lunes, 9 de febrero de 2015

LOS SANTOS DE HOY: LUNES 9 DE FEBRERO DEL 2015


Hoy también se festeja a:

Sabino de Canosa, SantoSabino de Canosa, Santo
Obispo, Febrero 9
Anna Catalina Emmerick, BeataAnna Catalina Emmerick, Beata
Mística, 9 de febrero
Marón, SantoMarón, Santo
Eremita, Febrero 9
Pedro de Dama, San
Sacerdote, 9 de febrero
Miguel Febres-Cordero Muñoz, SantoMiguel Febres-Cordero Muñoz, Santo
Religioso Lasallista, Febrero 9
Apolonia, SantaApolonia, Santa
Virgen y Mártir, 9 de febrero

ORACIÓN A SANTA APOLONIA

SANTA APOLONIA, VIRGEN Y MÁRTIR, 9 DE FEBRERO


Apolonia, Santa
Virgen y Mártir, 9 de febrero 

Fuente: Archidiócesis de Madrid



Virgen y mártir
Martirologio Romano: En Alejandría, en Egipto, conmemoración de santa Apolonia, virgen y mártir, la cual, después de haber sufrido muchos y crueles tormentos por parte de los perseguidores, para no verse obligada a proferir palabras impías prefirió entregarse al fuego antes que ceder en su fe (c. 250).

Etimología: Apolonia = Aquella que desciende de Apolo, es de origen griego.

Sucedió en tiempos del emperador Felipe que es una época suave en la práctica de la fe cristiana. El lugar de los acontecimientos es Alejandría y por el año 248, previo a la persecución de Decio.

Sale a la calle un poeta con aires de profeta de males futuros; practicaba la magia, según se dice; va por las vías y plazas alejandrinas publicando, como agorero de males, las catástrofes y calamidades que van a sobrevenir a la ciudad si no se extermina de ella a los cristianos. No se sabe qué cosas dieron motivo para predecir esos tiempos aciagos, pero la verborrea produjo su efecto. El obispo Dionisio Alejandrino es el que relata el comienzo de la persecución. Tomaron violentamente al anciano Metro, sin respetar sus canas; le exigen blasfemias contra Jesucristo, se desalientan con su firmeza y acaban moliéndolo a palos y lapidándolo a las afueras de la ciudad. Luego van a por la matrona Cointa que es atada, arrastrada y también muerta a pedradas. Ahora la ciudad parece en estado de guerra; han crecido los tumultos; la gente va loca asaltando las casas donde puede haber cristianos. Se multiplican los incendios, los saqueos y la destrucción.

En Alejandría vive una cristiana bautizada desde pequeña y educada en la fe por sus padres; en los tiempos de su juventud decidió la renuncia voluntaria al matrimonio para dar su vida entera a Jesús. Se llama Apolonia y ya es entrada en años; los que la conocen saben mucho de sus obras de caridad, de su sólida virtud y de su retiro en oración; incluso presta ayuda a la iglesia local como diaconisa, según se estila en la antigüedad. Las hordas incontroladas la secuestran y pretenden obligarla a blasfemar contra Jesucristo. Como nada sale de su boca, con una piedra le destrozan los dientes. Después la llevan fuera de la ciudad amenazándola con arrojarla a una hoguera, si no apostata. Pide un tiempo para reflexionar. Se abisma en oración. Luego, ella misma es la que, con desprecio a la vida que sin Dios no vale, con paso decidido, pasa ante sus asombrados verdugos y entra en las llamas donde murió.

Los cristianos recogieron de entre las cenizas lo poco que quedó de sus despojos. Los dientes fueron recogidos como reliquias que distribuyeron por las iglesias.

Su representación iconográfica posterior la presenta sufriendo martirio de manos de un sayón que tiene una gran piedra en la mano para impartir el golpe que le destrozó la boca. Por eso es abogada contra los males de dientes y muelas.

También a nosotros nos asombra la decisión de santa Apolonia por parecerse a al suicidio. Algún magnánimo escritor habla de que «eso sólo es lícito hacerlo bajo una inspiración de Dios». Desde luego es susceptible de más de una glosa. Sólo que los santos, tan extremosamente llenos de Dios, adoptan en ocasiones actitudes inverosímiles y desconcertantes bajo el aguijón del Amor y ¡quien sabe si esas son «locuras» sólo para quien no tiene tanto amor! Al fin y al cabo, cada santo es el misterio de responder sin cuento a Dios.

domingo, 8 de febrero de 2015

SAN JERÓNIMO EMILIANI, 8 DE FEBRERO

SAN JERÓNIMO EMILIANI 
8 de febrero de 2015
San Jerónimo Emiliani



San Jerónimo Emiliani (o Miani) nació en Venecia el 1486. Huérfano de padre en tierna edad, fue sabiamente educado en la fe cristiana por la madre, Dionora Morosini, mujer de sentimientos muy elevados. En 1506, entró en la vida pública, dedicándose sobre todo al ejercicio de las armas. Pasó a ser soldado de la Serenísima República, y en 1511 fue enviado a la fortaleza de Castelnuovo de Quero, situada a la orilla del Piave, con carácter de Gobernador regente.

En el Santuario de la 'Madonna Grande' en Treviso, Jerónimo promete solemnemente de entregarse totalmente al servicio de Dios y del prójimo. Al volver a Venecia, repartió su patrimonio a los pobres y se asoció a la Compañía del Divino Amor, que se dedicaba, en particular, a la asistencia de los enfermos 'incurables'. También él contrajo, en este servicio, una grave enfermedad, que superó gracias a su robusta fibra, y con nuevas energías volvió al servicio de la caridad.

Su corazón, muy sensible a todas las miserias humanas quedó profundamente impresionado viendo la deplorable condición de muchísimos niños, faltos de padres y abandonados al destino. Empezó a dar asilo a unos de estos huérfanos, en su propia casa; y en seguida, como el número iba aumentando, abrió para ellos una casa cerca de la Iglesia de San Basilio y otra cerca de la Iglesia de San Roque, en Venecia. A los huérfanos, el Santo enseñaba los primeros elementos del saber y al mismo tiempo las nociones fundamentales de la fe cristiana. Además procuraba que aprendieran un oficio, para que pudieran entrar a formar parte de la sociedad, como elementos vivos y activos, aptos para desenvolver con dignidad su personalidad humana y cristiana. Fundó y asistió muchos orfelinatos en todo Italia y también en algunas regiones fuera de ella.

Cuando el Santo se dio cuenta que se iba debilitando físicamente y que tenía que dejar ya sus andanzas apostólicas de caridad, escogió como morada predilecta el pequeño pueblo de Somasca, cerca de Lecco. En este lugar, su ardiente fervor espiritual, podía contar con soledad, oración y meditación. Murió santamente al amanecer del 8 de Febrero de 1537 a la edad de 51 años, víctima de su misma caridad. Beatificado en 1747, fue proclamado Santo en el año 1767. El Papa Pío XI lo proclamó "Patrono Universal de los huérfanos y de la Juventud abandonada". Su Fiesta se celebra cada año el 8 de Febrero, día de su tránsito al cielo.

SANTA JOSEFINA BAKHITA, ESCLAVA, RELIGIOSA, 8 DE FEBRERO


Santa Josefina (Giuseppina) Bakhita 
Esclava, religiosa, santa, de origen sudanés. 
Fiesta: 8 de febrero



"Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa". 

Bakhita: "Afortunada"

La verdadera fortuna es conocer, amar y servir a Dios. El nombre "Bakhita" significa "afortunada" y nuestra santa ciertamente lo es. Sin embargo, esa fortuna no le vino nada fácil. Bakhita es el nombre que recibió cuando fue secuestrada mientras que fue bautizada con el nombre de Josefina.

De su vida no se conocen datos exactos. Se cree que es de Olgossa en Darfur, y que nació en 1869. Vivió su infancia con sus padres, tres hermanos y dos hermanas, una de ellas su gemela.

Su vida fue profundamente marcada cuando unos negreros llegaron a Olgossa y capturaron a su hermana. En su biografía escribió: "Recuerdo cuánto lloró mamá y cuánto lloramos todos". También  cuento su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos.

Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: 'Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro de poco'. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la alarma.

Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacia. Cuando estaba en el bosque, me percaté que las dos personas estaban detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: 'Si gritas, morirás! Síguenos!'".

Fueron esos hombres quienes le pusieron el nombre Bakhita sin comprender a donde ella llegaría.  Llevaron a Bakhita a El Obeid donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos. Intentó escapar, pero sin éxito. Su cuarto amo fue el peor en sus humillaciones y torturas. Cuando tenía unos 13 años fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. Ella cuenta en su biografía: "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal". 

El comerciante italiano Calixto Leganini compró a Bakhita en 1882. Era el quinto amo. Ella escribe: "Esta vez fui realmente afortunada porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad". 

En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita quiso seguir con su amo cuando este se fue a Italia con su amigo Augusto Michieli. La esposa de Michieli los esperaba en Italia y quiso quedarse con uno de los esclavos que traían por lo que se le dió a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli. 

En 1888 la familia Michieli compró un hotel y se trasladaron a Suakin pero Bakhita decidió quedarse en Italia. Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia. Esta congregación, fundada en 1808, es mas conocida como Hermanas de Canossa.

Fue en el Instituto que Bakhita conoció de verdad a Cristo y que "Dios había permanecido en su corazón", por lo que le había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud, "pero recién en ese momento sabía quien era". Recibió al mismo tiempo el bautismo, la primera comunión y la confirmación, el 9 de enero de 1890, por manos del Cardenal de Venecia. Tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada.

Al ser bautizada expresó: "¡Aquí llegué a convertirme en una de las hijas de Dios!". Se dice que no sabía como expresar su gozo y en su biografía cuenta que en el Instituto conoció cada día más a Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".

La Señora de Michieli volvió del Sudán a llevarse a su hija y a Bakhita, pero con gran valentía Bakhita se negó a ir y prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. Bakhita pudo prevalecer porque la esclavitud era ilegal en Italia. El 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad profesó en la vida religiosa.

Bakhita fue trasladada a Venecia en 1902, donde trabajó limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó milagros ni fenómenos sobrenaturales, pero tenía fama de santidad. Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió siempre sus obligaciones diarias.

Mucho le costó escribir su autobiografía en 1910, la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le ordena ir a Venecia a contar la historia de su vida. Luego de la publicación de sus memorias, se hizo muy conocida y viajaba por toda Italia dando conferencias y recogiendo fondos para su congregación.

Aunque la salud de Bakhita se fue debilitando hacia sus últimos años y quedó con mucho dolor en silla de ruedas, no dejó de viajar. Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras: "Madonna! Madonna!"

Miles de personas fueron a darle el último adiós, expresando así el respeto y admiración que sentían hacia ella. Fue velada por tres días, durante los cuales, según cuenta la gente, sus articulaciones aún permanecían calientes y las madres cogían su mano para colocarla sobre la cabeza de sus hijos. Josefina se recuerda con veneración en Schio como "Nostra Madre Moretta".

Sus restos incorruptos fueron sepultados bajo el altar de la la iglesia del convento de Schio, Italia. 


A los altares

En 1959 la diócesis local comenzó las investigaciones sobre su santidad. El 1 de diciembre de 1978 fue declarada Venerable. El 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II, declarándose su fiesta el 8 de febrero. En esa ocasión el Papa reconoció que ella transmitió el mensaje de reconciliación y misericordia. 

Bakhita fué canonizada por S.S. Juan Pablo II el 1 de octubre del 2000.

La historia de Bakhita es la de un continente. Ella sufrió graves males en manos de algunos cristianos pero su corazón no se cerró. Supo perdonar a los que la ultrajaron y descubrir que aquellos agravios, aunque cometidos por cristianos, son contrarios al camino de Jesús. Gracias a las religiosas encontró el verdadero rostro de Cristo y entró en Su Iglesia. Nada, ni los malos ejemplos, nos puede apartar del amor de Dios cuando le permitimos reinar en nuestro corazón.  Bakhita nos deja este maravilloso testamento de perdón por amor a Cristo: "Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa". El Papa la llamó "Nuestra Hermana Universal".

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 8 DE FEBRERO DEL 2015


Día litúrgico: Domingo V (B) del tiempo ordinario




Texto del Evangelio (Mc 1,29-39): En aquel tiempo, cuando Jesús salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles. Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían. 

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan». Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido». Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.


Comentario: Rev. D. Francesc CATARINEU i Vilageliu 
(Sabadell, Barcelona, España)


Todos te buscan

Hoy, contemplamos a Jesús en Cafarnaúm, el centro de su ministerio, y más en concreto en casa de Simón Pedro: «Cuando salió de la sinagoga se fue (...) a casa de Simón y Andrés» (Mc 1,29). Allí encuentra a su familia, la de aquellos que escuchan la Palabra y la cumplen (cf. Lc 8,21). La suegra de Pedro está enferma en cama y Él, con un gesto que va más allá de la anécdota, le da la mano, la levanta de su postración y la devuelve al servicio.

Se acerca a los pobres-sufrientes que le llevan y los cura solamente alargando la mano; sólo con un breve contacto con Él, que es fuente de vida, quedan liberados-salvados.

Todos buscan a Cristo, algunos de una manera expresa y esforzada, otros quizá sin ser conscientes de ello, ya que «nuestro corazón está inquieto y no encuentra descanso hasta reposar en Él» (San Agustín).

Pero, así como nosotros le buscamos porque necesitamos que nos libere del mal y del Maligno, Él se nos acerca para hacer posible aquello que nunca podríamos conseguir nosotros solos. Él se ha hecho débil para ganarnos a nosotros débiles, «se ha hecho todo para todos para ganar al menos algunos» (1Cor 9,22).

Hay una mano alargada hacia nosotros que yacemos agobiados por tantos males; basta con abrir la nuestra y nos encontraremos en pie y renovados para el servicio. Podemos “abrir” la mano mediante la oración, tomando ejemplo del Señor: «De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración» (Mc 1,35).

Además, la Eucaristía de cada domingo es el encuentro con el Señor que viene a levantarnos del pecado de la rutina y del desánimo para hacer de nosotros testigos vivos de un encuentro que nos renueva constantemente, y que nos hace libres de verdad con Jesucristo.

sábado, 7 de febrero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 7 DE FEBRERO DEL 2015


Como ovejas sin pastor
Tiempo Ordinario


Marcos 6, 30-34. Tiempo Ordinario. Cada uno de nosotros tiene su propia misión en este mundo. 


Por: Joseí Garnica | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34 
En aquel tiempo los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. 

Oración introductoria 
Señor, el día de hoy, como a los apóstoles, me llamas a un lugar solitario para descansar de mis afanes y preocupaciones, ¡quieres hablar conmigo! Señor, llévame a tu lado siempre y compadécete de mí como te compadeciste de la multitud, porque soy una pobre oveja que necesita de Ti, de tu misericordia, Tú eres mi único pastor.

Petición
María, intercede por mí para que sepa entender y vivir el sentido cristiano del descanso.

Meditación del Papa Francisco
Y después hay una expresión que se repite en la Biblia, tantas veces: «El Señor tuvo gran compasión». La misma compasión que tenía, dice el Evangelio, cuando vio a tanta gente como ovejas sin pastor. Cuando Dios visita a su pueblo, está cerca de él, se acerca a él y siente compasión: se conmueve”.


El Señor se siente profundamente conmovido, como lo estuvo ante la tumba de Lázaro. Del mismo modo se conmovió aquel Padre cuando vio volver a casa a su hijo pródigo. Cuando nosotros queremos anunciar el Evangelio, llevar adelante la Palabra de Jesús, éste es el camino. El otro camino es el de los maestros, el de los predicadores de aquel tiempo: los doctores de la ley, los escribas, los fariseos… Alejados del pueblo, hablaban… bien: hablaban bien. Enseñaban la ley, bien. Pero alejados. Y ésta no era una visita del Señor: era otra cosa. El pueblo no sentía esto como una gracia, porque faltaba la cercanía, faltaba la compasión, es decir, padecer con el pueblo. En la historia hubo tantos buenos predicadores, pero si no fueron capaces de sembrar esperanza, esa prédica no sirve. Es vanidad. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 16 de septiembre de 2014, en Santa Marta).

Reflexión
Jesús se presenta en este evangelio como un hombre incansable de predicar a su Padre, como autor de innumerables milagros, como sabio, maestro y pastor. Sin embargo todo esto nos da una visión limitada de lo que realmente es Cristo.

En la historia ha habido muchos "líderes sociales", pero Jesús hace una diferencia, tiene un rostro que le diferencia de los demás y es la misión que le viene dada de su Padre. Es tan absorbente su misión que no tiene tiempo ni para comer. Y en medio de sus planes y su cansancio también busca momentos de reposo con los suyos, con los apóstoles que continuarán la misión que recibió del Padre.

Cada uno de nosotros tiene su propia misión en este mundo. Nuestra vida familiar, el colegio, la universidad, el trabajo serán muy distintos si vivimos con mayor coherencia aquello que predicamos. Cristo fue coherente con su misión pero pagó esta coherencia con la traición y la muerte. A nosotros tal vez no nos suceda lo mismo, pero podemos seguir el ejemplo de Cristo con coraje y valentía.

Propósito
Respetar el tiempo que tengo destinado para mi oración, encuentro con la misericordia de Dios.

Diálogo con Cristo 
Jesús mío, gracias por enseñarme que descansar y divertirse no es incompatible con pensar y servir a los demás. Tu compasión fue siempre pronta y eficaz porque no «dabas» sino que «te dabas» a los demás. Te pido perdón por mis impaciencias, por mis juicios temerarios sobre los otros, por las veces que no he sido compasivo con los demás, por el sufrimiento que haya podido provocar en los que me rodean y por no haber sabido reservar el mejor tiempo para mi oración.

LOS SANTOS DE HOY: SÁBADO 7 DE FEBRERO DEL 2015

Ricardo, SantoRicardo, Santo
Laico, 7 de febrero

Hoy también se festeja a:

Anselmo Polanco y Felipe Ripoll, BeatosAnselmo Polanco y Felipe Ripoll, Beatos
Wacerdotes y Mártires, 7 de febrero
Ana María Adorni, BeataAna María Adorni, Beata
Fundadora, 7 de febrero
Rosalía Rendu, BeataRosalía Rendu, Beata
Virgen, 7 de febrero
Pio IX, BeatoPio IX, Beato
CCLV Papa, 7 de febrero
Tobias el Viejo, SantoTobias el Viejo, Santo
Personaje bíblico, 7 de febrero
Lucas el Joven, SantoLucas el Joven, Santo
Eremita, 7 de febrero
Nivardo, SantoNivardo, Santo
Hermano de San Bernardo de Claraval, 7 de febrero
Teodoro de Heraclea, SantoTeodoro de Heraclea, Santo
Mártir, 7 de febrero

SAN TEODORO DE HERACLEA, MÁRTIR, 7 DE FEBRERO


Teodoro de Heraclea, Santo
Teodoro de Heraclea, Santo

Mártir, 7 de febrero 


Fuente: Archidiócesis de Madrid



Mártir

Martirologio Romano: En Amasea, en el Helesponto, pasión de san Teodoro, soldado, que bajo el emperador Maximiano, por confesar que era cristiano, fue terriblemente azotado, recluido en la cárcel y finalmente quemado vivo. San Gregorio de Nisa cantó las alabanzas de este santo en un célebre elogio. ( 306)

Breve Biografía

Uno de los mártires orientales provenientes del mundo de la milicia. Fue capitán de soldados. Hizo honor a su nombre -Teodoro es Adorador de Dios- con el testimonio de su sangre derramada. Ejerce el mando en tiempos del emperador Licinio. Murió mártir, en Heraclea, por el año 319, defendiendo la fe y sabiendo anteponer a su lealtad de soldado la preeminencia de obedecer a Dios.

El resto es otro cantar. Muchos consideran los relatos como producto de la fábula que se hace en torno a su persona y a su entrega; puede que tengan razón. Siendo sinceros, también nosotros encontramos dificultades para aceptar el relato tal cual nos lo entrega el tiempo sin pasarlo por la criba de la historia que lo purifique. Muy probablemente hay elementos del relato bordados en el telar de la leyenda.

Porque dicen que pasaba su valiente vida librando las tierras de alimañas, monstruos y dragones. Y donde se resalta su condición de hombre de fe es en una de las caminatas que hacía el emperador visitando el imperio, revisando sus fuerzas militares y comprobando el estado de las posiciones. En esta ocasión, lleva consigo todas las imágenes idolátricas de los dioses romanos. Son ricas y minuciosamente trabajadas por los artistas palatinos. Quiere donarlas a sus tropas para que le sirvan de protección en las campañas.

El capitán Teodoro hace los honores del recibimiento. Luego, de modo ingenuo y servicial, pide permiso al emperador para que las estatuas de los dioses paganos sean depositadas en las dependencias de su casa con el pretexto de custodiarlas y perfumarlas. Así -asegura con pillería- estarán más vistosas a la hora de ser presentadas al gran público. Y lo más ocurrente que resuelve es destruir las imágenes de los dioses falsos, obtener el oro que las recubre y posteriormente donarlo a los pobres para que remedien sus miserias.

¡Claro que con su actuación alegre y decidida da un testimonio de dónde tiene puestos sus valores y de en quién tiene depositada su fe! Pero le valió el martirio por degüello precedido de incontables tormentos que ya están previstos en los relatos de las actas martiriales tardías. Sí, se habla de sus muchas heridas sanadas por ángeles y de conversiones multitudinarias de testigos presenciales al comprobar su firmeza hasta el último momento de su muerte.

En el cielo nos encontraremos con Teodoro, el capitán de Heraclea y, si lo cree oportuno, nos contará la verdad de lo que pasó. No deja por ello de animar nuestra existencia conocer lo que los ancestros dijeron de este intrépido santo soldado pícaro, queriendo personificar en él que la fe no está reñida con el sentido práctico y que la valentía profesional debe acompañar a la fortaleza que da la entrega a Dios.
¿Existen dos santos Teodoro?
En el siglo IX tan sólo existía la devoción a un santo con este nombre, pero luego otro Teodoro aparece, este no es soldado sino general, quien habría muerto en Heraclea en tiempos de Licinio el 7 de febrero, también él enterrado en Euchaita el 3 de junio. Esta doble historia, del que fuera tal vez un único mártir, dio como origen a un doble florecimiento de leyendas que han sido escritas en griego, latín y otras lenguas orientales y que influyeron a su vez en los días de sus conmemoraciones.

Los bizantinos recuerdan al Teodoro general el 8 de febrero mientras el soldado el 17 de febrero. En los martirologios occidentales en cambio el general es recordado el 7 de febrero y el soldado el 16 del mismo mes.

Todo el asunto ha sido cuidadosamente estudiado por el padre H. Delehaye en su libro "Las Leyendas griegas de militres santos" (1909). En su opinión solo hubo un Teodoro, probablemente mártir y posiblemente soldado de profesión. Parece ser que su culto comenzó hace mucho tiempo en Euchaita, una población pequeña en el Helesponto y que desde ahí se difundió a otras partes. Poco a poco, algunos hagiógrafos fueron introduciendo muchos detalles ficticios y contradictorios en su historia, sin preocuparse en absoluto de si lo que escribían se apegaba a la verdad histórica. Con el tiempo las divergencias llegaron a ser tan notorias, que fue necesario recurrir a la hipótesis de dos San Teodoros diferentes: el Stratelates (el general) y el de Tiro (el soldado), pero aun así sus biografías se sobreponen y no puede sacarse gran cosa en claro. Uno de los elementos fabulosos introducidos en ciertas versiones de la historia, es la lucha con un dragón. Este detalle aparece en la leyenda de san Teodoro mucho antes que en la de san Jorge. Por eso no es raro encontrar imágenes y cuadros en los que aparece montado a caballo, traspasando al dragón con una lanza, lo que se presta a identificarlo erróneamente. La idea de distinguir a los dos Teodoros parece que se le había ocurrido a alguno mucho antes de lo que el padre Delehaye supone. En una homilía armenia que F. C. Conybeare atribuye al siglo cuarto, ya se les considera distintos; y Mons. Wilper ha reproducido un mosaico que colocó el Papa Félix IV (526-530) en la iglesia de san Teodoro en el Palatino, en donde se representa a nuestro Salvador sentado; mientras que san Pedro le presenta por un lado a un san Teodoro, y san Pablo le presenta al otro san Teodoro por el otro.

De todos modos, es posible de que se trate de la misma persona conmemorada en dos días diferentes.
 

viernes, 6 de febrero de 2015

LOS SANTOS DE HOY: VIERNES 6 DE FEBRERO DEL 2015

María Teresa Bonzel, BeataMaría Teresa Bonzel, Beata
Fundadora, 6 de febrero


Hoy también se festeja a:

Ángel de Furci, BeatoÁngel de Furci, Beato
Presbítero Agustino, 6 de febrero
Mateo Correa Magallanes, SantoMateo Correa Magallanes, Santo
Presbítero y Mártir, 6 de febrero
Francisco Spinelli, BeatoFrancisco Spinelli, Beato
Presbítero y Fundador, 6 de febrero
Alfonso María Fusco, BeatoAlfonso María Fusco, Beato
Presbítero y Fundador, 6 de febrero
Guarino de Palestrina, SantoGuarino de Palestrina, Santo
Obispo, 6 de febrero
Vedasto (Vaast) de Arras, SantoVedasto (Vaast) de Arras, Santo
Obispo, 6 de febrero
Dorotea y Teófilo, SantosDorotea y Teófilo, Santos
Mártires, 6 de febrero
Amando de Maastricht, SantoAmando de Maastricht, Santo
Obispo, 6 de febrero
Pedro Bautista BlásquezPedro Bautista Blásquez
Religioso y Mártir, 6 de febrero
Pablo Miki y compañeros, Santos y MártiresPablo Miki y compañeros, Santos y Mártires
Memoria Litúrgica, 6 de febrero

SANTOS Y MÁRTIRES PABLO MIKY Y COMPAÑEROS , 6 DE FEBRERO



Pablo Miki y compañeros, Santos y Mártires
Memoria Litúrgica, 6 de febrero 
Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net


Mártires de Japón
Martirologio Romano: En Nagasaki, en Japón, pasión de los santos Pablo Miki junto con veinticinco compañeros, Declarada una persecución contra los cristianos, ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús o de la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en Japón, junto con diecisiete laicos, fueron apresados, duramente maltratados y, finalmente, condenados a muerte. Todos, incluso los adolescentes, por ser cristianos fueron clavados en cruces, manifestando su alegría por haber merecido morir como murió Cristo (1597).

Compañeros en el martiro: Juan de Goto Soan, Jacobo Kisai, religiosos de la Compañía de Jesús; Pedro Bautista Blásquez, Martín de la Ascensión Aguirre, Francisco Blanco, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores; Felipe de Jesús de Las Casas, Gonzalo García, Francisco de San Miguel de la Parilla, religiosos de la misma Orden; León Karasuma, Pedro Sukeiro, Cosme Takeya, Pablo Ibaraki, Tomás Dangi, Pablo Suzuki, catequistas; Luis Ibaraki, Antonio, Miguel Kozaki y su hijo Tomás, Buenaventura, Gabriel, Juan Kinuya, Matías, Francisco de Meako, Ioaquinm Sakakibara y Francisco Adaucto, neofitos.(1597).

Fecha de canonización: 8 de julio de 1862 por el Papa Pío IX.


Breve Biografía
El primero que llevó el anuncio de la fe cristiana a Japón fue San Francisco Javier, quien trabajó allí en de 1549 a 1551. En pocos años los cristianos llegaron a ser unos 300.000. Humanamente hablando, es doble el “secreto” que hizo posible esta expansión: el respeto que los misioneros jesuitas tuvieron por los modos de vida y las creencias japonesas no directamente opuestas a la enseñanza cristiana, y el empeño de insertar elementos locales en la predicación y en la administración.

Fue catequista jesuita un joven llamado Pablo Miki, nacido entre los años 1564 y 1566, de una rica familia de Kyoto. Quería ser sacerdote pero su ordenación fue postergada “sine die”, porque la única diócesis todavía no tenia obispo. Además, en 1587 el emperador Toyotomi Hideyoshi, que se propuso la conquista de Corea, cambió su actitud benévola para con los cristianos y publicó un decreto de expulsión de los misioneros extranjeros.

La orden se cumplió en parte: algunos misioneros permanecieron en el país de incógnito, y en 1593 algunos franciscanos españoles, dirigidos por Pedro Bautista, llegaron a Japón procedentes de Filipinas y fueron bien recibidos por Hideyoshi. Pero poco después vino la ruptura definitiva, incluso por motives políticos anti-españoles y anti-occidentales. El 9 de diciembre fueron arrestados seis franciscanos (Pedro Bautista, Martín de la Asunción, Francisco Blanco, Felipe Las Casas, Francisco de San Miguel y Gonzalo García), tres jesuitas (Pablo Miki, Juan Soan de Gotó y Santiago Kisai) y quince laicos terciarios franciscanos, a los que se les añadieron después otros dos, que eran catequistas.

Después de haberles cortado el lóbulo izquierdo, los 26 fueron llevados de Meaco a Nagasaki, para exponerlos a la burla de las muchedumbres, que más bien admiraron la heroica valentía que manifestaron sobre todo en el momento de la muerte, cuando fueron crucificados en una colina de Nagasaki el 5 de febrero de 1597. Despertaron gran conmoción las palabras de perdón y de testimonio evangélico pronunciadas por Pablo Miki desde la cruz, y la serenidad y valentía que demostraron Luis Ibaraki (de 11 años), Antonio (de trece) y Tomás Cosaki (de catorce), que murieron cantando el salmo: “Laudate, pueri, Dominum...”

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 6 DE FEBRERO DEL 2014


Muerte de Juan el Bautista
Tiempo Ordinario


Marcos 6, 14-29. Tiempo Ordinario. No ser dobles como Herodes, elegir el bien en lugar del mal. 


Por: P. Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Marcos 6, 14-29
Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas». Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas». Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado». Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto. Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?» Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.

Oración introductoria
Espíritu Santo santificador, creo, espero y confío en ti. Que esta oración me ayude a conocer la verdad y me fortalezca para no caer en las tentaciones del mundo que invitan al camino fácil, pero sin sentido.

Petición
Jesús, ayúdame a formar una conciencia recta y madura, abierta siempre al bien y a las inspiraciones del Espíritu Santo.

Meditación del Papa Francisco
Juan el Bautista comenzó su predicación en el periodo del emperador Tiberio, en el año 27-28 d.c., y la clara invitación que dirige a las personas que acudían a escucharlo, es preparar el camino para acoger al Señor, para enderezar las sendas torcidas de la vida a través de un cambio radical del corazón. Pero el Bautista no se limita a predicar la penitencia, la conversión, sino que, reconociendo a Jesús como el "Cordero de Dios" que vino a quitar el pecado del mundo, tiene la profunda humildad de mostrar a Jesús como el verdadero Mensajero de Dios, haciéndose a un lado para que Cristo pueda crecer, ser escuchado y seguido. Como nota final, el Bautista testifica con la sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios, o sin ceder o darle la espalda, cumpliendo hasta el final su misión. San Beda, monje del siglo IX, en sus Homilías dice: San Juan por (Cristo) dio su vida, a pesar de que no recibió la orden de renegar de Jesucristo, le fue ordenado solo callar la verdad. Y no calló la verdad y por eso murió por Cristo, quien es la Verdad. Justamente, por el amor a la verdad, no reduce su compromiso y no tiene temor a dirigir palabras fuertes a aquellos que habían perdido el camino de Dios. (Benedicto XVI, 29 de agosto de 2012)..

Reflexión
Imagina por un momento que tu hermano de repente se casa con la mujer de tu mejor amigo. ¿Qué harías? Supongo que se lo echarías en cara diciéndole que no puede hacer eso, que está en contra de tus principios cristianos, además, si ella ya está casada, estará pecando de adulterio.

Algo parecido le ha sucedido a San Juan Bautista. En su caso no es su mejor amigo, sino el "rey" de Galilea. ¡Qué ejemplo daría a todos sus súbditos! Pues bien, Juan no sintió vergüenza al hacerle ver el mal que estaba haciendo y todas las consecuencias que tenía. Por eso el Rey lo mandó encarcelar. Aunque lo escuchaba con agrado.

¿Qué cara debía tener Herodes, cuando hacía esto? Le tenía miedo al pueblo, y además admiraba a Juan. Parece que su vida era doble. Por un lado tenía que hacer callar a su conciencia que le reclamaba el mal hecho, pero por otro le hacía mucho bien el escuchar al hombre de Dios. Dos caras de una misma moneda. Todo se deshizo cuando lo mandó matar por "no quedar mal con todos los comensales, y a causa del juramento que había hecho". Su fama no podía decaer en esos momentos tan importantes para su vida, por eso prefirió el mal ante el bien que le reclamaba su conciencia y todo el pueblo: la libertad del Bautista.

No queramos ser dobles como le sucedió a Herodes. Llamemos a cada cosa por su nombre y hagámosle caso a nuestra conciencia cuando nos dice que hagamos algo o evitemos el mal.

Propósito
Examinar mi estilo de vida para evaluar que tipo de testimonio cristiano doy a los demás.

Diálogo con Cristo
Señor, quiero seguir siempre a mi conciencia. Ser una persona de principios y no una veleta que se acomode a las exigencias pasajeras del entorno social. Qué ridículo suena la debilidad de Herodes pero qué real y cercana es esta situación, porque el mantener Tu voluntad como norma suprema de mi vida, dejando a un lado la vanidad y el respeto humano, es difícil pero posible porque tu gracia me fortalece, ¡nunca dejes que me aparte de tu verdad!
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