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miércoles, 15 de abril de 2020

EXTIENDEN AÑO JUBILAR POR CENTENARIO DE MUERTE DE SANTA TERESA DE LOS ANDES


Extienden año jubilar por centenario de muerte de Santa Teresa de Los Andes
POR GISELLE VARGAS | ACI Prensa






Debido al COVID-19, el año jubilar con motivo del centenario de muerte de Santa Teresa de Los Andes se extiende hasta el 12 de abril de 2021.

La decisión se tomó considerando las medidas sanitarias indicadas por las autoridades civiles y eclesiales para evitar la propagación del COVID-19 y que han mantenido los templos cerrados, así como impedido las celebraciones masivas.

En ese contexto epidemiológico, el Domingo de Resurrección la comunidad carmelita en Chile festejó el centenario de fallecimiento de Santa Teresa de Los Andes con una Misa sin fieles desde el santuario ubicado en la Diócesis de San Felipe, Región de Valparaíso.



En conversación con ACI Prensa, el rector del Santuario de Santa Teresa de Los Andes, P. Rodrigo Segura, manifestó que así como las distintas celebraciones litúrgicas de Semana Santa, la Eucaristía se transmitió por la cuenta de Facebook del santuario.

“Es bueno recordar el ejemplo que Teresita de los Andes ha puesto en nuestra vida eclesial de Chile. Ella ha resucitado, Dios así lo ha querido y lo ha dispuesto. Ella continúa haciendo el bien y rezando por nosotros desde el cielo”, sostuvo el P. Segura.

Además, para hacer partícipe de esta alegría a más peregrinos, el P. Segura anunció que el año jubilar con motivo del centenario de Santa Teresa de Los Andes se extendió hasta el 12 de abril de 2021.

“Como santuario hemos querido salir en peregrinación y al encuentro de todos los amigos que vienen y participan del carisma que la santa tiene para la Iglesia y para cada uno de nosotros”, expresó.

En ese sentido, el P. Segura explicó que el lema del año jubilar “Que Jesús sea nuestra Unión” “nos invita a estar en nuestras casas, con nuestro sagrario interior para tener un encuentro íntimo con Jesús”.

“Cada uno de nosotros es morada de Dios, cada uno de nosotros es templo del Espíritu Santo y en estas circunstancias nos ayuda a vivir con mayor fuerza esta experiencia que tuvo Teresita de los Andes” desde su corta vida en el convento, sostuvo el rector.

“Este tiempo ha sido especial para poner la mirada en las cosas que son fundamentales y esenciales y para poner nuestra confianza en Jesús y que ‘Él sea nuestra unión’”.

El rector del Santuario de Santa Teresa de Los Andes, manifestó que su testimonio “nos llama a la santidad, su testimonio nos recuerda que tenemos que ser nosotros otro Cristo y que debemos ser alegría infinita”.

“Sintámonos llamados a descubrir nuestra vocación en la iglesia, este llamado a la felicidad, a la alegría que brota de una corazón que se sabe amado por Dios. Que cada uno de nosotros dentro de estas circunstancias seamos testimonio y testigos de Cristo resucitado”, afirmó.

El P. Segura también alentó a los jóvenes a conocer a Santa Teresa de Los Andes y se acerquen a ella “modelo profundo para vivir una santidad en las cosas cotidianas de cada día”.

Santa Teresa de Los Andes
Juanita Fernández Solar nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900 en el seno de una familia cristiana y de buena situación económica. Desde pequeña vivió una profunda devoción por la Virgen María y se propuso comulgar todos los días para pasar largo rato con Dios. 

Pese al gran afecto que tenía por su familia, Juanita decidió ingresar al internado los últimos años de estudio, como medio de entrenamiento para la separación definitiva al descubrir su llamado a la vida contemplativa en las Carmelitas Descalzas de Los Andes.

Ingresó al convento el 7 de mayo de 1919 a los 19 años de edad y adoptó el nombre de Teresa de Jesús con el propósito de “sufrir y orar” para mejorar y purificar al mundo. Sin embargo, murió el 12 de abril de 1920 de tifus y difteria.

Fue beatificada por San Juan Pablo II en Santiago de Chile el 3 de abril de 1987 y canonizada por el mismo Pontífice en Roma el 21 de marzo de 1993.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 15 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
15 abril



Jesús da testimonio de la verdad contra el mundo y da testimonio del Padre y de sí mismo como enviado del Padre.

A su vez el Padre da testimonio a favor del Hijo e igualmente el Espíritu. A estos testimonios se añadirán los testimonio de los apóstoles.

La fe consiste en recibir a Jesús , en conocerlo y en él conocer al Padre, en reconocer en él al enviado del Padre.

Que tu fe no sea meramente una fe teórica, sino eminentemente práctica en orden a la vida; que se manifieste tu fe en cada una de tus obras, en el cumplimiento de todos los mandamientos, que son la expresión de la voluntad de Dios.

Así tu fe en Jesús te llevará a la vida eterna.


P. Alfonso Milagro 

HOY SE CELEBRA A SAN DAMIAN DE MOLOKAI, EL APÓSTOL DE LOS LEPROSOS,15 DE ABRIL


Hoy se celebra a San Damián de Molokai, el apóstol de los leprosos
Redacción ACI Prensa






“Ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo”, solía decir San Damián de Molokai, quien contrajo lepra al servir como misionero a los pacientes con esta enfermedad en una de las islas Hawai (Estados Unidos). Su fiesta se celebra cada 15 de abril.

San Damián nació un 3 de enero de 1840 en Bélgica, ingresó a la vida religiosa con los Padres de los Sagrados Corazones de Jesús y María. Fue enviado como misionero a Hawai (Estados Unidos) y el 24 de mayo de 1864 fue ordenado sacerdote en Honolulu, la capital.

Ayudaba incesantemente a los pobladores del lugar y trabajó con sus propias manos para que se construya una Iglesia, ganándose la estima de la gente.


Por ese entonces se desató una terrible epidemia de lepra. Los enfermos eran apartados de la comunidad y abandonados a su suerte en una colonia especial. El P. Damián pidió ir a ayudarlos y desembarcó con varios leprosos en Molokai.

En ese lugar había mucha violencia y muchos vivían sin esperanza y paz. Escuchaba la burla de los borrachos, las lamentaciones de los moribundos y los aullidos de los perros que se comían a los muertos.

Poco a poco el Santo fue transformando el lugar, construyó una iglesia en honor a Santa Filomena, hospital, enfermería, escuela, viviendas, etc. En 1885 contrajo la enfermedad de lepra con tan sólo 49 años y rechazó ser trasladado para recibir tratamiento.

"Hasta este momento me siento feliz y contento, y si me dieran a escoger la posibilidad de salir de aquí curado, respondería sin dudarlo: ‘Me quedo para toda la vida con mis leprosos’”, decía.

El Santo con sus dolores continuó con la obra evangelizadora en medio de ese pueblo sufriente. Antes de morir vio llegar al P. Wendelin y a las hermanas franciscanas que se encargaron de la enfermería. Entre ellas estaba la Beata Madre Marianna Cope que sirvió más de 30 años a los leprosos.

Partió a la Casa del Padre el 15 de abril de 1889. Una estatua de bronce del santo se encuentra en el Capitolio de Estados Unidos en representación al estado de Hawai.

PAPA FRANCISCO: RECEMOS POR LOS ANCIANOS QUE TIENEN MIEDO MORIR SOLOS


Papa Francisco: Recemos por los ancianos que tienen miedo a morir solos
Redacción ACI Prensa



Al inicio de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta de este miércoles 15 de abril, el Papa Francisco pidió rezar especialmente por los adultos mayores “aislados o en los asilos de ancianos” porque tienen miedo a morir solos durante esta pandemia del coronavirus, COVID-19.

“Recemos hoy por los ancianos, especialmente por quienes están aislados o en los asilos de ancianos. Ellos tienen miedo, miedo de morir solos. Sienten esta pandemia como algo agresivo para ellos”, dijo.


En esta línea, el Santo Padre señaló que “ellos son nuestras raíces, nuestra historia. Ellos nos han dado la fe, la tradición, el sentido de pertenencia a una patria. Recemos por ellos para que el Señor esté cerca de ellos en este momento”, indicó el Pontífice.

Luego, el Papa en su homilía explicó que “Dios es salvador porque es fiel a su promesa” y destacó que “la fidelidad de Dios es fiesta, es fiesta gratuita, es fiesta para todos nosotros”.

“La fidelidad de Dios es una fidelidad paciente. Tiene paciencia con su pueblo, lo espera, lo guía, le explica lentamente, y le calienta el corazón, como hizo con estos dos discípulos que caminan lejos de Jerusalén. Les calienta el corazón para que regresen a casa”.

Además, el Santo Padre destacó que “la fidelidad de Dios siempre nos precede, y nuestra fidelidad siempre es respuesta a aquella fidelidad que nos precede. Es Dios quien nos precede siempre, es la flor del almendro en primavera: florece el primero. Ser fiel es alabar esta fidelidad. Es una respuesta a esta fidelidad”, concluyó.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA,15 DE ABRIL DE 2020


Lecturas de hoy Miercoles de la Octava de Pascua
Hoy, miércoles, 15 de abril de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (3,1-10):

EN aquellos días, Pedro y Juan subían al tempo, a la oración de la hora nona, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada «Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se quedó mirándolo y le dijo:
«Míranos».
Clavó los ojos en ellos, esperando que le darían algo. Pero Pedro le dijo:
«No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, levántate y anda».
Y agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio andando y alabando a Dios, y, al caer en la cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa del templo, quedaron estupefactos y desconcertados ante lo que le había sucedido.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 104,1-2.3-4.6-7.8-9

R/. Que se alegren los que buscan al Señor

Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas todos los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R/.

Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R/.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.

Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R/.

Secuencia
(Opcional)

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (24,13-35):

AQUEL mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos setenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo:
«¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
«¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado estos días?».
Él les dijo:
«¿Qué».
Ellos le contestaron:
«Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana la sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo:
«¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria».
Y, comenzado por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al otro:
«¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».
Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
«Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 15 de abril de 2020
Bonifacio Fernández, cmf



Querido Dios Padre Resucitador:

Por la resurrección de tu Hijo amado has mostrado tu gran protesta contra la muerte. Y contra todo aquello que hizo históricamente inevitable la condena a muerte de tu Hijo del alma. Muestras que estás a favor de la vida y en contra de la muerte de los inocentes.  Resucitando a tu Ungido de entre los muertos le has dado la razón, te has puesto de su parte con todo amor. Has revelado palmariamente que su vida y sus palabras, y sus decisiones, expresan tu amor de Padre, que estabas con él, que no lo abandonaste ni en Getsemaní ni en la soledad de la cruz. Respondiste a su entrega de la vida, haciéndole partícipe de tu abrazo eterno, incluso en su humanidad trasfigurada.

En tu carta de hoy a través de San Lucas nos recuerdas cómo el Resucitado se nos hace encontradizo en la situación de frustración de los discípulos. Los dos de Emaús están viviendo una profunda decepción. Sus esperanzas puestas en Jesús se veían frustradas radicalmente. El profeta poderoso en obras y palabras había sido condenado por las autoridades y crucificado por el gobernador Pilato. Todo parecía gritar que el justo había sido abandonado, que la cruz era el punto final de la maravillosa aventura tras las huellas de Jesús.

El Resucitado de entre los muertos como un caminante más se pone en movimiento con ellos.  Sus ojos eran incapaces de reconocerlo. Pero, poco a poco, se va iluminando su tristeza. Conversan, caminan. Hablan de lo que acaba de suceder en Jerusalén. Mencionan que están sobresaltados por las noticias de apariciones que han dado algunas mujeres. El caminante les va haciendo reflexionar. Les va abriendo los ojos para ver con una nueva mirada; les explica las Escrituras. Se queda con ellos a cenar. Y entonces se dan cuenta que el caminante hace los mismos gestos que había hecho Jesús. Y es en ese signo donde los ojos se le abren como platos. Y reconocen qué es Jesús en persona.

Me doy cuenta, Padre resucitador, que en tu carta de hoy me estás hablando de mi propia historia como discípulo. El nuevo rostro del resucitado no es verificable. Es invisible a los ojos de la cara. Hacen falta los ojos de la fe. Se requiere esa mirada penetrante y sorprendida que lee los hechos visibles como signos de su presencia.

Gracias Padre por recordarnos hoy la belleza del camino de nuestra fe. Gracias por hacernos por encender nuestra vida de luz, cuando escuchamos tu palabra de amor, que es más fuerte que la muerte. Gracias por tu amor que nos resucitará de la muerte.

Un abrazo entrañable

Tu hijo