lunes, 29 de diciembre de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 29 DE DICIEMBRE DEL 2014


¡El Dios escondido!
Adviento


Lucas 2, 22-35. Navidad. Simeón y Ana esperaron toda la vida para verte y yo te tengo presente en la Eucaristía. 


Por: Lucas Ongaro Arcie, L.C. | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-35
Cuando se cumplieron los días de la purificación de María, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, y una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones. 


Oración introductoria
Señor, quiero tomar conciencia de tu presencia y cercanía junto a mí. Señor, cambia mi corazón frío de piedra por un corazón caliente de carne, que sepa descubrirte y ver tu Amor en mis hermanos, en la eucaristía, en un nuevo amanecer, en la brisa suave… que en todo lo que me rodea, me asombre de tu Amor.

Petición
Niño Jesús, ayúdame a encontrarte en los demás, en la Eucaristía. Y concédeme ser consciente de tu presencia en mi corazón.

Meditación del Papa Benedicto XVI
Es interesante observar de cerca esta entrada del niño Jesús en la solemnidad del templo, en medio de un gran ir y venir de numerosas personas, ocupadas en sus asuntos: los sacerdotes y los levitas con sus turnos de servicio, los numerosos devotos y peregrinos, deseosos de encontrarse con el Dios santo de Israel. Pero ninguno de ellos se entera de nada. Jesús es un niño como los demás, hijo primogénito de dos padres muy sencillos. Incluso los sacerdotes son incapaces de captar los signos de la nueva y particular presencia del Mesías y Salvador. Sólo dos ancianos, Simeón y Ana, descubren la gran novedad. Guiados por el Espíritu Santo, encuentran en ese Niño el cumplimiento de su larga espera y vigilancia. Ambos contemplan la luz de Dios, que viene para iluminar el mundo, y su mirada profética se abre al futuro, como anuncio del Mesías: «Lumen ad revelationem gentium!» (Lc 2, 32). En la actitud profética de los dos ancianos está toda la Antigua Alianza que expresa la alegría del encuentro con el Redentor. A la vista del Niño, Simeón y Ana intuyen que precisamente Él es el Esperado. (Benedicto XVI Basílica Vaticana, Martes 2 de febrero de 2011)

Reflexión 
Muchas veces, con la agitación del día, no percibo la presencia de Cristo, olvido que Él está siempre a mi lado. Vivo la vida pensando en mis problemas, dificultades, responsabilidades… es decir, en mi egoísmo; no me doy cuenta de que Él quiso permanecer en la eucaristía por amor a mí, y que tengo el mayor tesoro: ¡la vida de gracia y su permanencia fiel en mi corazón!

Cristo escogió la forma más sencilla y necesaria para hacerse sacramentalmente presente. Un simple pedazo de pan que es su cuerpo, comida y bebida para mi peregrinar rumbo al cielo.

Propósito
Hoy haré una visita a Cristo Eucaristía o una comunión espiritual durante algunos instantes de silencio.

Diálogo con Cristo
Señor, Simeón y Ana esperaron toda la vida para verte y yo te tengo presente en la Eucaristía y en mi corazón por la vida de gracia. Ayúdame a valorar la eucaristía, mi amistad contigo, y a estar decidido a morir antes que ofenderte.


"Pidámosle que nos atraiga cada vez más hacia sí mismo con la sagrada Comunión. Pidámosle que nos ayude a no tener nuestra vida sólo para nosotros mismos, sino a entregársela a él y así actuar junto con él, a fin de que los hombres encuentren la vida, la vida verdadera, que sólo puede venir de quien es el camino, la verdad y la vida. Amén." (Benedicto XVI, Basílica de San Juan de Letrán, Jueves Santo, 5 de abril de 2007 )

domingo, 28 de diciembre de 2014

SAN GASPAR DE BÚFALO, PRESBÍTERO Y FUNDADOR, 28 DE DICIEMBRE


Gaspar de Búfalo, San
Gaspar de Búfalo, San

Presbítero y Fundador, 28 de diciembre 


Fuente: Ewtn.com



Fundador de los Misioneros
de la Preciosa Sangre

Martirologio Romano: En Roma, san Gaspar del Búfalo, presbítero, el cual lucho denodadamente por la libertad de la Iglesia y, encarcelado, no cesó de conducir a los pecadores por el camino recto, principalmente con la devoción a la preciosísima sangre de Cristo, en cuyo honor fundó las Congregaciones de Misioneros y de Hermanas. (1837)

Etimológicamente: Gaspar = Aquel que administra tesoros. Viene de las lenguas hebrea y persa.
Este santo nació en Roma en 1786. Era hijo de un capitán. Fue ordenado sacerdote en 1808. Pero en 1809 Napoleón puso preso al Sumo Pontífice Pío VII y entonces el Padre Gaspar y todos los sacerdotes que permanecieron fieles al Papa, fueron desterrados. En 1814, al ser derrotado Napoleón, pudo volver libre el Pontífice a Roma y también el Padre Gaspar volvió a la ciudad eterna, y encontró que por haber estado la ciudad varios años casi sin sacerdotes había muchísimo trabajo que hacer en confesiones y predicaciones y en tratar de instruir a la juventud, y se dedicó a ello con toda su energía y de tiempo completo.

Viendo que se necesitaban fervorosos misioneros que predicaran de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, se propuso fundar una nueva comunidad religiosa: Los Misioneros de la Preciosa Sangre. El Papa lo ayudó y lo animó y así pronto tuvo ya un buen número de misioneros. El quería que las casas de su nueva comunidad se fundaran en los barrios más pobres, más abandonados y más pervertidos de cada ciudad.

Y empezó por la ciudad de Nápoles que en ese tiempo era una verdadera guarida de bandidos, donde nadie tenía la vida segura. El propio Sumo Pontífice le recomendó que empezara por Nápoles, pues esa gente necesitaba mucho de la conversión .Y las dificultades que se le presentaban eran extremas. Parecía que Nuestro Señor lo estaba poniendo a prueba, pues apenas solucionaba una dificultad le aparecían varias más. Sin embargo él, con una gran confianza en Dios, logró reunir un buen número de sacerdotes y allá se fue a fundar casas de misiones y obtuvieron grandes conversiones.

A sus misioneros les recomendaba que trabajaran fuertemente, y que nunca se dieran por vencidos a pesar de las dificultades y que no dejaran un solo día sin instruirse más y más en nuestra santa religión. El y sus sacerdotes recorrían pueblos y ciudades predicando el evangelio y la conversión. Aguantaban hambres, fríos, persecuciones y pobreza, pero conseguían un gran número de conversiones, con su predicación, su buen ejemplo y sus sacrificios.

Las gentes al verlos tan mortificados y tan instruidos y al oírlos hablar con tanto entusiasmo acerca de la conversión y de la salvación del alma se entusiasmaban y cambiaban de modo de vivir y empezaban a ser mejores. El santo, que terminaba cada misión terriblemente fatigado, les decía a sus amigos: ¿Si es tan bonito trabajar por Nuestro Señor aquí en medio de tantas fatigas, cuánto más será estar junto a El en el cielo donde no hay dolor ni cansancio?.

Por todas partes por donde andaba predicando iba propagando la Adoración Nocturna: ese dedicar una noche cada mes para pasar varias horas rezando ante el Santísimo Sacramento.

Ya bastante enfermo sufría muchísimo de sed por el calor y por la fiebre, pero hacía el sacrificio de no tomar agua, para obtener con ese sufrimiento la conversión de los pecadores. En invierno el frío lo hacía sufrir muchísimo pero no tenía calefacción, porque el martirio del frío podía convertir pecadores.

Murió en Roma en 1836, y fueron tantos los milagros que se obtuvieron por su intercesión, que el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1954.

San Gaspar: te encomendamos nuestras ciudades, especialmente aquellos barrios donde hay más maldad, para que ruegues a Dios por ellos y consigas la conversión de muchos pecadores.

LOS SANTOS DE HOY: DOMINGO 28 DE DICIEMBRE DEL 2014


LOS SANTOS DE HOY: 
DOMINGO 28 DE DICIEMBRE DEL 2014


Sagrada Familia de Jesùs
Fiesta, Domingo siguiente a la Navidad.


Hoy también se festeja a:

Gaspar de Búfalo, San
Presbítero y Fundador, 28 de diciembre
Catalina (Caterina) Volpicelli, Santa
Fundadora, 28 de diciembre
Mattía Nazarei, Beata
Abadesa Clarisa, 28 Diciembre
Gregorio (Hryhorij) Khomysyn, Beato
Obispo y Mártir, 28 de diciembre
Los Santos Inocentes
Fiesta, 28 de diciembre, es buena ocasión de hacer agradable la vida a los demás

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 28 DE DICIEMBRE DEL 2014


La Familia de Nazaret
Navidad


Lucas 2, 22-40. Sagrada Familia. José y María amaban a Dios con toda el alma y querían darle gusto hasta en los mínimos detalles. 


Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san 2, 22-40
Cuando se cumplieron los días de la purificación de María, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones. 
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del Niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con Él.
Oración introductoria
Señor Jesús, qué difícil debió ser para María escuchar y comprender las palabras de Simeón. Me queda claro que la senda que lleva al cielo es estrecha y angosta, por ello te pido que aumentes mi fe e ilumines mi corazón en esta oración, para que sepa aceptar confiadamente las penas y problemas de esta vida.

Petición
Señor, hazme comprender que cargar la cruz es el único modo de dar fruto para la vida eterna.

Meditación del Papa Francisco
Cuando María y José llevaron a su niño al Templo de Jerusalén, tuvo lugar el primer encuentro entre Jesús y su pueblo, representado por los dos ancianos Simeón y Ana.
Ese fue un encuentro en el seno de la historia del pueblo, un encuentro entre los jóvenes y los ancianos: los jóvenes eran María y José, con su recién nacido; y los ancianos eran Simeón y Ana, dos personajes que frecuentaban siempre el Templo.
Observemos lo que el evangelista Lucas nos dice de ellos, cómo les describe. De la Virgen y san José repite cuatro veces que querían cumplir lo que estaba prescrito por la Ley del Señor. Se entiende, casi se percibe, que los padres de Jesús tienen la alegría de observar los preceptos de Dios.» (Papa Francisco, 2 de febrero de 2014)
Reflexión
No era necesario que María fuese a purificarse, pues era Inmaculada. Tampoco hacía falta presentar al Niño al Templo, pues era más correcto que el Templo se presentase ante el mismo Dios hecho hombre. Pero así quisieron hacerlo José y María.

Hay aquí una lección de humildad. No querían los padres escapar a ningún precepto de la ley de Moisés. Simplemente amaban a Dios con toda el alma y querían darle gusto hasta en los mínimos detalles. No se sentían obligados, obedecían por puro amor.

Descubrimos también la condición social de José. La ley prescribía el sacrificio de un cordero para las familias con recursos económicos, o un par de tórtolas si eran pobres.

La sencilla acción de José y María tuvo una repercusión trascendental en la vida de Simeón y de Ana. De esta manera cumplió Dios lo que había prometido al justo y piadoso Simeón por una revelación particular del Espíritu Santo por la que "no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor".

Podemos concluir esta meditación reflexionando en la importancia que tiene para los demás nuestra fidelidad a Dios. Cumplir con nuestros deberes religiosos es fuente de bendiciones para los demás. Aunque no sea esa nuestra intención, podemos cambiar la vida de otras personas, como le sucedió a Simeón cuando la Virgen y su esposo acudieron al Templo.

Propósito
Reconocer a Cristo en las personas que me necesitan, en los que sufren o están desamparados.

Diálogo con Cristo 
Señor, sé que el dolor esconde una fuerza particular, una gracia especial para crecer y madurar en el amor. La cruz me puede transformar porque sé que Tú siempre estás cerca, sin embargo, conoces mi cobardía y debilidad, por eso humildemente me acojo a la protección de tu santísima Madre para que interceda por mí para que nunca permitas que me aleje de Ti, de tu amor y tu perdón.

¡FELIZ SOLEMNIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA!


¡Feliz Solemnidad de la Sagrada Familia!




 (ACI).- Hoy se celebra la Solemnidad de la Sagrada Familia y la Iglesia nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, quienes desde un principio tuvieron que enfrentar peligros y el exilio a Egipto, pero demostrando que siempre el amor puede más que la muerte. Ellos son reflejo de la Trinidad y modelo de toda familia.

"El niño iba creciendo y se llenaba de sabiduría"

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: ‘Todo primogénito varón será consagrado al Señor’, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: ‘un par de tórtolas o dos pichones’. Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: ‘Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel’. Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: ‘Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma’. Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

La Solemnidad de la Sagrada Familia, que se celebra en el Domingo de la Octava de Navidad, es una fiesta que motiva a profundizar en el amor familiar, examinar la propia situación del hogar y buscar soluciones que ayuden al papá, la mamá y los hijos a ser cada vez más como la Familia de Nazaret.

La vida familiar no puede reducirse a los problemas de pareja, dejando de lado los valores trascendentes, ya que la familia es signo del diálogo Dios – hombre. Padres e hijos deben estar abiertos a la Palabra y a la escucha, sin olvidar la importancia de la oración familiar que une con fuerza a los integrantes de la familia.

San Juan Pablo II recomienda el rezo del Rosario dentro de las familias, al afirmar que “la familia que reza unida, permanece unida”.

LOS SANTOS INOCENTES - 28 DE DICIEMBRE


Los Santos Inocentes
Fiesta, 28 de diciembre, es buena ocasión de hacer agradable la vida a los demás
Fuente: Archidiócesis de Madrid



La consulta bien intencionada de aquellos Magos que llegaron de Oriente al rey fue el detonante del espectáculo dantesco que organizó la crueldad aberrante de Herodes a raíz del nacimiento de Jesús.

Habían perdido el brillo celeste que les guiaba, llegó la desorientación, no sabían por donde andaban, temieron no llegar a la meta del arduo viaje emprendido tiempo atrás y decidieron quemar el último cartucho antes de dar la vuelta a su patria entre el ridículo y el fracaso.

Al rey le produjo extrañeza la visita y terror la ansiosa pregunta sobre el lugar del nacimiento del Mesías; rápidamente ha hecho sus cálculos y llegado a la conclusión de que está en peligro su status porque lo que las profecías antiguas presentaban en futuro parece que ya es presente realidad. Se armó un buen revuelo en palacio, convocaron a reunión a los más sabios con la esperanza de que se pronunciaran y dieran dictamen sobre el escondrijo del niño "libertador". El plan será utilizar a los visitantes extranjeros como señuelo para encontrarle. Menos mal que volvieron a su tierra por otro camino, después que adoraron al Salvador. Impaciente contó Herodes los días; se irritó consigo mismo por su estupidez; los emisarios que repartió por el país no dan noticia de aquellos personajes que parecen esfumados, y se confirma su ausencia. Vienen los cálculos del tiempo, y contando con un margen de seguridad, le salen dos años con el redondeo.

Los niños que no sobrepasen dos años en toda la comarca morirán. Hay que durar en el poder. El baño de sangre es un simple asunto administrativo, aunque cuando pase un tiempo falten hombres para la siembra, sean escasos los brazos para segar y no haya novios para las muchachas casaderas; hoy sólo será un dolor pasajero para las familias sin nombre, sin fuerza, sin armas y sin voz. Unas víctimas ya habían iniciado sus correteos, y balbuceaban las primeras palabras; otras colgaban todavía del pecho de sus madres. Pero para Herodes era el precio de su tranquilidad.

Son los Santos Inocentes. Están creciendo para Dios en su madurez eterna. Ni siquiera tuvieron tiempo de ser tentados para exhibir méritos, pero no tocan a menos. Están agarrados a la mano que abre la gloria. Aplicados los méritos de Cristo sin que fuera preciso crecer para pedir el bautismo de sangre, como tantos laudablemente hoy son bautizados en la fe de la Iglesia con agua sin cubrir expediente personal. El Bautismo es gracia.

Entraron en el ámbito de Cristo inconscientes, sin saberlo ni pretenderlo; como cada vez que por odio a Dios, a la fe, hay revueltas, matanzas y guerras; en esas circunstancias surgen mártires involuntarios, que aún sin saberlo, mueren revestidos y purificados por la sangre de Cristo, haciéndose compañeros suyos en el martirio; y no se les negará el premio sólo porque ellos mismo, uno a uno, no pudieran pedirlo. En este caso es el sagrado azar providente de caer por causa de Cristo, porque la mejor gloria que el hombre puede dar a Dios es muriendo.

Ya el mismo Jeremías dejó dicho y escrito que "de la boca de los que no saben hablar sacaste alabanza".

Hoy los mayores también hacen bromas en recuerdo del modo de ser juguetón y alegre de aquellos bebés que no tuvieron tiempo de hacerlas; es buena ocasión de hacer agradable la vida a los demás, con admiración y sorpresa, en desagravio del mal que provocó el egoísmo de aquel que tanto se fijó en lo suyo que aplastó a los demás.

sábado, 27 de diciembre de 2014

LOS SANTOS DE HOY: SÁBADO 27 DE DICIEMBRE DEL 2014

LOS SANTOS DE HOY:
 SÁBADO 27 DE DICIEMBRE DEL 2014


Odoardo Focherini, Beato
Martir Laico, 27 de diciembre


Hoy también se festeja a:

Alfredo Parte, Beato
Mártir Escolapio, 27 Diciembre
Francisco Spoto, Beato
Sacerdote y Mártir, 27 Diciembre
José María Corbín Ferrer, Beato
Mártir de Valencia, 27 Diciembre
Sara Salkahazi, Beata
Mártir, 27 de iciembre
Fabiola de Roma, Santa
Matrona romana, 27 de diciembre
Loreta o Lorena Fusconi, Beata
Religiosa, 27 de diciembre
Juan, Santo
Apóstol y Evangelista, 27 de diciembre

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 27 DE DICIEMBRE DEL 2014


Pedro y Juan en el sepulcro
Navidad

Juan 20, 2-9. Fiesta de San Juan apóstol y evangelista. ¡Jesús está vivo! Es la certeza de la fe. 


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Juan 20, 2-9
El primer día después del sábado, María Magdalena vino corriendo a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:"Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto". Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró. En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Observó los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vió y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Oración introductoria
Señor Jesús, creo, espero y te amo. Quiero en esta oración recostarme espiritualmente sobre tu pecho, como lo hizo el apóstol san Juan y hablar contigo durante estos momentos de corazón a corazón.

Petición
Señor, dame el don de conocerte para que pueda amarte más y así pueda seguirte mejor.

Meditación del Papa Francisco
San Pedro fue rápido al sepulcro y pensaba que lo habían robado. Al igual que María Magdalena, no entraba en su cabeza una resurrección real. Ellos no conseguían entender ese paso nuestro de la muerte a la vida a través de la resurrección. Han aceptado la de Jesús porque la han visto, pero la de los cristianos no era entendida así.
Cuando san Pablo habló de la resurrección, los griegos sabios y filósofos se asustaban. La resurrección de los cristianos es un escándalo, no pueden entenderlo. Y por esto Pablo hace este razonamiento: Si Cristo ha resucitado, también los muertos resucitarán. Hay una resistencia a la obra del Espíritu, que hemos recibido en el Bautismo, nos transforme en la resurrección. (Cf. Papa Francisco, homilía en santa Marta, 19 de septiembre de 2014)
Reflexión
El texto evangélico relata una de las experiencias que los discípulos tuvieron con el Cristo Resucitado. No se trata de un aparición, sino literalmente de una de las "etapas que los discípulos han tenido que recorrer" para comenzar a vislumbrar los nuevos horizontes de esperanza que el hecho de la Resurrección abriría en sus vidas. El acontecimiento se insinuaba ya en la tumba vacía, en las vendas que yacían en el suelo y en el sudario plegado en un lugar aparte. Ante estos hechos San Juan sentía que una certeza se fue apoderando de su corazón, la certeza de la fe: "Jesús está vivo".

"Jesús está vivo", esta convicción llena el corazón de todo creyente cristiano. La fe en la Persona viva de Jesucristo tiene el poder de abrir nuestros ojos para reconocerlo operante y presente en los sacramentos de la Iglesia, en los demás hombres, sobre todo en los que sufren y en nosotros mismos. Cristo, a través de su Iglesia, "está vivo" y pone su tienda en medio de nosotros.

Pero así como Jesucristo nació primero en el seno del Padre Eterno y luego en el seno de la Virgen María, así también tiene que nacer en nuestro corazón. Esto es lo que sucede en cada acto de fe.

Por eso tiene también sentido volver a celebrar su nacimiento en estas fechas. Sí, Belén fue un acontecimiento único, que ocurrió hace más de 2000 años, cuando, en un momento histórico concreto, el Hijo de Dios tomó nuestra carne y nació de la Virgen María. Pero este acontecimiento va teniendo sus repercusiones en la historia de los hombres como una piedra lanzada al centro de un lago, cuyo impacto va provocando ondas que se perciben hasta en los rincones más remotos del lago.

Por eso, Belén no es un acontecimiento aislado. A todas horas Cristo puede nacer en el corazón de cada hombre dispuesto a acogerlo. Con Él nuestro interior se alumbra y esto siempre nos da la certeza de que "está vivo".

Propósito
Ser testimonio de alegría cristiana y esperanza en mi entorno social y familiar.

Diálogo con Cristo
Gracias, Padre, por estos minutos de oración, quiero salir de esta meditación decidido a trabajar para que muchos otros tengan la dicha de experimentar tu amor. Me has llamado a ser tu discípulo y misionero, con tu gracia, Señor, lo podré lograr.

IMÁGENES DE SAN JUAN EVANGELISTA







LA MUERTE DE SAN JUAN EVANGELISTA

ORACIÓN A SAN JUAN EVANGELISTA



SAN JUAN EVANGELISTA, APÓSTOL Y EVANGELISTA, 27 DE DICIEMBRE


Juan, Santo
Fiesta Litúrgica, 27 de diciembre
Por: P. Ángel Amo. | Fuente: Catholic.net 


Apóstol y Evangelista
El Discípulo Amado


Martirologio Romano: Fiesta de san Juan, apóstol y evangelista, hijo de Zebedeo, que junto con su hermano Santiago y con Pedro fue testigo de la transfiguración y de la pasión del Señor, y al pie de la cruz recibió de Él a María como madre. En su evangelio y en otros escritos se muestra como teólogo, habiendo contemplado la gloria del Verbo encarnado y anunciando lo que vio. († s.I)

Breve Biografía

Juan, hijo de Zebedeo y de Salomé, hermano de Santiago, fue capaz de plasmar con exquisitas imágenes literarias los sublimes pensamientos de Dios. Hombre de elevación espiritual, se lo considera el águila que se alza hacia las vertiginosas alturas del misterio trinitario: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios”.

Es de los íntimos de Jesús y le está cerca en las horas más solemnes de su vida. Está junto a él en la última Cena, durante el proceso y, único entre los apóstoles, asiste a su muerte al lado de la Virgen. Pero contrariamente a cuanto pueden hacer pensar las representaciones del arte, Juan no era un hombre fantasioso y delicado, y bastaría el apodo que puso el Maestro a él y a su hermano Santiago -”hijos del trueno”- para demostrarnos un temperamento vivaz e impulsivo, ajeno a compromisos y dudas, hasta parecer intolerante.

En el Evangelio él se presenta a sí mismo como “el discípulo a quien Jesús amaba”. Aunque no podemos indagar sobre el secreto de esta inefable amistad, podemos adivinar una cierta analogía entre el alma del “hijo del trueno” y la del “Hijo del hombre”, que vino a la tierra a traer no sólo la paz sino también el fuego. Después de la resurrección, Juan parmanecerá largo tiempo junto a Pedro. Pablo, en la carta a los Gálatas, habla de Pedro, Santiago y Juan “como las columnas” de la Iglesia.

En el Apocalipsis Juan dice que fue perseguido y relegado a la isla de Patmos por la “palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.” Según una tradición, Juan vivió en Éfeso en compañía de la Virgen, y bajo Domiciano fue echado en una caldera de aceite hirviendo, de la que salió ileso, pero con la gloria de haber dado también él su “testimonio”. Después del destierro en Patmos, regresó definitivamente a Éfeso en donde exhortaba infatigablemente a los fieles al amor fraterno, como resulta de las tres epístolas contenidas en el Nuevo Testamento. Murió de avanzada edad en Éfeso, durante el imperio de Trajano, hacia el año 98.

viernes, 26 de diciembre de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 26 DE DICIEMBRE DEL 2014


"No se preocupen por lo que les pueda pasar"
Solemnidades y fiestas


Mateo 10, 17-22. Fiesta San Esteban. Perseveren en el testimonio de los valores humanos y cristianos tan profundamente radicados en la fe. 


Por: José Rodrigo Escorza | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Mateo 10, 17-22
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "Cuidense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque, en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes. El hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin se salvará.

Oración introductoria
Gracias, Señor, por este momento de oración. Te doy gracias también por las cruces que pones en mi camino, porque sé que en ellas te puedo encontrar. Guía mi oración para que sepa perseverar en tu amor.

Petición
Jesús, convénceme de que la cruz es el único camino para llegar a la salvación, y la oración el medio para poder aceptarla y vivirla con plenitud.

Meditación del Papa Benedicto XVI
Debemos prestar atención a lo que los evangelistas nos relatan sobre la actitud de Jesús durante su oración. Mateo y Marcos dicen que "cayó rostro en tierra"; asume por consiguiente la actitud de total sumisión, que ha sido conservada en la liturgia romana del Viernes Santo. Lucas, en cambio, afirma que Jesús oraba arrodillado. En los Hechos de los Apóstoles, habla de los santos, que oraban de rodillas: Esteban durante su lapidación, Pedro en el contexto de la resurrección de un muerto, Pablo en el camino hacia el martirio. Así, Lucas ha trazado una pequeña historia del orar arrodillados de la Iglesia naciente. Los cristianos con su arrodillarse, se ponen en comunión con la oración de Jesús en el Monte de los Olivos. En la amenaza del poder del mal, ellos, en cuanto arrodillados, están de pie ante el mundo, pero, en cuanto hijos, están de rodillas ante el Padre. Ante la gloria de Dios, los cristianos nos arrodillamos y reconocemos su divinidad, pero expresando también en este gesto nuestra confianza en que él triunfe. Benedicto XVI, 5 de abril de 2012.

Reflexión
La advertencia del Señor de guardarnos de los hombres está precedida en el Evangelio por la invitación de ser "prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas". Nuestro Señor Jesucristo no se hacía ilusiones acerca de los hombres. Conociendo lo que había en el hombre (Jn 2, 25), sólo se confiaba a aquellos, que buscaban ante todo la mayor gloria de Dios, no sus propios intereses.

La prudencia y la sencillez no son virtudes que se excluyen mutuamente, sino que pueden complementarse, llegando a formar en el hombre un hermoso equilibrio.

La serpiente y la paloma tienen cada una su propio hábitat. Mientras que la serpiente se desliza en el suelo, la paloma se lanza por los aires. Así también el seguidor de Jesucristo debe tener los pies firmemente puestos sobre la tierra, pero su corazón debe aspirar siempre hacia lo alto.
Al encontrar apoyo en el suelo, la serpiente nunca cae. Así el cristiano también está prevenido para no exponerse al peligro, sobre todo evitando el pecado y la tibieza. Además, la serpiente no tiene brazos, así se convierte en imagen del hombre que no se apega a nada, porque usa las cosas como si no le pertenecieran, precisamente "deslizándose" entre ellas, palpándolo todo y refiriéndolo a Dios.

En tiempos antiguos los hombres se servían de las palomas para enviar correo de un lugar a otro. Así, la paloma es símbolo del que tiene una misión, un mensaje, del cristiano que debe poseer una familiaridad profunda con las cosas de Dios, para poder dar testimonio de ellas ante los demás.

Por eso, el verdadero cristiano no es ni soñador, ni terrenal, sino cándido y transparente en sus intenciones, práctico y realista al ponerlas por obra.

SAN ESTEBAN, PROMÁRTIR, 26 DE DICIEMBRE


Esteban, Santo
Protomártir, 26 de Diciembre del siglo I
Por: P. Ángel Amo. | Fuente: Catholic.net



Protomártir

Martirologio Romano: Fiesta de san Esteban, protomártir, varón lleno de fe y de Espiritu Santo, que fue el primero de los siete diáconos que los apóstoles eligieron como cooperadores de su ministerio, y también fue el primero de los discípulos del Señor que en Jerusalén derramó su sangre, dando testimonio de Cristo Jesús al afirmar que veía al Señor sentado en la gloria a la derecha del Padre, al ser lapidado mientras oraba por los perseguidores. († s.I)




Se le llama "protomartir" porque tuvo el honor de ser el primer mártir que derramó su sangre por proclamar su fe en Jesucristo.

Después de Pentecostés, los apóstoles dirigieron el anuncio del mensaje cristiano a los más cercanos, a los hebreos, despertando el conflicto por parte de las autoridades religiosas del judaísmo.

Como Cristo, los apóstoles fueron inmediatamente víctimas de la humillación, los azotes y la cárcel, pero tan pronto quedaban libres, continuaban la predicación del Evangelio. La primera comunidad cristiana, para vivir integralmente el precepto de la caridad fraterna, puso todo en común, repartían todos los días cuanto bastaba para el sustento. Cuando la comunidad creció, los apóstoles confiaron el servicio de la asistencia diaria a siete ministros de la caridad, llamados diáconos.

Entre éstos sobresalía el joven Esteban, quien, a más de desempeñar las funciones de administrador de los bienes comunes, no renunciaba a anunciar la buena noticia, y lo hizo con tanto celo y con tanto éxito que los judíos “se echaron sobre él, lo prendieron y lo llevaron al Sanedrín. Después presentaron testigos falsos, que dijeron: Este hombre no cesa de proferir palabras contra el lugar santo y contra la Ley; pues lo hemos oído decir que este Jesús, el Nazareno, destruirá este lugar y cambiará las costumbres que nos transmitió Moisés”.

Esteban, como se lee en el capítulo 7 de Los Hechos de los apóstoles, “lleno de gracia y de fortaleza”, se sirvió de su autodefensa para iluminar las mentes de sus adversarios. Primero resumió la historia hebrea desde Abrahán haste Salomón, luego afirmó que no había blasfemado contra Dios ni contra Moisés, ni contra la Ley o el templo. Demostró, efectivamente, que Dios se revela aun fuera del templo, e iba a exponer la doctrina universal de Jesús como última manifestación de Dios, pero sus adversarios no lo dejaron continuar el discurso, porque “lanzando grandes gritos se taparon los oídos...y echándolo fuera de la ciudad, se pusieron a apedrearlo”.

Doblando las rodillas bajo la lluvia de piedras, el primer mártir cristiano repitió las mismas palabras de perdón que Cristo pronunció en la cruz: “Señor, no les imputes este pecado”. En el año 415 el descubrimiento de sus reliquias suscitó gran conmación en el mundo cristiano.

Cuando parte de estas reliquias fueron llevadas más tarde por Pablo Orosio a la isla de Menorca, fue tal el entusiasmo de los isleños que, ignorando la lección de caridad del primer mártir, pasaron a espada a los hebreos que se encontraban allí. La fiesta del primer mártir siempre fue celebrada inmediatamente después de la festividad navideña, es decir, entre los “comites Christi”, los más cercanos a la manifestación del Hijo de Dios, porque fueron los primeros en dar testimonio de él.

FIESTA DE SAN ESTEBAN, EL PRIMER MÁRTIR DE LA IGLESIA


Fiesta de san Esteban, el primer mártir de la Iglesia
Celebramos hoy la "navidad" de Esteban, que en profundidad se desprende de la Navidad de Cristo.
Por: SS Francisco | Fuente: Catholic.net




Duante la octava de Navidad, en la alegría de la Navidad se inserta la fiesta de san Esteban, el primer martir de la Iglesia. El libro de los Hechos de los Apóstoles nos lo presenta como "un hombre lleno de fe y de Espíritu Santo", elegido con otros seis para dar servicio a las viudas y a los pobres en la primera comunidad de Jerusalén. Y nos cuenta su martirio, cuando después de un fogoso discurso que suscitó la ira de los miembros del Sanedrín, fue arrastrado afuera de las murallas de la ciudad y lapidado.

Esteban murió como Jesús, pidiendo perdón por sus asesinos. En el clima de la alegría navideña, esta conmemoración podría parecer fuera de contexto. De hecho la Navidad es la fiesta de la vida y nos infunde sentimientos de serenidad y de paz. ¿Por qué entonces turbar su encanto con el recuerdo de una violencia tan atroz? En realidad en la óptica de la fe, la fiesta de san Esteban está en plena sintonía con el significado profundo de la Navidad.

En el martirio, de hecho, el amor derrota a la violencia, la vida a la muerte. La Iglesia ve en el sacrificio de los martires su "nacimiento al cielo". Celebramos por lo tanto hoy la "navidad" de Esteban, que en profundidad se desprende de la Navidad de Cristo. ¡Jesús transforma la muerte de quienes lo aman en aurora de vida nueva!

En el martirio de Esteban se reproduce la misma lucha entre el bien y el mal, entre el odio y el perdón, entre la mansedumbre y la violencia, que tuvo su culminación en la cruz de Cristo. La memoria del primer mártir acaba así con una falsa imagen de la Navidad: ¡una imagen de fábula y duzurosa, que en el evangelio no existe!

La liturgia nos trae el sentido auténtico de la Encarnación, relacionando Belén al Calvario y recordándonos que la salvación divina implica que la lucha al pecado, pasa por la puerta estrecha de la cruz.

Este es el camino que Jesús ha indicado claramente a sus discípulos: "Serán todos odiados a causa de mi nombre. Pero quién habrá perseverado hasta el final será salvado".

Por eso hoy rezamos de manera particular por los cristianos que sufren discriminación a causa del testimonio que dan de Cristo y del evangelio. Estamos cerca de estos hermanos y hermanas que como san Esteban, son acusados injustamente y objeto de violencias de varios tipos.

Estoy seguro que, lamentablemente, son más numerosos hoy que en los primeros tiempos de la Iglesia y que son tantos. Esto sucede especialmente en los lugares en donde la libertad religiosa no está todavía garantizada o no está plenamente realizada. Sucede también en países y ambientes que en sus papeles tutelan la libertad y los derechos humanos, pero donde de hecho los creyentes, especialmente los cristianos, encuentran limitaciones y discriminaciones.

A un cristiano esto no lo maravilla, porque Jesús lo ha anunciado como ocasión propicia para dar testimonio. Entretanto en el plano civil, la injusticia va denunciada y eliminada. Que María Reina de los Mártires nos ayude a vivir este tiempo de Navidad con aquel ardor de fe y de amor que refulge en san Esteban y en todos los mártires de la Iglesia.

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