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lunes, 10 de julio de 2017

SAN CRISTÓBAL, PATRONO DE LOS TRANSPORTISTAS, 10 DE JULIO


Hoy 10 de julio es la fiesta de San Cristóbal, patrono de los transportistas




 (ACI).- San Cristóbal de Licia es un mártir importante en la historia del cristianismo de Oriente y Occidente que vivió durante el gobierno de Decio, tercer emperador romano, cerca del año 250 DC.

Su famosa leyenda, que es conocida sobre todo en Occidente y podría haberse extraído de la antigua mitología griega, cuenta que él portó a un chico, al que no conocía, a través de un río antes de que el niño le revelase que era Cristo.

Su nombre en griego fue “Christophoros” y significa “el portador de Cristo”. Desde el siglo IV fue representado con el niño Jesús sobre sus hombros y llevando un bastón con hojas.


Era creencia común que bastaba mirar su imagen para que el viajero se viese libre de todo peligro durante aquel día. Por ello es considerado patrón de peregrinos, viajeros, motoristas y transportistas en general.

Según la tradición fue un hombre de gran estatura y se desempeñó como soldado del Imperio Romano; también se dice que tenía un alma caritativa y trataba de ayudar a los cristianos cautivos.

Cristóbal fue bautizado en Antioquía y se dirigió sin demora a predicar a Licia y a Samos. Allí fue encarcelado por el rey Dagón, que estaba a las órdenes del emperador Decio, y tras resistirse abdicar de su fe con varios intentos de tortura, se ordenó degollarlo. Según Gualterio de Espira, la nación Siria y el mismo Dagón se convirtieron a Cristo gracias este santo.

San Cristóbal es un Santo muy popular, y poetas modernos como García Lorca y Antonio Machado, lo han cantado con inspiradas estrofas. Su estatua, siempre colosal y gigantesca, decora muchísimas catedrales, como la de Toledo.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 10 DE JULIO DEL 2017


No está muerta
Santo Evangelio según San Mateo 9,18-26, XIV Lunes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Luis Alberto de Ávila, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Nos ponemos en tu presencia, Espíritu Santo, Ilumínanos con tu luz, abre nuestros corazones.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 9,18-26
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante él y le dijo: "Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir".
Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orilla del manto, pues pensaba: "Con sólo tocar su manto, me curaré". Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: "Hija, ten confianza; tu fe te ha curado". Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer.
Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el tumulto de la gente y les dijo: "Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida". Y todos se burlaron de él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La noticia se difundió por toda aquella región.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En este pasaje contemplamos a Jesús que cura, que devuelve la vida. Y cuánto nos gusta esta faceta del Señor, mucho más que cuando enfrenta la hipocresía de los fariseos, o cuando predica las exigencias de las bienaventuranzas, o la dificultad de su Pasión.
Nos gusta ver a Cristo sanar y dar vida porque en nosotros está grabado un deseo de vida eterna. Jesús hace estos signos para demostrarnos que Él tiene poder sobre la muerte, que Él es fuente de vida y que, por ende, debemos escuchar la totalidad de su mensaje. Sus palabras dan vida eterna.
¿Tengo la humildad de buscar a Jesús así como lo hizo el jefe de la sinagoga? ¿Tengo una fe grande de que en Jesús encontraré mi curación así como la tuvo la mujer que padecía flujo de sangre?
"¿Qué nos ocurrirá, a nosotros, si hacemos esto; si tenemos la mirada fija en Jesús? Nos ocurrirá, lo que le ocurrió a la gente después de la resurrección de la niña: "ellos se quedaron con gran estupor". Yo voy, miro a Jesús, camino delante, fijo la mirada en Jesús y ¿qué encuentro? Que Él tiene la mirada fija sobre mí. Y esto me hace sentir gran estupor. Es el estupor del encuentro con Jesús. Pero para experimentarlo, no hay que tener miedo, como no tuvo miedo esa viejecita para ir a tocar el bajo del manto. ¡No tengamos miedo! Corramos por este camino, con la mirada siempre fija sobre Jesús. Y tendremos esta bonita sorpresa: nos llenará de estupor. El mismo Jesús tiene la mirada fija sobre mí".
(Homilía de S.S. Francisco, 31 de enero de 2017, en santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy dedicaré un momento del día para ir a una Iglesia y pedirle a Jesús Eucaristía, con toda humildad y fe, una gracia que necesito.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.