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jueves, 8 de junio de 2017

ORACIÓN A LA BEATA MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN DE JESÚS


Oración a la Beata María del Divino Corazón de Jesús


Por tu gran amor al Divino Corazón de Jesús, Nuestro Señor te consolaba antes de la santa comunión y en los días de exposición y te enseñaba a llevar la cruz y a comprender que tus sufrimientos irían aumentando cada vez más, siguiendo por el camino de la cruz y permaneciendo unida y clavada con Él”.

Te ruego que en mis momentos de dolor, intercedas por mí ante Dios para obtener la fuerza de la fe, y demos testimonio del amor a Jesucristo, que murió por nosotros en la cruz. Que no queramos escapar de esta gracia que es sufrir y ofrecernos por los que amamos, por su salvación, por su conversión.

Tú que estás viendo la gloria de Dios, haz en mi vida un milagro para sanar mi alma y la de los que Dios me dio. Y todo sea por la mayor Gloria de Dios.

Amén.

BEATA MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN DE JESÚS


Beata María del Divino Corazón de Jesús
8 de Junio



María Anna Johanna Droste zu Vischering nació el 8 de septiembre de 1863 junto a su hermano mellizo Max, en el día de la Solemnidad de la Natividad de Nuestra Señora, en Münster - Alemania, hija de una familia noble que se distinguió por su fidelidad a la Iglesia católica durante la persecución del Kulturkampf. Sus padres fueron el conde de Erbdrosten Clemente Heidenreich Franz Droste zu Vischering y la condesa de Galen Helena von Galen.

Fue bautizada inmediatamente después de su nacimiento; debido a la salud muy frágil que tenía. Pasó su infancia con su familia en el Castillo de Darfeld. Desde niña se sintió atraída por el Sagrado Corazón de Jesús. Para ella, la devoción al Corazón de Cristo siempre va unida con la devoción al Santísimo Sacramento, como ella dijo: "Nunca pude separar la devoción al Corazón de Jesús de la devoción al Santísimo Sacramento y nunca seré capaz de explicar cómo y cuánto el Sagrado Corazón de Jesús se dignó favorecer a mí en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía".

El 25 de abril de 1875 hizo junto a su hermano mellizo Max, su Primera Comunión: "Esperé en ese día la gracia de la vocación religiosa, pero en vano...". Esta gracia lo recibió en el día 8 de julio del mismo año, pero sólo después de la recepción de la Confirmación.

En 1878 escuchó un sermón sobre el pasaje bíblico que dice: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma" y reaccionó de la siguiente manera: "En ese momento pensé: Tengo que llegar a ser religiosa! Hubiera preferido que mis oídos no lo hubieran escuchado, pero es imposible resistirse a la voz de Dios".

Durante la primavera de 1879, en los caminos de su especial devoción al Corazón de Cristo y después de una primera experiencia de vida religiosa celebrada en el Internado de las Hermanas del Sagrado Corazón en Riedenburg, llegó a la siguiente conclusión: "[...] Empecé a entender que sin espíritu de sacrificio el amor al Corazón de Jesús es sólo una ilusión".

En el año 1883 oyó en su interior una frase de Jesús que le dijo: "Tú serás la esposa de Mi Corazón". El 5 de agosto de ese mismo año, mientras celebraba las Bodas de Plata del matrimonio de sus padres, María expresó su deseo definitivo de convertirse en religiosa y no duró mucho para que esto fuese una realidad.

En 1888, visitó con su madre el Hospital de Darfeld y allí encontró a una niña que había dado escándalo. María, superando su timidez y el disgusto de su la madre, se le acercó. Se podría decir que esto fue su primer contacto con el carisma de las Hermanas del Buen Pastor.

El 21 de noviembre ingresó en el convento del Buen Pastor en Münster respondiendo a una inspiración del Sagrado Corazón: "De repente, estando en la iglesia parroquial de Darfeld preparándome para la confesión, mientras esperaba mi turno, me vino como un relámpago este pensamiento: Debes entrar en el Buen Pastor, y fue para mí tan claro y preciso que desde aquel momento no tuve ya ninguna duda". María decidió entonces entrar en el noviciado del Convento del Buen Pastor de Münster.

Después de tener recibido el hábito blanco de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor recibió el nombre que se ha convertido para ella en un programa de vida: Hermana María del Divino Corazón.

Sor María del Divino Corazón pasó sólo cinco años en Münster, pues la obediencia la llamó una misión especial en Portugal para donde fue enviada inicialmente como Asistente de la Madre Superiora del Convento del Buen Pastor de Lisboa. Entre los meses de Febrero y Mayo de 1894 permaneció en la capital portuguesa, pero pronto fue nombrada a su puesto definitivo como Madre Superiora del Convento de las Hermanas del Buen Pastor de Oporto.

Entre 1897 y 1898, la Madre María del Divino Corazón, de acuerdo con las peticiones del mismo Jesús que se le continuó revelando por medio de locuciones interiores, escribió al Papa León XIII a pedir la consagración del género humano al Sagrado Corazón de Jesús. El Papa León XIII, no sólo accedió a la petición como incluso dijo que éste fue el mayor acto de su pontificado.

Sor María del Divino Corazón murió santamente en Oporto el 8 de junio de 1899 después de haber sufrido una parálisis durante tres años. Su cuerpo fue encontrado incorrupto en la exhumación y está actualmente expuesto a la veneración pública en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Ermesinde, Portugal, cerca del Convento de las Hermanas del Buen Pastor de la misma localidad. También hay reliquias extraídas de su cuerpo y que están expuestas a la veneración en el Convento de las Hermanas del Buen Pastor de Oporto, Portugal, y en la Capilla de los Confidentes de Jesús situada en el Santuario Nacional de Cristo Rey en Almada, cerca de Lisboa, Portugal.

En 1964, Sor María del Divino Corazón, condesa Droste zu Vischering, recibió oficialmente el título de Venerable por la Congregación para las Causas de los Santos.

El 1 de noviembre de 1975, solemnidad de Todos los Santos, fue beatificada por el Papa Paulo VI, justamente al cumplirse el tercer centenario de las revelaciones del Corazón de Jesús a Santa Margarita María Alacoque, al lado de la cual se distingue como apóstol de la misericordia del Corazón de Cristo.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 8 DE JUNIO DEL 2017


¿Quién piensa en el precio del billete?
San Lucas 22, 14-20. Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Te adoro, Dios mío, con todas mis fuerzas y con todo mis ser. Todo te lo debo a Ti y sé que mi vida está en tus manos. Te veo y te contemplo en este pequeño trozo de Pan y me maravillo del gran amor que tienes a la humanidad. No esperas nada y lo das todo. Te pido que aceptes mi ofrenda, que es mi vida. Acepta, Señor, estas dos moneditas que te entrego, es decir, mi voluntad. "Habla, Señor, que tu siervo escucha".
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 22, 14-20
En aquel tiempo, llegada la hora de cenar, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: "Cuánto he deseado celebrar esta Pascua con ustedes, antes de padecer, porque yo les aseguro que ya no la volveré a celebrar, hasta que tenga cabal cumplimiento en el Reino de Dios". Luego tomó en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias y dijo: "Tomen esto y repártanlo entre ustedes, porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios".
Tomando después un pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se los dio diciendo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". Después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: "Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
"¡Qué bien se está contigo, Señor, junto al sagrario! (…)Hace ya muchos años que vengo a verte diario y aquí te encuentro siempre, amante solitario, solo, pobre, escondido ¡Pensando en mí quizás! (…) Siempre que vengo a verte, siempre te encuentro solo, ¿será, Señor, que nadie sabe que estás aquí? No sé; pero sé, en cambio, que, aunque nadie viniera, aunque nadie te amara ni te lo agradeciera, aquí estarías siempre, esperándome a mí…"
Jesús, no puedo hacer nada más que dejarme amar para que tu sacrificio valga la pena. Podría hacer muchas cosas, pero creo que si Tú has dado tu vida por mí es porque quieres que goce de ese regalo. Pensaba, por ejemplo, que si mi mejor amigo me regalase un billete para ir al lugar más hermoso con él, lo mejor que podría hacer sería aprovecharlo. ¿Quién se pondría a calcular cuánto costó ese regalo aunque fuese grandísimo el precio? Pienso que Tú no has dado la vida, ni te has quedado en la Eucaristía para demostrarnos que no podemos hacer nada, sino por el simple hecho de amarnos. ¿Cuál es el motivo por el que una madre ama? Es absurda la pregunta. Pues lo mismo sucede con la Eucaristía.
Quiero, por lo tanto, disfrutar de cada segundo en tu presencia silenciosa y abrumadora en ese pequeño trozo de pan. Quiero escuchar la voz que me habla en lo profundo del corazón y que invita a dejarme sorprender. Quiero dejar aquí todas mis penas y quiere agradecer todas las maravillas que has realizado en mi vida. No quiero hacer, sino dejar que hagas en mí, que obres en mí tus maravillas y milagros.
"La Iglesia celebra la eucaristía, celebra la memoria del Señor, el sacrificio del Señor porque la Iglesia es comunidad memoriosa. Por eso fiel al mandato del Señor, dice una y otra vez: "Hagan esto en memoria mía". Actualiza, hace real, generación tras generación, en los distintos rincones de nuestra tierra, el misterio del Pan de Vida. Nos lo hace presente y nos lo entrega. Jesús quiere que participemos de su vida y a través nuestro se vaya multiplicando en nuestra sociedad. No somos personas aisladas, separadas, sino el Pueblo de la memoria actualizada y siempre entregada. Una vida memoriosa necesita de los demás, del intercambio, del encuentro, de una solidaridad real que sea capaz de entrar en la lógica del tomar, bendecir y entregar; en la lógica del amor."
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de julio de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Jesús, voy a hacer media hora de adoración ante el Santísimo. Voy a repasar mi vida y mi historia para elevar un himno de alabanza. Al final, rezaré el Magnificat para contemplar la gran sencillez de la Virgen María al aceptar las gracias de las que fue portadora.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.