermitas y monasterio por toda Italia. El monaterio más famosos del santo es el de Camáldoli, fundado por él alrededor del año 1012, y donde impuso reglas aún más severas que la de San Benito, dando inicio a una nueva congregación llamada Camaldulense, en la cual unió la vida cenbítica con la eremítica. 

Luego de permanecer algunos años en Camáldole, el santo retornó a sus viajes apostólicos. Pero la muerte lo sorprendió mientras estaba visitando la región de Val-di-Castro, falleciendo el 19 de junio de 1027. 

Otros Santos que se celebran hoy: Diosdado, obispo; Gervasio, Protasio, Andrés, Gaudencio, Culmacio, Ursicinio, Zósimo, Bruno, Bonifacio, Lamberto, mártires; Nazario, patriarca.

LOS SANTOS DE HOY DOMINGO 19 DE JUNIO DEL 2016

Miguelina Metelli, Beata
Viuda, Junio 19
Gervasio y Protasio, SantosGervasio y Protasio, Santos
Hermanos Mártires, Junio 19
Juliana Falconieri, SantaJuliana Falconieri, Santa
Fundadora, 19 de junio
Elena Aiello, BeataElena Aiello, Beata
Fundadora, 19 de junio
Lamberto de Zaragoza, SantoLamberto de Zaragoza, Santo
Mártir, 19 de junio
Joseph-Marie Cassant, BeatoJoseph-Marie Cassant, Beato
Monje Trapense, 17 de junio
Romualdo, SantoRomualdo, Santo
Fundador, 19 de junio

sábado, 18 de junio de 2016

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 18 DE JUNIO DEL 2016


Dios y las riquezas

Tiempo Ordinario




Mateo 6, 24-34. Tiempo Ordinario. Preocupate por Dios y todos los demás bienes se nos darán por añadidura: ¡Lo ha prometido Cristo! 



Por: Buenaventura Acero | Fuente: Catholic.net 




Del santo Evangelio según san Mateo 6, 24-34
Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. «Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.

Oración introductoria
Señor, creo en Ti y en tu Palabra, confío y espero porque tengo la certeza que me amas. Te quiero sobre todas las cosas y anhelo, con tu gracia, corresponder a tu amor. Concédeme abandonarme con espíritu filial en tu Providencia, que cuida de mis más pequeñas necesidades.

Petición 
Dame la gracia de vivir más confiado en tu gracia.

Meditación del Papa
En nuestra oración, la petición, la alabanza y la acción de gracias deberían darse unidas, incluso cuando parece que Dios no responda a nuestras esperanzas concretas. El abandonarse en el amor de Dios, que nos precede y nos acompaña siempre, es una de las actitudes fundamentales en nuestro diálogo con Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica comenta de esta manera la oración de Jesús en el relato de la resurrección de Lázaro: "Así, apoyada en la acción de gracias, la oración de Jesús nos revela cómo pedir: antes de que lo pedido sea otorgado, Jesús se adhiere a Aquél que da y que se da en sus dones. El Dador es más precioso que el don otorgado, es el -tesoro-, y en Él está el corazón de su Hijo; el don se otorga como -por añadidura-". También para nosotros, más allá de lo que Dios nos da cuando le invocamos, el don más grande que nos puede dar es su amistad, su presencia, su amor. Él es el tesoro precioso que hay que pedir y custodiar siempre. Benedicto XVI, 14 de diciembre de 2011.

Reflexión
Jesús contrapone la actitud de quien se afana por el dinero y las cosas de aquí abajo, con la de quien vive desprendido y confiado en la providencia de Dios. Aquellos al poner sus esperanzas e ilusiones en el mundo y sus cosas viven en el ansia y la intranquilidad. Esto es porque en último término los éxitos y satisfacciones, tan anhelados, vienen determinados por factores que no siempre pueden controlar. ¿Quién puede predecir el futuro siempre incierto?

Hay bienes tan frágiles como la salud, tan inexplicables como el amor o la amistad sincera. Aspectos, éstos últimos, que son decisivos para la felicidad humana. Además la fugacidad de la vida limita las satisfacciones que estos bienes nos reportan... Desde este punto de vista ¡qué pobres parecen estas aspiraciones! En cambio, los otros, logran superar esa visión materialista para alcanzar, una dimensión espiritual.

Seguir el consejo de Jesús no es fácil, pero reporta tranquilidad, paz y verdadera alegría interior. Saberse en las manos de un Padre bondadoso que nos invita a no preocuparnos de las cosas de este mundo, es una seguridad mejor fundada que las mejores predicciones de negocios. Esto no significa que debemos negar el valor a las cosas de este mundo, pues a todos nos son necesarias. Sin embargo, podemos discernir, con ayuda de Dios, dónde, cuando y cómo poner los cauces a todo ello. Si lo primero en nuestra vida son las cosas de Dios, seguimos viviendo en el mundo, pero todo lo que hagamos será con la intención de construir el Reino, de ayudar a los hermanos y de ganarlos para Cristo con nuestro testimonio, y no por afanes o lucros personales. Además, según la misma promesa, todos los demás bienes se nos darán por añadidura: ¡Lo ha prometido Cristo!

Propósito
Analizar la dificultad más grande de mi vida para ver en qué tengo que tener más confianza en Dios.

Diálogo con Cristo 
Padre providente, tu doctrina es sencilla y clara, concreta y amorosa, no vale la pena desgastarse inútilmente por lo pasajero de este mundo, cuando hay un Reino que puedo empezar a gozar desde ahora. Las cosas no cambian por más que uno se preocupe por ellas, por eso te pido, Señor, tu gracia para vivir abandonado a tu Providencia, poniendo todos los medios a mi alcance para extender tu Reino.


HOY ES LA FIESTA DE SAN GREGORIO BARBARIGO, CARDENAL Y DIPLOMÁTICO, 18 DE JUNIO


Hoy es la fiesta de San Gregorio Barbarigo, Cardenal y diplomático
Por Diego López Marina


 18 Jun. 16 / (ACI).- San Gregorio Barbarigo fue un Cardenal, académico y diplomático italiano, considerado un hombre “misericordioso con todos”, pero “muy severo consigo mismo" como solían decir quienes lo conocieron.

Sus actividades como obispo fueron influyentes en su época. Por ejemplo, fundó imprentas para propagar libros religiosos y se esmeró con todas sus fuerzas por formar buenos seminaristas; por tal motivo amplió y dio más recursos a los seminarios de Padua y Bérgamo, y fundó otros nuevos.

En Padua fundó una biblioteca y una escuela poliglota que se convirtió en una de les mejores de Italia. También creó escuelas populares e instituciones de catequesis y formación religiosa para orientar o formar a padres y educadores.


El santo nació en Venecia (Italia) el 16 de septiembre de 1625 en medio de una familia adinerada y noble.

Recibió una educación católica y a la edad de 20 fue escogido por el gobierno veneciano para acompañar al embajador Luigi Contarini al Congreso de Munster, donde se firmó el tratado de Westfalia y se puso fin a la Guerra de los Treinta Años.

Fue en aquel congreso que conoció al nuncio apostólico Fabio Chigi, que lo orientó al sacerdocio y se convirtió en un amigo muy cercano. A la edad de 30 años, en 1655, fue ordenado sacerdote, mientras que el Cardenal Chigi sería elegido como el nuevo Papa de la Iglesia con el nombre Alejandro VII.

Su amigo y consejero, y ahora Santo Padre, lo nombró canónigo de Padua y en 1657 como obispo de Bérgamo. Después entre 1664 y 1697, Gregorio gobernó como obispo de Padua.

En 1660 se le consagró cardenal; cuatro años más tarde, fue transferido al obispado de Padua. Era benigno y misericordioso, su piedad se mostraba sobre todo a los que sufrían o estaban en desgracia.

Durante una gran peste en Roma ayudó en la asistencia de cerca de 13 mil enfermos. También fundó la Congregación de los Oblatos de los Santos Prodóscimo y Antonio en Padua.

San Gregorio Barbarigo murió santamente el 15 de junio de 1697. Fue beatificado en 1761 y canonizado por S.S. Juan XXIII, el 26 de mayo de 1959.

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San Gregorio Barbarigo
18 de Junio


San Gregorio nació en Venecia -Italia en el año 1625. Perteneció a una familia rica e influyente.Al morir su madre, cuando él tenía la edad de dos años, su padre se prometió darle la mejor educación. Lo educó en las ciencias y en el arte de la guerra, pero a él le interesaba más todo lo que tuviera relación con Dios y la salvación de las almas.

Al cumplir los veinte años fue escogido por el gobierno veneciano como acompañante del embajador Luigi Contarini, al famoso Congreso de Munster, donde los representantes de Alemania, Francia y Suecia, firmaron el tratado de Westfalia, el 24 de octubre de 1648, y así pusieron fin a la guerra de Treinta Años.

Llegando a Roma la peste del tifo negro, conociendo la gran caridad de San Gregorio, el Santo Padre lo nombra presidente de la comisión encargada para atender a los enfermos.

En 1657, el Papa Alejandro VII, le ofrece nombrarlo obispo de Bérgamo, San Gregorio le pide que le deje celebrar primero una misa para conocer los planes de Dios. En esta, oye un mensaje celestial que le aconseja aceptar el nombramiento.En 1660 se le consagró cardenal; cuatro años más tarde, fue transferido al obispado de Padua. Era benigno y misericordioso, su piedad se mostraba sobre todo a los que sufrían o estaban en desgracia.

Con el propósito de fomentar la cultura, fundó un colegio y un seminario que tuvieron gran renombre. A las dos instituciones las dotó con imprenta propia y una biblioteca bien surtida, particularmente con los escritos de los Padres de la Iglesia y los estudios sobre las Sagradas Escrituras.

El siempre repetía: "para el cuerpo basta poco alimento y ordinario, pero para el alma son necesarias muchas lecturas y que sean bien espirituales".

San Gregorio Barbarigo murió el 15 de junio de 1697 y fue beatificado en 1761 y canonizado por S.S. Juan XXIII, el 26 de mayo de 1959.

Otros Santos que se celebran hoy: Antidio, Imerio, Gundulfo, obispos; Basilio, Inocencio, Félix, Peregrino, Hermias, Sabel, Ismael, Nicandro, Marciano, Montano, Valeriana, mártires; Isauro, diácono; Avito, abad; Hipacio, Rainiero, confesores; Julián, monje; Besarión, anacoreta; Alena (Elena), santa.

LOS SANTOS DE HOY SÁBADO 18 DE JUNIO DEL 2016

Calógero el anacoreta, Santo
Eremita, 18 de junio
Ciríaco y Paula, SantosCiríaco y Paula, Santos
Mártires, 18 de junio
Gregorio Barbarigo, SantoGregorio Barbarigo, Santo
Cardenal, 18 de junio
Osana Andreasi, BeataOsana Andreasi, Beata
Religiosa, Junio 18
Isabel de Schönau, SantaIsabel de Schönau, Santa
Religiosa, Junio 18
Marcos y Marceliano, SantosMarcos y Marceliano, Santos
Mártires, 18 de junio

viernes, 17 de junio de 2016

NOVENA EN HONOR A SAN JOSÉ MARÍA ESCRIVÁ BALAGUER, DEL 17 AL 25 DE JUNIO


Hoy se inicia la novena a San José María Escrivá, fundador del Opus Dei



17 Jun. 16 /  (ACI).- San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, nació en Barbastro (España) en 1902. Tuvo una infancia muy dura, es conocido como “el santo de lo ordinario” y fue llamado a la Casa del Padre hace 41 años.


"Dios no te arranca de tu ambiente, no te remueve del mundo, ni de tu estado, ni de tus ambiciones humanas nobles, ni de tu trabajo profesional... pero, ahí, ¡te quiere santo!", decía San Josemaría Escrivá.

A pocos días de celebrarlo, les dejamos a continuación la siguiente novena:



Primer Día de la Novena
 a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

PRIMER DÍA
Para tener Paz en el Corazón

REFLEXIÓN: PALABRAS DE SAN JOSEMARÍA

No es de Dios lo que roba la paz del alma (Camino, 258). Característica evidente de un hombre de Dios, de una mujer de Dios, es la paz en su alma: tiene «la paz» y da «la paz» a las personas que trata (Forja, 649). Hay que unir, hay que comprender, hay que disculpar. No levantes jamás una cruz sólo para recordar que unos han matado a otros. Sería el estandarte del diablo. La Cruz de Cristo es callar, perdonar y rezar por unos y por otros, para que todos alcancen la paz (Via Crucis, VIII estación, 3). Como Cristo “pasó haciendo el bien” (Hch 10, 38), así también nosotros tenemos que desarrollar una gran siembra de paz por los caminos humanos (Es Cristo que pasa, 166).

INTENCIÓN

Señor, Tú sabes cuánto deseo tener tu paz dentro de mí. Pero sé bien que no podré conseguirla mientras guarde amarguras y resentimientos en el corazón, como heridas que nunca cicatrizarán. Desearía ser capaz de hacer lo que dice San Pablo: “Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga queja contra otro. Y que la paz de Cristo se adueñe de vuestros corazones” (Col 3, 13.15). Sin tu ayuda, Señor, sólo con mi esfuerzo, nunca voy a alcanzar esa paz. Por eso, te pido humildemente, por intercesión de San Josemaría, la gracia de saber perdonar. Limpia mi corazón de la contaminación del odio, de la rabia, de la aversión y de otros sentimientos amargos que dividen, por más que yo considere que mi reacción es acorde con las faltas y ofensas de los demás.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.



Segundo Día de la Novena 
a San Josemaría Escrivá de Balaguer



Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SEGUNDO DÍA
Para Comprender y Disculpar

REFLEXIÓN

No admitas un mal pensamiento de nadie, aunque las palabras u obras del interesado den pie para juzgar así razonablemente (Camino, 442). Más que en «dar», la caridad está en «comprender». —Por eso busca una excusa para tu prójimo —las hay siempre—, si tienes el deber de juzgar (Camino, 463). Ponte siempre en las circunstancias del prójimo: así verás los problemas o las cuestiones serenamente, no te disgustarás, comprenderás, disculparás, corregirás cuando y como sea necesario, y llenarás el mundo de caridad (Forja, 958).

INTENCIÓN

Jesús, Tú ves cuánto me cuesta comprender a los demás, verlos con buenos ojos y disculpar sus faltas, grandes o pequeñas, cuando me perturban y me hieren. Quiero pedirte la gracia de cumplir lo que Tú nos mandaste: “No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados” (Lc 6, 37). Tú sabes, Señor, que con frecuencia me fijo, primero que todo, en el lado negativo de las personas, aquello que me incomoda, lo que considero absurdo e insoportable, lo que me amarga. Y, así, adquiero el vicio de pensar mal y de hablar mal de los demás. Señor, ten misericordia de mí, que soy tan poco misericordioso. Aunque no lo merezca, te ruego me concedas, por intercesión de San Josemaría, un corazón capaz de comprender, de disculpar y de perdonar.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


Tercer Día de la Novena 
a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

TERCER DÍA
Para Vencer el Orgullo

REFLEXIÓN

Si eres tan miserable, ¿cómo te extraña que los demás tengan miserias? (Camino, 446). Conforme: aquella persona ha sido mala contigo. —Pero, ¿no has sido tú peor con Dios? (Camino, 686). Esfuérzate, si es preciso, en perdonar siempre a quienes te ofendan, desde el primer instante, ya que, por grande que sea el perjuicio o la ofensa que te hagan, más te ha perdonado Dios a ti (Camino, 452). Por lo tanto, a rechazar la soberbia, a ser compasivos, a tener caridad; a prestaros mutuamente el auxilio de la oración y de la amistad sincera (Forja, 454).

INTENCIÓN

Señor, es verdad que yo rezo y, en la oración, te pido perdón…, pero sigo sin perdonar a los que me ofenden. Perdóname por haber despreciado las palabras de tu Hijo Jesús, que tantas veces repito al rezar el Padrenuestro: “perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” (Mt 6, 12). Comprendo que, si fuese sincero, en el fondo de esa dureza descubriría mi orgullo. Reconozco que soy susceptible, que me muestro fácilmente amargado, que interpreto mal lo que los demás dicen o hacen, y que la menor insinuación me deja trastornado… Y Tú, Jesús, ¿qué hacías cuando te maltrataban? ¿Qué haces conmigo cuando te maltrato con mis pecados? Bien sé que, todas las veces que voy a confesarme, Tú me dices: “Yo te absuelvo”. Señor, ¡no quiero ser hipócrita! Por intercesión de San Josemaría, concédeme la gracia de ser humilde, condición imprescindible para poder perdonar.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


Cuarto Día de la Novena 
a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

CUARTO DÍA
Para Vencer la Ira

REFLEXIÓN

Eso mismo que has dicho dilo en otro tono, sin ira, y ganará fuerza tu raciocinio, y, sobre todo, no ofenderás a Dios (Camino, 9). No reprendas cuando sientes la indignación por la falta cometida. —Espera al día siguiente, o más tiempo aún. —Y después, tranquilo y purificada la intención, no dejes de reprender. —Vas a conseguir más con una palabra afectuosa que con tres horas de pelea. —Modera tu genio (Camino, 10). Calla siempre cuando sientas dentro de ti el bullir de la indignación. —Y esto, aunque estés justísimamente airado. —Porque, a pesar de tu discreción, en esos instantes siempre dices más de lo que quisieras (Camino, 656).

INTENCIÓN

Pienso, Jesús, en Ti y en tus palabras: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29). Y después pienso en mí: en mis irritaciones, en mis reacciones violentas, en mi brusquedad, en la ira que hierve por dentro, asumiendo que es lógico tratar duramente a los demás porque “yo tengo razón”. Y, así ¡me creo cristiano! También cristiano era San Pablo, que pedía: “Que desaparezca de vosotros toda amargura, ira, indignación, griterío o blasfemia” (Ef 4, 31). Cristiano era San Josemaría, que respondía a las calumnias con una actitud constante de “callar, trabajar, perdonar, sonreír”. Sólo salía en defensa de la justicia cuando la injuria ofendía cosas de Dios o a terceras personas inocentes. Corazón manso y humilde de Jesús, por intercesión de San Josemaría, haz mi corazón semejante al tuyo.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Quinto Día de la Novena 
a San Josemaría Escrivá de Balaguer


Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

QUINTO DÍA
Para Vencer el Resentimiento

REFLEXIÓN

¡Qué alma más estrecha la de los que guardan celosamente su «lista de agravios»!… Con esos desgraciados es imposible convivir (Surco, 738). Perdonar. ¡Perdonar con toda el alma y sin resquicio de rencor! Actitud siempre grande y fecunda. —Ese fue el gesto de Cristo al ser enclavado en la cruz: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen», y de ahí vino tu salvación y la mía (Surco, 805). Dios no se escandaliza de los hombres. Dios no se cansa de nuestras infidelidades (Es Cristo que pasa, 64). Nunca he maltratado a nadie que me haya vuelto la espalda, ni siquiera cuando a mis deseos de ayudar me han pagado con un descaro (Amigos de Dios, 59).

INTENCIÓN

Dios mío, yo sé que el resentimiento es una herida que el amor propio, orgulloso, abre y remueve en el corazón, que es una gangrena que el odio cultiva dentro del alma. Yo lo temo, Dios mío, porque ya lo descubrí dentro de mí, aferrado como un cáncer. Alguien decía que el resentimiento es el horno del diablo. Tenía razón. Yo también siento que el rencor es un fuego maldito que quema el amor, la comprensión y la paz que deberían marcar siempre la relación entre los hijos de Dios. ¡Líbrame de él, Jesús! Ayúdame a expulsar ese mal por medio de la confesión frecuente. Concédeme, por intercesión de San Josemaría, fuerzas del Cielo para perdonar, para olvidar. Que yo no guarde ningún rencor. Al contrario, que guarde mis amarguras dentro de tu corazón y allí aprenda a decir: “¡Padre, perdónalos!” (Lc 23, 34).

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Sexto Día de la Novena 
a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SEXTO DÍA
Para Vencer las Discordias Familiares

REFLEXIÓN

La convivencia es posible cuando todos tratan de corregir las propias deficiencias y procuran pasar por encima de las faltas de los demás (Conversaciones, 108). La paciencia es la que nos impulsa a ser comprensivos con los demás, persuadidos de que las almas, como el buen vino, se mejoran con el tiempo (Amigos de Dios, 78). El amor debe ser sacrificado, diario, hecho de mil detalles de comprensión, de sacrificio silencioso, de entrega que no se nota (Es Cristo que pasa, 36). De callar no te arrepentirás nunca: de hablar, muchas veces (Camino, 639).

INTENCIÓN

Dios mío, Tú sabes que me cuesta mucho disculpar, en la vida familiar, las faltas de consideración para conmigo: faltas de atención, de respeto, de paciencia y de delicadeza; y sabes que me cuesta aún más admitir que también yo caigo en esas mismas faltas. Te pido ayuda para que, con tu gracia y, por la intercesión de San Josemaría, sea capaz de vencer la falsa autoestima y de vivir como nos pide San Pablo: “con toda humildad y mansedumbre, con longanimidad, sobrellevándoos unos a otros con caridad” (Ef 4, 2). Líbrame, Señor, de la obsesión temeraria de considerar que sólo yo tengo la razón; de la grosería, de la impaciencia ante pequeñas faltas, de las discusiones por cosas sin trascendencia… Te pido la caridad de saber callar, sonreír, hacer buena cara, y pedir disculpas por mis excesos al corregir. Y si hubiera necesidad, te pido el espíritu heroico del perdón con que acogiste a Judas en el huerto, en la hora de la traición.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Séptimo Día de la Novena 
a San Josemaría Escrivá de Balaguer



Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SÉPTIMO DÍA
Para Dar el Primer Paso

REFLEXIÓN

Nuestro Padre del Cielo perdona cualquier ofensa, cuando el hijo vuelve de nuevo a Él, cuando se arrepiente y pide perdón. Nuestro Señor es tan Padre, que previene nuestros deseos de ser perdonados, y se adelanta, abriéndonos los brazos con su gracia (Es Cristo que pasa, 64). El Señor tomó la iniciativa, viniendo a nuestro encuentro. Nos dio ese ejemplo (Amigos de Dios, 228). En el Sacramento de la Penitencia es donde tú y yo nos revestimos de Jesucristo y de sus merecimientos (Camino, 310).

INTENCIÓN Dios, Padre de misericordia, abro el Evangelio y veo que Jesús me pide dar siempre el primer paso de la reconciliación, ser yo el primero en tomar la iniciativa de pedir y ofrecer perdón; “deja allí tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano” (Mt 5, 24). Es justo que me pidas hacer lo mismo que Tú hiciste. De hecho, San Pablo dice que “siendo todavía pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rm 5, 8). Dios mío, ¡cómo me cuesta dar ese paso cuando estoy convencido de que yo tengo la razón, y de que el ofendido soy yo! Me parece algo sobrehumano. ¡Sólo con tu fuerza, Señor! San Josemaría, intercede por mí, para que me decida a buscar el auxilio de Dios, haciendo una confesión sincera, pues es, en ese sacramento, que puedo encontrar la gracia que necesito.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


Octavo Día de la Novena
 a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

OCTAVO DÍA
Para Devolver Bien por Mal

REFLEXIÓN

A nuestra reincidencia en el mal, responde Jesús con su insistencia en redimirnos, con abundancia de perdón (Via Crucis, VII estación). Valen tanto los hombres, su vida y su felicidad, que el mismo Hijo de Dios se entrega para redimirlos, para limpiarlos, para elevarlos (Es Cristo que pasa, 165). Tarea del cristiano: ahogar el mal en abundancia de bien (Surco, 864). Acostúmbrate a apedrear a esos pobres «odiadores», como respuesta a sus pedradas, con Avemarías (Forja, 650).

INTENCIÓN

Buen Jesús, yo reconozco que, cuando me siento ofendido, comienza a hervir dentro de mí el deseo del desquite. ¡Exactamente lo que Tú no hiciste! ¡Qué difícil es contener la fantasía de las venganzas pequeñas o grandes que mi imaginación construye. Y, sin embargo, sé que debería pensar en perdonar! Haz, Señor, que, cuando me sienta así, vengan a mi memoria tus palabras: “Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persigan” (Mt 5, 44), y las de San Pablo: “no te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (Rm 12, 21). Yo te suplico, Señor, que la meditación de las palabras de San Josemaría para el día de hoy despierten en mí, por su intercesión, decisiones de rezar siempre por los que me causan un mal y de desearles el bien, de “ahogar el mal en abundancia de bien”.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Noveno Día de la Novena 
a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

NOVENO DÍA
Para Pedir la ayuda de nuestra Señora

REFLEXIÓN

Debió de sufrir mucho el Corazón dulcísimo de María, al presenciar aquella crueldad colectiva, aquel ensañamiento que fue, de parte de los verdugos, la Pasión y Muerte de Jesús. Pero María no habla. Como su Hijo, ama, calla y perdona. Esa es la fuerza del amor (Amigos de Dios, 237). Cuando somos de verdad hijos de María comprendemos esa actitud del Señor, de modo que se agranda nuestro corazón y tenemos entrañas de misericordia (Es Cristo que pasa, 146). Acostúmbrate a poner tu pobre corazón en el Dulce e Inmaculado Corazón de María, para que te lo purifique de tanta escoria, y te lleve al Corazón Sacratísimo y Misericordioso de Jesús (Surco, 830).

INTENCIÓN

Madre de misericordia, consoladora de los afligidos, refugio de los pecadores, Tú que estuviste unida al sacrificio de Jesús, cuando derramaba la sangre en la Cruz para limpiarnos de nuestro pecados, ten compasión de nosotros, pobres pecadores, que no conseguimos perdonar. Haz que, cuando sintamos que nos quema el rencor, la rabia o el deseo de venganza, nos acordemos de Ti; haz que no olvidemos que tenemos una Madre que nos ama y que quiere ablandar la dureza de nuestro corazón con el calor de su corazón inmaculado. Acógenos, Madre, en tu regazo como niños pequeños; calma con tu sonrisa nuestra cólera; consíguenos de tu Hijo el don de disculpar, de olvidar y de no remover amarguras; y también el de amar y querer bien a los que no nos quieren bien. Llévanos, Madre —como pide San Josemaría—, bien adentro del Corazón Sacratísimo y Misericordioso de Jesús.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor. Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido… (pídase). Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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